Si hasta el momento han adoptado la actitud de “mejor me espero, a ver qué pasa,” honestamente no se les puede culpar. Es muy fácil sentirse abrumado por las veintitantas formas novedosas de utilizar drones. Sin embargo, si dan un paso atrás y analizan todo lo que los investigadores están introduciendo para responder a los retos que enfrentan los productores de hortalizas en el mundo real, tendrán una perspectiva mucho más alentadora sobre las nuevas tecnologías.
Ese fue el propósito que nos impulsó a investigar lo que hay en el horizonte e incluso las tecnologías que ya son una realidad. Analizamos un trabajo de investigación realizado por las 50 compañías que conforman THRIVE AgTech (una organización incubadora que apoya el desarrollo de la tecnología en la horticultura), identificadas como las compañías de nuevas tecnologías agrícolas más prometedoras. Al comparar las metas de esas compañías con los problemas del mundo real que enfrentan los productores, encontramos los siguientes puntos de intersección entre las tecnologías más prometedoras y las necesidades de los productores.
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Reto: escasez de mano de obra
La solución más sofisticada para la escasez de mano de obra es el uso de maquinaria para reemplazar a la gente. Es por ello comprensible que la automatización y la robótica obtengan la mayor parte de la atención en la industria.
No obstante, la industria hortícola ha adoptado la automatización y la robótica más lentamente que los productores de otros tipos de cultivos. ¿Por qué? — principalmente porque las hortalizas tienen formas mucho más variadas y estructuras más delicadas.
Sin embargo, todo eso está cambiando. La programación que permite el trabajo conjunto de cámaras, software especializado y mecánica ha avanzado lo suficiente como para que los productores de tomate, pimiento y otros cultivos hortícolas puedan usar con éxito la tecnología en el empaque, e incluso en la cosecha.
La logística es otra forma en la que la tecnología moderna está ayudando a enfrentar la escasez de mano de obra, así como el uso de la inteligencia para eliminar o reducir las ocasiones y la frecuencia con las que se realizan ciertas tareas.
En la actualidad, los sistemas de recopilación de datos permiten identificar las operaciones ineficientes y optimizar los recursos de mano de obra. Pueden determinar cuándo es el momento de regar, asperjar o cosechar. Gracias a esos sistemas, los gerentes de producción pueden programar con exactitud el tiempo que se requiere para el trabajo en el campo, el transporte, la cosecha, etc.
Las aplicaciones de informática representan otro avance tecnológico más sutil que da gran transparencia al proceso de contratación.
También se ha vuelto más fácil manejar la documentación relacionada con el personal. La tecnología reduce el papeleo requerido para administrar la contabilidad relacionada con la mano de obra y todo tipo de recursos humanos.
Reto: necesidad de reducir costos
Toda la información recabada por los sistemas de drones, los sensores y los satélites, permite a los productores tener un mapa más preciso de lo que está ocurriendo en sus campos de cultivo. Con ese conocimiento, los productores pueden aumentar la exactitud con la que aplican los productos de protección de cultivos y saber exactamente cuándo regar y cuándo dejar de realizar aplicaciones innecesarias.
Los avances en el software para GPS y GIS (sistema de información geográfica) están ayudando a los productores a obtener la máxima densidad de siembra para cada campo. Al conectar los sistemas GPS en los tractores, se pueden formar hileras mucho más rectas y utilizando exactamente el mismo espaciamiento, se puede añadir una hilera más (o dos, o tres hileras más) aprovechando exactamente el mismo espacio utilizado en años anteriores.
El nuevo software predictivo es otra manera de reducir costos, aprovechando algoritmos que permiten determinar con más exactitud el momento adecuado para la cosecha, el riego y la aplicación de productos de protección de cultivos. La situación ideal no está tan lejana. La inteligencia artificial puede analizar los datos, reconocer los problemas, e incluso avisar a los productores de que se ha realizado la programación del riego automatizado. Ya existen prototipos de tractores sin conductores, así como sistemas automatizados de desmalezamiento y aspersión, los cuales continuarán siendo desarrollados, mejorados y producidos a costos más asequibles.
Reto: Se requieren cultivos de más calidad
Una manera importante de aumentar las utilidades es mejorar la calidad, no sólo el rendimiento. Muchas de las tecnologías que ahorran costos tienen el beneficio adicional de mejorar la calidad de los cultivos.
Las tecnologías que permiten empacar en el campo, realizar el manejo poscosecha automatizado y las novedosas tecnologías de empaque que no dañan los frutos y prolongan su conservación, permiten a los productores cobrar mejores precios por sus esfuerzos. Las innovaciones en el empaque de productos frescos también aumenta el valor para los consumidores.
Reto: Inocuidad Alimentaria
La documentación es uno de los aspectos más importantes de la inocuidad alimentaria, desde el punto de vista normativo. El software alimentado por GPS es realmente eficiente para dar seguimiento a las actividades de los trabajadores en el campo. Las plataformas de software enlazan a los sensores para registrar la información necesaria para satisfacer todos los requisitos normativos. Estos sistemas pueden considerarse como los Fitbits (marca de medidores que monitorean la actividad física) de la inocuidad alimentaria.
Tal y como ocurre con los ubicuos sistemas Fitbit, las tecnologías modernas de rastreo electrónico son de bajo costo y están al alcance de casi todos los productores.
Otras formas en las que la tecnología puede ayudar a los productores a satisfacer las reglas de inocuidad alimentaria, incluyen la automatización para reducir los riesgos de contaminación microbiana, mayor rapidez en la obtención de los resultados de los análisis, el uso de software de limpieza en sitio; así como protocolos de estandarización para las instalaciones de empaque y procesamiento.
Las tecnologías de la nube, los sistemas de rastreo conectados a GPS y el software para aplicaciones móviles también están facilitando el manejo de la documentación relacionada con inocuidad alimentaria.
Reto: Cambio en los requisitos de clientes y supermercados
Los vendedores de productos agrícolas frescos tienen mucha influencia sobre las operaciones de los productores. Aquellos con tiendas en todo el país quieren que los productores les provean frutas y verduras frescas cultivadas localmente, aun cuando los productores no estén cerca de esos lugares. Hay varios investigadores que están profundizando en las tecnologías de cultivo en áreas urbanas para establecer operaciones de agricultura protegida con rapidez y a costos asequibles. De esta manera, incluso lo pequeños productores podrán satisfacer las exigencias de las cadenas de tiendas de abarrotes con cultivos producidos localmente.
Estos comerciantes también buscan satisfacer lo que los consumidores les exigen, en cuanto a sostenibilidad, inocuidad alimentaria y producción agrícola responsable. Es ahí donde el software que puede certificar la trazabilidad de los productos se transforma en un punto clave de venta. Para satisfacer las exigencias de sostenibilidad productiva, los productores pueden probar que no están abusando del uso de fertilizantes, ni usando los plaguicidas de manera dañina para el medioambiente, gracias al software que registra la documentación y la información de trazabilidad.
Reto: ¿Cómo encontrar información lógica entre tantos datos?
Las plataformas de software que soportan las decisiones, son capaces de integrar los datos provenientes de fuentes múltiples, ayudando a los productores a ver los datos importantes de una sola vez y facilitándoles la toma de decisiones sobre el tiempo y la cantidad de insumos que deben aplicar, lo que les permite tomar una decisión con mayor seguridad.
De hecho, ya se está desarrollando Inteligencia Artificial (A.I.) que sabrá qué hacer en un futuro con toda esa gran cantidad de datos Big Data, para que los productores no tengan que preocuparse de eso.
Pero no podemos descartar a los seres humanos con tanta rapidez. Los productores siempre tendrán la última palabra al validar estas tecnologías y deberán proporcionar retroalimentación del mundo real sobre qué tan bien funcionan.
Basado en un artículo escrito por Carol Miller, editora de American Vegetable Grower, una revista hermana de Productores de Hortalizas por MMW.