Los organismos benéficos protegen tus cultivos de hortalizas, dentro y fuera de los invernaderos

pepino_cucumberLa búsqueda constante de soluciones es importante para cualquier industria y la agricultura no es la excepción.

Un productor de invernadero neoyorquino, Mark Zittel, se embarcó en la busqueda de soluciones para el control de plagas, lo cual le llevó a realizar un estudio para determinar el impacto que podrían tener los insectos en las plagas de invernadero.

Publicidad

“Mark deseaba saber si ese impacto podría funcionar en operaciones a gran escala en el campo y en una reducción considerable en el uso de insecticidas,” dice Robert Hadad, experto en productos comercializables del Departamento de Extensión Cooperativa de la Universidad Cornell.

 

LEE MÁS: Solarización de suelos

Caso de éxito
Zittel cultiva cerca de 100 hectáreas de hortalizas en el Valle Eden del estado de Nueva York — propiedad de su familia durante 120 años. Hadad dice que actualmente los trasplantes de hortalizas cultivados en invernadero están practicamente libres de plagas.

El proporcionar un hábitat a los insectos benéficos ha contribuido a mantenerlos dentro de los campos de cultivo.

Diez años atrás Zittel no hubiese considerado sus operaciones agrícolas como el medio natural para el aprovechamiento de insectos benéficos.

En realidad, al realizar los estudios superiores en Ciencias Vegetales en la Universidad Cornell, Zittel aprendió y sigue utilizando muchas prácticas esenciales del Manejo Integrado de Plagas (MIP).

“Sin embargo en aquel entonces el uso de los insectos benéficos era incipiente,” comenta Zittel. “Me llevó cuatro o cinco años digerir esa información,” comenta.

Control por MIP para áfidos y trips
Zittel cultiva sus trasplantes en invernaderos para venta al mayoreo. Los invernaderos repletos de plantas en floración ofrecen los mismos beneficios a las plagas que a las plantas cultivadas: alimento, luz solar y calor.

Así, los cultivos de Zittel fueron atacados de manera especialmente agresiva por dos tipos de plagas: áfidos y trips.

Estas plagas sencillamente aprovechan los trasplantes realizados a principios del ciclo de cultivo, para trasladarse hacia el exterior, explotando en poco tiempo como infestaciones a escala completa.

“Los estamos atacando con todo lo que podemos en los invernaderos,” afirma Zittel. “Sin embargo, en cuanto salen al exterior, las plagas proliferan sin control. Además, los residuos de aspersiones realizadas en invernadero eliminaban a los insectos benéficos en el campo de cultivo.”

LEE MÁS: Identifica y controla plagas en tu invernadero

¿Cuál fue la respuesta del MIP?
Zittel dedicio probar dos herramientas de control biologico, utilizando la planta de caléndula y un enemigo mortal — la chinche Orius, también llamada Chinche pirata diminuta.

Tanto trips como áfidos adoran las plantas de caléndula, al igual que el depredador natural de estos insectos-plaga, la chinche Orius, la cual se alimenta del polen de esta planta cuando escasean las plagas.

Las charolas sembradas con caléndula sirvieron de viveros o criaderos para estos pequeños insectos, permitiendo que las poblaciones de presas (plagas) crecieran lo suficiente para servirles de alimento. Zittel trasplantó esas mismas caléndulas al exterior junto con los pimientos.

Reducción en fumigaciones
En términos generales, Zittel asegura que ha podido eliminar ocho aspersiones de insecticida por cada ciclo agrícola.

De hecho, su trabajo de investigación fue reconocido recientemente con el “Premio a la Excelencia en MIP,” otorgado por el programa de Manejo Integrado de Plagas del Estado de Nueva York (Estados Unidos).

“El compromiso de Mark Zittel con el MIP y la protección ambiental de sus operaciones es una gran fuente de inspiración,” comenta Jennifer Grant, Codirectora del Programa de MIP de Nueva York. “Esperamos inspirar a un mayor número de personas.”