Mantenga un ambiente de producción libre de enfermedades

Podría estar presente un huésped susceptible a un patógeno que se encuentre en el lugar y momento adecuado, pero ninguna enfermedad puede sobrevivir a menos de que su entorno se lo permita. El entorno es clave en el desarrollo de enfermedades.

 
 
 

Temperatura

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Cada etapa del ciclo de vida de un patógeno es afectada por la temperatura. Desde la germinación de la espora hasta la penetración en el huésped, a nueva esporulación y desarrollo. Cada patógeno tiene una temperatura mínima, óptima y máxima para su desarrollo.
Por ejemplo, Verticillium dahliae es más activo y causa marchitez a temperaturas entre 25-28ºC, pero Verticillium albo-atrum es más activo entre 0-25ºC.
 Recuerda que mantener tasas de humedad bajas reduce el % de germinación de esporas fungales en tu producción.

Humedad

Las bacterias rezuman de las aperturas y los hongos esporulan cuando existe alta humedad, creando un inóculo para nuevos huéspedes. El agua en cualquiera de sus formas usualmente se convierte en un conductor importante para la esparción del patógeno.
Un buen ejemplo del factor humedad es la pudrición de la semilla y raíz en suelos con drenaje deficiente. Sin embargo, es irónico que algunas enfermedades causadas por Sclerotinia spp., pueden ser controladas al al inundar el suelo temporalmente.

Combinación critica