10 Pasos para prevención de patógenos

cucumber bettle

Entre las enfermedades bacterianas más devastadoras para los cultivos de cucurbitáceas destacan Mancha angular de la hoja por Xanthomonas, Mancha bacteriana del fruto de sandía y Marchitez bacteriana, transmitida esta última por el escarabajo del pepino.

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Por otra parte, Colapso o Marchitez foliar de la sandía es una enfermedad que ocurre esporádicamente y es trasmitida a la planta a través de los insectos de calabaza. Por lo general las enfermedades bacterianas no pueden ser controladas después de haberse establecido en el campo productivo con condiciones climáticas prevalentes favorables.

Por ende, la prevención es clave — desde la compra de la semilla hasta la producción en campo abierto.

1

Compra semillas certificadas que hayan sido probadas contra la presencia de patógenos bacterianos. Aunque esto no es una garantía absoluta de la ausencia de patógenos — ya que las poblaciones bajas de las mismos son difíciles de detectar — utilizar una semilla ya probada es la primera línea de defensa contra enfermedades bacterianas.

 

2

Si la semilla no ha sido probada, considera un tratamiento de la misma con agua caliente. Debe tenerse en cuenta que este sistema es arriesgado ya que podría afectar negativamente a la germinación.

 

3

No riegues las plántulas en exceso en el invernadero, trata de mantener la parte superior lo más seca posible y minimiza el manejo manual de las plantas. Observa bien las plántulas por señales de riego. Si ves puntos acuosos, envía una muestra a un laboratorio para un obtener un diagnóstico. Si se confirma alguna enfermedad bacteriana, deshazte de todas las charolas que contengan plántulas con la sintomática. Aplica un fungicida a base de cobre a las plántulas restantes en el invernadero. 

 

4

En producción en campo abierto, selecciona lugares de producción con buen drenaje y flujo de aire, excelente luz solar y baja humedad.

 

5

Evita el riego superior excesivo para no empapar las hojas.

6

Asegúrate de proveer fertilización adecuada pero no excesiva.

7

Proteje a las plantas del Escarabajo del pepino al menos hasta la etapa de la cuarta hoja verdadera, reduciendo así el riesgo de la Marchitez bacteriana. Para lograr esto se recomienda colocar acolchado flotante o microtúnel que sirven de barrera entre las plantas y los escarabajos. Las cubiertas también protegen las plantas de los insectos de la calabaza que pueden transmitir la Marchitez foliar.

 

La aplicación foliar de insecticidas puede ser utilizada — en el caso de calabacitas, los insecticidas deben ser aplicados después de la emergencia de la plántula si el umbral de 0.5 escarabajos por planta en la etapa de cotiledón o un escarabajo por planta en la etapa de la primera o segunda hoja es excedido. También son efectivas las aplicaciones de insecticidas a la semilla o al suelo antes de plantar.

 

8

Si sufres una epidemia temprano en la temporada, remueve todas las plantas infectadas para ayudar a mitigar la propagación de la misma. Al hacer esto, asegúrate de no esparcir la enfermedad por medio de los trabajadores o vía equipo infectado. Las plantas enfermas han de ser quemadas o enterradas. La acumulación de rastrojos sólo contribuye a esparcir la enfermedad.

 

9

Asperja las plantas con fungicidas a base de cobre para retrasar el progreso de la enfermedad.

 

10

Destruye el follaje y las guías tan pronto como sea posible después de la cosecha, para controlar la Marchitez foliar.

 

Sally A. Miller trabaja en el Departamento de Fitopatología de la Universidad Estatal de Ohio, Estados Unidos.