Opciones de control biológico

La agricultura protegida y las opciones de control de plagas más ecológicas pueden ser combinaciones excelentes siempre y cuando se realice el análisis de compatibilidad adecuado de manera previa y se consideren las necesidades de ambos métodos de manejo de producción.

 Proteja el ambiente productivo

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La naturaleza en sí de los invernaderos presenta una serie de barreras adicionales a los factores abióticos que pueden reducir el rendimiento del cultivo hasta los niveles actuales de cosecha, en lugar de alcanzar su potencial máximo.

El control en los invernaderos de los factores climáticos — como la temperatura y la humedad — propicia las condiciones para obtener mayores rendimientos que en la producción a cielo abierto. Esas mismas condiciones controladas sirven para tener mejor control biológico y utilizar otras herramientas ecológicas alternativas para la protección de cultivos. Dichas herramientas mantienen al margen a los factores bióticos que ocasionan pérdidas en los cultivos.

De esta manera, esas herramientas pueden ser consideradas sencillamente como sustitutos de los medios de control químico tradicionales, o como medios de transición de la producción agrícola convencional a una producción más ecológica.

Este método de producción basado en una perspectiva más amplia es llamado Manejo Integrado de Plagas (MIP), siendo los productos más “verdes” componentes esenciales. Por lo general, este método también es el primer paso que permite a los productores darse cuenta de que el control de plagas es algo más que sólo asperjar.

 Guía de implementación

Sin importar la razón por la que se estén utilizando opciones más “ecológicas,” para que este enfoque funcione es esencial entender que los factores clave de éxito son los mismos que los de los productos químicos convencionales:

Conozca las plagas y enfermedades. ¿Cuáles condiciones las favorecen?, ¿Qué factores afectan su ciclo, incluyendo la estación, la variedad, etc.? y ¿qué se puede hacer para prevenir las plagas y enfermedades, ya sea a través de tipos más resistentes o por medio de otros programas de fertilización?

Inspeccione el campo productivo. La detección temprana es parte indispensable de cualquier método de control de plagas, pero es aún más importante en el caso de los productos ecológicos que tienden a ser menos agresivos. El pasar por alto el inicio de la infestación puede poner en peligro el nivel de control y/o incrementar el número de las aplicaciones que se necesiten.

Conozca el producto. Debido a que los distintos productos pueden utilizar diferentes modos de acción, es útil conocer su forma de acción para elegir el producto correcto, o poder alternar los productos adecuadamente.

Eficiencia comprada

Más que un ideal inalcanzable para la industria, MIP es un método de control comprobado utilizado por el 90% de los productores de hortalizas bajo invernadero en los Países Bajos, dando como resultado más del 80% de reducción en el uso de plaguicidas, a lo largo de los años.

MIP ha sido un método tan útil, que ha sido considerado la norma en la industria hortícola de ese país durante varias décadas.

Naturalmente, ese desarrollo no ocurrió de la noche a la mañana y su uso no está restringido a operaciones con condiciones de alta tecnología. Sus competidores en el resto del mundo sintieron los efectos de los beneficios obtenidos por los productores holandeses al comercializar productos más inocuos.

 Protección del mediambiente local

Muchas soluciones de control biológico son específicas para cada país, por lo que es necesario probarlas a nivel local. A veces todavía no han sido introducidas en ciertos países y en otros casos no se pueden utilizar debido a que la normatividad ambiental protege las especies nativas. Por esta razón — incluso cuando las compañías internacionales tengan presencia en distintos países — no siempre se pueden ofrecer las mismas soluciones.

Por otro lado, también puede ser parte de los planes y las estrategias de comercialización de las distintas compañías.

En la actualidad, las soluciones más “verdes” son tan diversas como los problemas que enfrentan los productores todos los días; y gracias a la forma en la que trabaja la naturaleza, es muy probable que exista un enemigo natural de cada plaga y cada enfermedad que enfrentan los productores.

Es cuestión de tiempo, investigación y demanda del mercado para que la ciencia encuentre soluciones dentro de la naturaleza que se puedan cultivar en los laboratorios o en las fábricas de productos biológicos para llevarlas al mercado. Naturalmente, esta oportunidad de mercado no pasó desapercibida por las compañías de agroquímicos.

México es uno de los principales proveedores de alimentos frescos en Norteamérica. Hoy día, el país está obligado a conocer las opciones para la producción de alimentos inocuos y será una gran ventaja tener las soluciones técnicas adecuadas a su disposición. El conocimiento es la forma de aprovechar esas opciones y ponerlas en práctica.