Cómo detener a los pulgones de tomate antes que acaben con los cultivos

El pulgón del tomate (Cyrtopeltis modesta) es un fitófago de la familia Miridae, del orden de los hemípteros. Las chinches Lygus y otros fitófagos también pertenecen a la misma familia.

Identificación

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El origen de C. modesta (Engytatus modestus) no es muy claro. Algunos autores se refieren a C. modesta como una especie americana, mientras otros dicen que es una nueva especie de Cyrtopeltis proveniente de Hawai. El pulgón del tomate se reporta en Europa, Sudamérica y Norteamérica, además de que existen otras especies relacionadas con esta plaga que han sido reportadas en otras partes del mundo.

Cómo detener a los pulgones de tomate antes que acaben con los cultivosEl pulgón del tomate es conocido como el pulgón chupador del tomate porque tanto las ninfas como los adultos se alimentan activamente, insertando sus aparatos bucales con los que perforan los tejidos vegetales y succionan los jugos de las plantas. Alrededor de los tallos de estos sitios de alimentación se desarrollan anillos de color rojo-amarillento.
Los anillos son áreas más gruesas con apariencia de corcho que se tornan de color amarillo y rojizo. El tallo se debilita y se vuelve muy frágil en los sitios de los anillos, rompiéndose con facilidad al ser tocado; lo cual provoca la pérdida de la floración y los frutos en desarrollo, además de la ruptura de los codos o estolones. La actividad de la alimentación también puede dañar los frutos directamente.

Aun cuando los pulgones pueden dañar al tomate, también son depredadores de pequeños insectos de cuerpos blandos como la mosca blanca, los áfidos y los huevecillos de varias especies de lepidópteros; por lo que en ciertas ocasiones pueden servir como medida de control biológico.

El pulgón adulto del tomate es un fitófago de cuerpo delgado que mide alrededor de 6 milímetros de longitud, con patas largas y cuerpo de color verde pálido con ciertos tonos rojizos. El pronoto (placa torácica semejante a un escudo) es estrecho. Los ojos son pequeños. Las alas son membranosas, de color verde pálido, o transparentes.

Algunas veces pueden ser vistos en tomates de cultivos comerciales estacados, en tomates cultivados bajo invernadero y en los huertos caseros. No obstante, en términos generales, los pulgones no son considerados problemáticos en las grandes operaciones en las que se aplican plaguicidas para manejar las plagas importantes del tomate. Donde sí pueden ocasionar problemas es en los huertos caseros y en las operaciones a pequeña escala donde no se aplican tratamientos de plaguicidas con frecuencia.

Supervivencia y diseminación

Cómo detener a los pulgones de tomate antes que acaben con los cultivosPor lo general, los pulgones del tomate se notan por primera vez a mediados del ciclo agrícola, justo en la época en que los tratamientos se pueden volver necesarios, y sus poblaciones continúan creciendo al madurar el cultivo. Los huevecillos son insertados en los tallos, dentro de los peciolos, o en los brotes terminales. Hay cuatro o cinco estadíos ninfales. La presencia de ninfas indica que los huevecillos ya fueron ovopositados en el cultivo.

Métodos de manejo

En general, no se recomienda aplicar ningún tratamiento, excepto en aquellos casos en donde haya grandes densidades de población, y en especial en tomates estacados o bajo invernadero que son cosechados varias veces.

Hay poca información disponible sobre los enemigos naturales, tratamientos de plaguicidas, u otras opciones de manejo específico de los pulgones del tomate. Por lo general, los plaguicidas que son efectivos para la chinche hedionda resultan ser efectivos para controlar los pulgones del tomate. Una aplicación de algún insecticida de la familia de los neonicotinoides a la siembra proporcionará suficiente control en etapas tempranas del ciclo de cultivo.

Los productos biorracionales como el Neem y los hongos patógenos como Beauveria bassiana también pueden ser efectivos en contra de los pulgones del tomate. Estas pueden ser buenas alternativas para los productores orgánicos, en lugar del uso de plaguicidas químicos.


Este artículo originalmente fue publicado en GrowingProduce.com, una marca de Meister Media Worldwide. El autor, Gene McAvoy, es extensionista agrónomo en el sistema universitario de Florida (EUA). Todas las fotos son de Debbie Roos, extensionista agrónoma del sistema universitario del Carolina del Norte.