Monitorea, prevén y controla la Mosca blanca

Monitorea, prevén y controla la Mosca blanca

En un artículo anterior, les comentamos sobre las características básicas de la Mosca blanca, sus hábitos, diferentes especies y daños causados. En este artículo, compartimos recomendaciones sobre el monitoreo, prevención y control de esta plaga en cultivos de tomate.

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Monitoreo de la Mosca blanca

Tanto en el vivero como en el invernadero de producción, debe tenerse un estricto programa de monitoreo y muestreo a través de todo el tiempo de producción pues en base a los resultados que se obtengan se decide la estrategia de control. En el caso de la Mosca blanca, la base del monitoreo se hace por medio de trampas amarillas con pegamento. Además, se revisan las plantas en búsqueda de estados inmaduros. Muchas veces se puede notar que en áreas cercanas a las puertas o ventanas, la presencia de la mosca blanca es más persistente debido a que es su vía de acceso principal. Las orillas de los invernaderos son zonas predilectas pues por ser más cálidas, el desarrollo de la mosca es más rápido.

Acciones básicas de monitoreo

  1. Se colocan de 20 a 50 trampas de monitoreo por hectárea, a mayor presión de plaga, mayor número de trampas.
  2. Se designan lugares fijos para colocar las trampas. La trampa se coloca, se deja pasar una semana, se cuenta, se registran los resultados y se cambia la trampa por una nueva. Las trampas viajas se pueden usar para seguir atrapando plagas mecánicamente.
  3. Se crea un mapa con la ubicación de las trampas. Se asigna un número a cada posición de trampas para referencia.

Adultos: Se monitorean nominalmente los adultos atrapados en las trampas por medio de conteos semanales de éstas. Se expresa con números enteros según lo encontrado en cada trampa. Se recomienda sacar un promedio por semana por trampa.

Huevecillos, larvas y pupas: Se monitorea el envés de las hojas de la parte media y baja de la planta, para buscar presencia de larvas y/o pupas. Los huevecillos se buscan en la parte apical, principalmente al inicio del cultivo. Las observaciones en estos casos son sólo de presencia o ausencia, determinando el porcentaje de las hojas en que se observó resultado positivo. La distribución de B. tabaci en los foliolos no es tan homogénea como en el caso de T. vaporariorum por lo que el tamaño de la muestra debe ser mayor para la primera. Sin embargo, suele presentarse el caso de que ambas especies coexistan en el invernadero, incluso en la misma planta; entonces encontraremos las pupas de Bemisia en un estrato más superior que las pupas de T. vaporariorum. Esto es debido a que la oviposición ocurre en las hojas jóvenes y el tomate tiene un crecimiento acelerado en invernadero. Como el ciclo biológico de T. vaporariorum es más lento, cuando llegan a ser pupas, las hojas ya no son jóvenes.

Medidas preventivas y control cultural

Ya se comentó que el monitoreo es necesario para saber qué tipo de control se debe realizar, sin embargo, lo ideal es que no se llegue a tener esta plaga (ni ninguna otra) dentro del invernadero. Dice el viejo y conocido refrán: “más vale prevenir que lamentar”; y el tema del manejo fitosanitario no es la excepción pues algunas medidas preventivas representan una inversión muy rentable. A continuación se describen brevemente las principales medidas profilácticas que se deben considerar en el cultivo de tomate bajo invernadero.

La maleza constituye un excelente hospedero para Mosca blanca, por lo que tanto el semillero como el invernadero deben estar libres de malezas, no sólo dentro, sino en los alrededores del invernadero, antes de introducir la plántula. Es indispensable que el vivero tenga mallas que no permitan la entrada de la mosca. Antes del transplante, se puede eliminar a los posibles adultos al cerrar la ventilación para que se incremente la temperatura o bien realizar una termo nebulización con piretrinas naturales o algún piretroide sintético con acción de derribe.

La colocación de mallas densas (15 x 10 hilos/cm2) impide la entrada de estos diminutos insectos, sin embargo, en regiones muy cálidas la disminución de la ventilación puede ser perjudical al cultivo; por lo anterior se debe buscar un balance entre requerimientos climáticos y control de patógenos. La mejor opción en ambos casos es tener ventilación forzada o tener amplias ventanas cenitales, además de las laterales y frontales.

Nunca está de más recordar las acciones preventivas básicas, tales como tener un estricto control de la apertura de puertas, usar doble puerta y si es posible, tener una pequeña abertura con varias capas de plástico para sacar la cosecha del invernadero. Usar algún desinfectante (de preferencia sales cuaternarias de amonio) para manos, herramientas de corte y accesorios que entren en contacto con las plantas. Los visitantes y personas ajenas al invernadero deben usar batas para evitar contaminaciones.

En breve, compartiremos más técnicas de control mecánico, biorracional, biológico y químico de la Mosca blanca. 

Obtén más información

Este artículo y fotos fueron extraídos y adaptados del capítulo “Mosca Blanca,” escrito por Rafael Bujanos Muñiz y Jesús Arévalo Zarco, del Manual de Producción de Tomate en Invernadero, libro que se enfoca en la producción protegida de tomate de tecnología baja e intermedia. El Manual contiene cerca de 500 páginas a todo color, 111 cuadros y 81 figuras para orientar al técnico en los aspectos cotidianos de la producción del tomate de invernadero.

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