Supera los retos de los biocontroles con estas técnicas no convencionales

Antes de implementar un programa con éxito, es preciso sobreponerse a una serie de obstáculos y dificultades. Es difícil hacer el cambio hacia el uso de biocontroles en la producción de alimentos, sin embargo, cuando les formamos el programa de control biológico que deben seguir los productores para desarrollar a los organismos que atacarán a las plagas que los afectan: ¿Por qué no están funcionando?

De manera muy parecida a las dificultades que se enfrentan al inicio del programa, hay muchos otros obstáculos que deben ser eliminados para mantener el éxito del programa. A continuación mencionamos algunas maneras de lidiar con ciertos obstáculos que debe enfrentar un programa de control biológico para tener éxito.

Publicidad

Química incompatible
Este es un problema fácil de entender y probablemente sea la causa más común del fracaso de los lanzamientos de los programas de control biológico. Las compañías de productos químicos definitivamente han hecho muchos desarrollos y hay muchas fórmulas químicas nuevas de alta especificidad contra las plagas; así como muchas nuevas etiquetas que estipulan su impacto sobre los agentes de control biológico.
Sin embargo, un insecticida es un insecticida. Incluso si un productor se está asegurando de estar utilizando productos menos agresivos que tengan un impacto mínimo en sus agentes de control biológico, pueden estar corriendo el riesgo de perder sus programas recién establecidos.

Si los productores están cambiando de un programa de aspersiones convencionales basado en piretroides sintéticos, productos organofosfatados y otras formulaciones químicas con control residual prolongado, encontrarán muy difícil establecer un sistema de agentes de control biológico.

Algunas de esas formulaciones químicas tienen persistencia de 16 semanas o más. Mucho tiempo después de que han dejado de controlar la plaga objetivo, continúan presentando riesgos a muchos insectos benéficos.

Condiciones ambientales
La mayoría de los organismos tienen rangos de temperatura y humedad específicos preferidos en los que proliferan con más facilidad. También requieren cierta cantidad de luz o de sombra para desarrollarse.

En el invernadero, hay ciertos eventos que pueden planificarse y algunos otros que resultan difíciles de predecir.
En mi experiencia, en las zonas productoras con rangos elevados de temperatura, puede que haya alta presión de áfidos durante la primavera. La mayor parte de la presión proviene del áfido Myzus persicae, al cual mantuve bajo control con Aphidius colemani.

Teníamos brotes fuertes del pulgón amarillo en nuestras canastas colgantes y en las macetas de 10 cm; así como áfidos como Macrosiphum euphorbiae en los cultivos de hortalizas pequeñas durante toda la primavera. Por lo general lográbamos contenerlos utilizando Aphidoletes aphidimyza.

Supera los retos de los biocontroles con estas técnicas no convencionales
No obstante, los Aphidoletes presentan varias necesidades que los vuelve un poco más difíciles de manejar si es preciso lidiar con condiciones ambientales poco propicias.

Soluciones creativas para tener mejor control
Las larvas de Aphidoletes llegan en capullos y necesitan formar las ninfas a 1.5 cm de la superficie del suelo. Durante esta etapa, requieren sombra.
Cuando el sol surge de repente e ilumina el invernadero, inmediatamente después de la aplicación, las larvas pueden verse en grandes dificultades.

Yo acostumbraba liberar los Aphidoletes dentro del dosel de las canastas colgantes, para mantenerlos humectados y con sombra.
No obstante, cuando la presión se diseminaba en todo el invernadero, requeríamos tener suficiente cobertura.
Producíamos cuatro cultivos en canastas colgantes que eran embarcadas de manera constante. Los invernaderos se vaciaban en unas cuantas horas y nuestros puntos de liberación se iban en los camiones.

 

Asimismo, era difícil encontrar suelo húmedo durante la época en la que las plantas se secan con rapidez por el calor, de tal manera que teníamos que utilizar los aspersores para mojar el suelo.

Tomando todos estos factores en consideración, analicé el equipo con el que contábamos y que podíamos utilizar para formar estaciones de crianza y liberación de Aphidoletes. Quería instalar un sistema que nos permitiera sobrevivir durante ese ciclo agrícola y nos ayudara a definir una estrategia distinta, para el siguiente ciclo, dentro del mismo radio de acción.

Supera los retos de los biocontroles con estas técnicas no convencionales

La “Choza del amor” es un buen ejemplo de cómo la improvisación en el control biológico de plagas puede trabajar a su favor. Foto de: Kelly Vance.

Nuestro equipo desarrolló lo que llamamos la “Choza del Amor” para controlar el calor y las condiciones de iluminación dentro de esa área de acción. También descubrimos una manera de reforzar la reproducción y mejorar el control de nuestras liberaciones.
La “Choza del Amor” es una canasta con una base de 35 cm y un corte cuadrado de 10 cm en la tapa para permitir la salida de los insectos. La maceta de 10 cm insertada en la tapa evita que los aspersores mojen el interior y crea la forma de un iglú. Se coloca un pequeño recipiente con suelo húmedo en el interior y con Aphidoletes en la parte superior. Se cubre todo con una maceta de 10 cm.
Después de fabricar algunas de estas estaciones y distribuirlas de manera uniforme en todo el radio de acción, vimos que la presión del pulgón amarillo y el pulgón de la papa disminuyeron y encontramos mayor número de Aphidoletes en las tarjetas pegajosas cada vez más lejos del punto de liberación. Este sistema funcionó tan bien que empezamos a utilizarlo en todo el vivero con mucho éxito.

Soluciones que ya existen
Este es uno de los casos en los que encontramos una forma de hacer que un organismo funcionara bajo condiciones que tal vez no hayan venido prescritas es la hoja de fichos técnicos.

Sin embargo, cuando algo ha tenido éxito en el pasado, es importante buscar formas de que continúe funcionando. Durante estos tiempos de grandes retos, podemos hacer lo que es más fácil: regresar al método tan trillado de asperjar y rezar. Pero ya sabemos hacia dónde nos conducirá. El personal que contraten para realizar las aspersiones deberá llegar muy temprano o deberá quedarse hasta tarde, cuando las temperaturas sean lo suficientemente bajas para asperjar. Asimismo, será necesario cerrar el invernadero durante los intervalos de reentrada, justo en la época más ocupada del ciclo agrícola.

Por otro lado, podemos adaptar y ajustar nuestra estrategia para aplicar soluciones que ya están disponibles.
Es importante no abandonar los programas de control biológico cuando las cosas se ponen difíciles. Ningún sistema de manejo de plagas es a prueba de balas, ni puede estar totalmente garantizado. También es importante aprender sobre la personalidad de sus invernaderos.

¿Qué ventajas y desventajas presentan? ¿Es el mejor sitio para el cultivo que desean producir?
Algunas veces no tenemos control sobre el destino de nuestras plantas. Durante la temporada alta, los productores aprovechan toda el área disponible y no consideran la distribución ideal de las plantas.

Cuando se siembra un cultivo en este tipo de invernaderos, es importante elaborar un buen programa de producción.
La comunicación en etapas tempranas entre el personal encargado de la producción y la mano de obra y el personal encargado del manejo de plagas, los ayudará a crear la estrategia adecuada y hacer los ajustes necesarios.

Cuando un cultivo sea llevado a un sitio fuera de su control, concentren su atención en aquellos invernaderos que sí pueden manejar y no se den por vencidos. Algunas veces las desventajas pueden ser transformadas en ventajas cuando se piensa de manera creativa.

Este artículo fue originalmente publicado en Greenhouse Grower, una marca de Meister Media Worldwide. El autor, Kelly Vance, es consultor técnico para una empresa crianzadora de insectos benéficos en California.