Descubrimientos genéticos del tomate

Sólo en lo que va de año, tres descubrimientos genéticos que resumo a continuación, han saltado con rapidez de los jornales científicos a los medios.

El primero está relacionado con las propiedades saludables del tomate. Unos científicos de la Universidad de Lund, Suecia, en colaboración con colegas de Estocolmo y Copenhague han descubierto que un gen de tomate tiene potencial para tratar tumores cerebrales en el futuro. La técnica de tratamiento está basada en la terapia génica. La idea básica es combinar el gen con AZT (un medicamento desarrollado para el tratamiento del sida) y transformarlo en un gen de cáncer suicida.

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El segundo avance se refiere a la posibilidad de alargar la vida de anaquel del tomate en una semana adicional. Un investigador de la Universidad Purdue descubrió recientemente que agregar un gen de levadura retrasa el envejecimiento y la putrefacción microbiana en tomates y otros frutos.

El científico opina que este avance será muy importante para regiones donde raramente alcanzan a recibir fruta fresca, o donde las condiciones económicas no permiten el almacenamiento en atmósferas controladas. Otro aspecto positivo, según afirma el experto, es que los productores no necesariamente tienen que adquirir un producto modificado genéticamente (GM), sino obtenido a través de métodos naturales. Al parecer, es posible seleccionar cultivares que ya posean la expresión de este gen en niveles altos e iniciar un proceso de selección.

El tercer descubrimiento se refiere también a un único gen, pero esta vez para impulsar rendimiento y sabor en variedades de tomate híbridas. Científicos del laboratorio Cold Spring Harbor Laboratory en la Universidad Hebrea de Israel han identificado un gen que provoca en las plantas un espectacular incremento en el rendimiento. El poder de este gen, que controla cuándo producen flores las plantas, funciona en diferentes variedades de tomate y en diversas condiciones ambientales.

El equipo de científicos hizo el descubrimiento mientras buscaban genes que impulsasen vigor híbrido o heterosis — misterioso fenómeno por el cual el cruce de dos variedades produce un híbrido más vigoroso y prolífico que la línea parental. Finalmente encontraron un híbrido con un incremento de rendimiento observado del 60%.

Al parecer, la razón de dicho incremento se debe a que posee un ejemplar normal y uno mutado de un gen único que produce una proteína llamada florigen.

En las plantas de tomate, la floración (y en consecuencia, el rendimiento) es controlado por un sutil equilibrio entre la proteína florigen, que promueve la floración, y otra proteína que la retrasa. Así, la mutación en un solo ejemplar del gen de florigen hace que el hibrido produzca más flores en menos tiempo, lo cual impulsa el rendimiento.

Además del rendimiento superior, estos híbridos también muestran otra cualidad importante – sabor. Una planta de tomate produce una cantidad limitada de azúcar, el cual distribuye equitativamente entre sus frutos. Según esta teoría, a mayor rendimiento, menor cantidad de azúcar por fruto. Pero lo impresionante del descubrimiento es que el gen de florigen también impulsó la distribución de azúcar hacia cada fruto.

¿Qué otro fruto podría sorprendernos con promesas de larga vida de anaquel, mayor rendimiento, más sabor y esperanza en el tratamiento de enfermedades, en sólo seis meses?

Seguro que el tomate seguirá dando que hablar, pero mientras tanto, confiemos en que estas variedades milagrosas estén disponibles en breve.

 

Reho es la Editora del Grupo Horticultura de Meister Media Worldwide