Mejora la nutrición en tu sistema de fertirriego

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La fertilización es una de las partes más importantes en el desarrollo de un cultivo. Saber fertilizar es entender las necesidades de las plantas, o como siempre les digo a los ingenieros de mi equipo de trabajo — primero “hablen” con las plantas y entenderán lo que les están pidiendo.

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La fertilización se compone de un conjunto de factores complementarios que le ayudan a tomar una decisión.

Factores a considerar antes de fertilizar

• Humedad del suelo debe ser óptima según la etapa del cultivo.
• Edad de las plantas. Su tamaño nos da una idea de qué debemos proporcionarle al cultivo.
• Grosor del tallo, color de las hojas, desarrollo radicular, floración, tamaño de los frutos, son parámetros que nos guían para decidir mejor.
• Balance de flores y follaje es clave. Si no tenemos una planta vegetativa y generativa a la vez, nuestro éxito se ve en riesgo.
Lo anterior parte de una base que inicia con análisis del suelo y agua.

Humedad del suelo

Es importante tener humedad de 85-90% en el suelo, así como un bulbo húmedo uniforme. La raíz trabaja si hay humedad suficiente, sin llegar al exceso, por lo que debemos conocer el área que abarca nuestro sistema radicular.

Suele suceder que al momento de comenzar la producción se nos presenta una serie de problemas, tales como tallos delgados, floración raquítica, Pudrición apical, frutos pequeños, rajadura de fruto, coloración irregular del fruto y corta vida de anaquel.

Con frecuencia la razón de estos problemas está en un mal manejo del riego. En consecuencia es importante que, en el momento del riego, cada técnico interprete el mensaje que las plantas le están dando y tome la decisión adecuada.

Recomendaciones de nutrición

Al recibir la información que nos dan las plantas, sabemos qué quieren. Calcule la humedad del suelo, y compruebe que tenga un bulbo húmedo adecuado que abarque el sistema radicular.

Si se cuenta con experiencia en este aspecto, recomiendo usar el tacto primero y después los tensiómetros. Los análisis son un soporte para ver si andamos bien en la nutrición; es necesario hacer un monitoreo frecuente.

 

Al realizar análisis foliares, se recomienda sacar una muestra de la quinta hoja formada de arriba hacia abajo. Una muestra de 20 hojas es suficiente por cada lote o módulo a muestrear.

Haga un análisis al suelo cuando está en desarrollo el cultivo y nutra por goteo con frecuencia. No es un parámetro para decir que está dando más o menos fertilizantes, es más bien para medir conductividad eléctrica (CE), sodio (Na), cloro (Cl), pH y el consumo de las plantas.

Es importante destacar que muchos productores se confunden con este análisis e inclusive hay técnicos que opinan que su asesor está aplicando demasiados fertilizantes. Tengan cuidado con esos detalles, ya que si riegan frecuentemente, es muy probable que los niveles se muestren elevados.

Pasa lo mismo al realizar las aplicaciones foliares; dos o tres días antes de tomar las muestras analicen qué aplicaron, ya que probablemente le arroje un dato equivocado.
Jamás usen como técnica el riego con agua solamente, a menos que sea para hacer bulbo, lavar, etc.

La nutrición de las plantas debe consistir en agua más fertilizantes. Ahí nunca debe ahorrar, ya que las plantas le darán lo que usted les da. Los castigos y el estrés al que algunos productores someten a las plantas en los invernaderos, no son necesarios. Analice las necesidades reales de cada cultivo y proporcione agua sin exceder.

Muchos técnicos usan el sistema de castigar a sus plantas para inducir flores, lo cual puede ser un error. Deles agua y nutrientes, y tendrá raíz y flores sin ningún problema.
La nutrición debe ir acompañada de todos los elementos que requiera el cultivo, partiendo del análisis de suelo y agua, antes de plantar.

Mezcla de fertilizantes

Es importante inyectar cada fertilizante por separado según su compatibilidad, por lo tanto debemos tener inyectores de fertilizantes.

• Tanque 1: sulfatos
• Tanque 2: nitrato de potasio, fosfonitrato (nitrato amonio), ácido fosfórico, nitrato magnesio
• Tanque 3: calcio. Éste debe ir solo y evitar su mezcla con fósforo.
• Tanque 4: es el comodín, para ajustar lo que le falte en los demás.

Para disolver el fertilizante, no diluyan más de 100 kg en 1000 litros de agua, de cada fertilizante. Al día de hoy existen productores y técnicos que echan todo en una tina o en la toma de agua del motor principal. Nunca ahorren en aplicar una buena y bien distribuida nutrición.

6 ventajas del riego frecuente
Todo es continuo en la producción en invernadero, por lo que sugiero distribuir lo mejor posible los periodos de riego. Es preferible regar diariamente con las cantidades necesarias, que hacerlo dos o tres veces a la semana. Si los volúmenes diarios son altos, les recomiendo que los dividan en dos o tres ciclos en ese mismo día.

1. El fertilizante se disuelve mejor si las cantidades son reducidas.
2. Para el operador del riego, es más cómodo manejar pequeñas cantidades.
3. Las plantas reciben diariamente sus nutrientes.
4. Tenemos más control sobre lo que estamos aplicando, ya que por ser cantidades pequeñas aseguramos que se ha aplicado
lo recomendado.
5. En suelo pesado se evita el escurrimiento.
6. Al final del día, puede ser más complicado para los operarios, pero ofrece mayores beneficios para el productor.

 

Estrés en los cultivos

En la época de calor la mayoría de los cultivos pasan por un estrés térmico. En ocasiones llegan a confundirse con falta de agua en el suelo, ya que al ver las cabezas de las plantas estresadas, eso es lo primero en que pensamos.

Al presentarse esos casos, debemos revisar primero la humedad relativa, porque ahí está la mayor parte de nuestros problemas, siempre y cuando estemos manejando bien el riego. Esto sucede porque las plantas están gastando más energía que la que entra.

Al tener la humedad relativa baja, tratan de mandar todo hacia la cabeza. Es en estos casos cuando aparece Pudrición apical (Blossom end rot). La recomendación es el uso de un nebulizador térmico (fogger) y sombra si se tiene disponible.

Cloro y sodio en el suelo

Cuando estas sales están en el suelo en cantidades elevadas, presentan un verdadero riesgo para nuestro cultivo.

• Sodio (Na). Si llegan a tener sodio elevado, manejen los riegos con una mayor cantidad de calcio, para ir desplazándolo poco a poco. Las plantas lo confunden con el potasio (K) al momento de alimentarse, con lo que muchas veces la coloración del fruto se ve afectada.

Es muy común que la producción en suelos afectados por sodio sea baja. Antes de plantar les sugiero realizar un análisis de suelo y aportar al mismo las cantidades de yeso agrícola que les recomiende el laboratorio.

• Cloro (Cl). Es menos complicado que el sodio, pero sigue siendo dañino tener cantidades elevadas de este elemento. Sugiero mantener suficiente humedad en las camas, sin excederse, y darle lavado frecuente para irlo desplazando.

Es importante saber si el cloro que tenemos procede del agua o del suelo, ya que si es del agua se complica más el manejo. Antes de plantar, haga un buen lavado del suelo con agua libre o con bajas cantidades de este elemento.