Correctores salinos

Tablas: Guãa de plagas de chiles y pimientos

La agricultura de regadío moderna, depende tanto de la cantidad como de la calidad de las aguas de riego. Para la evaluación de calidad, se tienen en cuenta características físicas y químicas del agua, pero son escasas las ocasiones en las que se consideran otros factores.

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La calidad del agua no se puede considerar aisladamente — depende de múltiples factores, como características del suelo/sustrato, cultivo, tipo de riego, laboreo del suelo, condiciones climáticas, etc.

El uso de agua de una determinada calidad está determinado por su manejo, condiciones que controlan la acumulación de sales y su efecto sobre el rendimiento de los cultivos.

Los efectos del suelo más comunes, según los cuales se evalúa la calidad del agua empleada, son los relacionados con salinidad, velocidad de infiltración del agua en el suelo, toxicidad debida a iones específicos y otros problemas menos habituales.

Conductividad Eléctrica (CE) y salinidad

La concentración salina total puede estimarse indirectamente mediante la medida de Conductividad Eléctrica (CE). Un valor elevado de CE induce, a su vez, una serie de efectos indirectos:

  • Disminución de absorción de agua por las raíces debida al aumento de la presión osmótica en la disolución del suelo.
  • Deterioro de características físico-químicas de los suelos como consecuencia de una adsorción excesiva del ión sodio en el complejo coloidal y/o una acumulación de sales solubles en el perfil del suelo.
  • Toxicidad específica para las plantas de algunos constituyentes tales como boro, cloruros y sodio.

Como principales efectos beneficiosos de la aplicación de aguas de riego, aparte del suministro de agua y algunos nutrientes, señalar la lixiviación de las sales acumuladas y, según la composición química del agua empleada, el mejoramiento de la estructura del suelopor reemplazamiento del sodio adsorbido por el calcio y el magnesio contenidos en el agua.

Efectos sobre el suelo

El grado de concentración salina se mide indirectamente en base al hecho de que conforme aumenta la concentración de sales solubles ionizadas en una disolución, ésta conduce mejor la electricidad, luego la medida de la CE nos informa sobre la concentración de sales existente.

De este modo se puede conocer la cantidad aproximada de sales (en g/L) en disolución, midiendo la CE (dS/m) y multiplicándola por un factor (entre 0.65 y 0.85, en función del tipo de sales que predominen).

Cuando se aplican aguas de riego a un suelo, una parte se infiltra y otra es retenida en el propio suelo. Esta fracción retenida es la que aporta sales al suelo. La acumulación se produce en aquellos lugares del perfil donde tiene lugar la evaporación o la extracción de agua por las raíces.

Tolerancia de cultivos a la salinidad

Cada planta tiene unos límites de tolerancia a la salinidad, si bien éstos son mayores en invierno y en estado adulto que en verano en plantas jóvenes. En cualquier cultivo, su rendimiento no se ve afectado conforme aumenta la salinidad, hasta alcanzar un nivel (valor umbral) a partir del cual el incremento salino conlleva una progresiva disminución, más o menos rápida, de la producción.

En la tabla 1 se indican los valores umbrales de CE para diferentes cultivos hortícolas referidos a plantas adultas y riegos tradicionales. En germinación y en estado de plántulas, estos valores generalmente son menores. Valores mayores de los indicados pueden suponer pérdidas de rendimiento superiores al 10%, aunque se debe tener en cuenta que climatología de la zona, variedad, portainjerto, propiedades y tipo de suelo, composición iónica que genera la CE, manejo del cultivo, etc., pueden hacer variar notablemente los datos expuestos, por lo que deben tomarse exclusivamente como referencia.

Al contenido salino del agua de riego hay que añadir el que aportan los fertilizantes ya que, excepto la urea, todos son sales que se disocian en sus iones correspondientes en el agua, aumentando la CE de la misma. Además, hay que tener en cuenta factores como propia salinidad del suelo, lluvias, frecuencia de riego, etc., que van a influir en la CE de la disolución del suelo.

Clima y fertilización correcta

Bajo climas áridos con ausencia de lluvias que permitan un lavado de las sales del suelo en profundidad, y en cultivos protegidos, se favorece la acumulación de sales en el suelo — más aún si se emplean aguas de elevado contenido salino y/o existe un uso inadecuado de fertilizantes. Por ello es necesaria la correcta dosificación del abonado y el uso de aguas de riego de buena calidad, o al menos acordes con el cultivo establecido — de ahí lo imprescindible del control de CE en el suelo.

Tabla 2. Análisis de extracto saturado de la parcela muestreada.

Los suelos arenosos tendrán una débil capacidad de retención de agua, y por ser muy permeables, drenarán más fácilmente y su salinización será más difícil. Aquellos suelos que tengan una textura muy fina (arcillosos), tendrán una capacidad de retención grande y su lixiviación será difícil, sobre todo si en su complejo de cambio predominan los iones sodio, como después veremos. En este caso, debido al gran volumen de agua retenida, ésta proporcionará una gran cantidad de sales y el riesgo de salinización será máximo.

De este modo, las aguas de riego y los fertilizantes incorporan sales al suelo (o sustrato) y las aguas de drenaje las eliminan. Cuando la cantidad de sales aportadas supera a la cantidad eliminada, el suelo (o sustrato) sufre un proceso de salinización. Un suelo se considera salino cuando tiene CE superior a 4 dS/m en el extracto de saturación.

La recuperación de los suelos salinos es muy complicada y costosa. En primer lugar, hay que establecer un sistema de drenaje que permita el lavado de sales en exceso; después hay que efectuar este lavado mediante riego, y el problema se agrava cuando el riego se realiza también con aguas salinas, lo que exige un control riguroso del contenido de sales del agua y del extracto del suelo mediante medidas de CE. Es aconsejable que los suelos sean permeables si el agua de riego tiene un contenido salino alto.

Contrarrestar efectos salinos

Una opción para contrarrestar efectos salinos producidos por iones como Na+ y Cl- es el empleo de correctores salinos a base de sustancias orgánicas de fácil degradación. Algunas de estas sustancias, disponibles comercialmente, se basan en un complejo cálcico-orgánico, muy efectivo en aplicación vía radicular (fertirrigación) y/o foliar, para ir suministrando calcio y ácidos orgánicos de forma constante y equilibrada a lo largo del ciclo vegetativo del cultivo. Además, estos productos pueden actuar como correctores de salinidad-sodicidad, desbloquear microelementos e incluso podrían mejorar la estructura del suelo.

En la composición química del corrector salino hay calcio, materia orgánica y ácidos polhidroxicarboxílicos.

El calcio, al ser un ion divalente, actúa como contraión y puede desplazar al sodio existente en el suelo, siempre y cuando se encuentre en una forma intercambiable. Los ácidos polihidroxicarboxílicos u orgánicos se unen entre sí para formar una única molécula gigante. Al ser ésta de origen 100% natural y por la forma de su obtención, estos ácidos se obtienen con características quelatantes o aglutinantes. Además, los azúcares que los constituyen contribuyen a mejorar la estructura del suelo (a través de su descomposición bacteriana se incrementa la agregación de las partículas que lo constituyen) y se agrupan en tres grupos: fenólico libre, carboxílico y polisacáridos.

Efectos de un corrector salino en cultivo de cebolla

Con objeto de observar los efectos de aplicación de un corrector salino como el descrito anteriormente se muestrearon diferentes puntos de una parcela ubicada en Ahome, Sinaloa. En las tablas adjuntas se muestran resultados de un análisis de extracto saturado de la parcela muestreada (Tabla 2), así como el análisis del agua de riego (Tabla 3).

En base a estos datos vemos que con una calidad de agua suficiente para efectuar una fertilización óptima y que a su vez ayude a desplazar sales sin incorporar al suelo una cantidad significativa de éstas, se puede realizar un excelente manejo de fertirriego.

Los resultados del ensayo (Cronología del ciclo del cultivo) demuestran que es posible producir cebolla de calidad en condiciones de extrema salinidad, mediante la aplicación del corrector salino adecuado.

La información para este artículo fue proporcionada por Hortical. Si desean más información o recibir el estudio completo, pueden escribir a [email protected].