Control de paratrioza, pulgón saltador o psílido de la papa y el tomate

Estrategia integrada

 

Cuando la presencia de una plaga se extiende por diversas regiones, se deben analizar sus efectos para determinar el umbral económico. Este es el caso del pulgón saltador, psílido o paratrioza (Bactericera cockerelli).

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Esta plaga chupadora, encontrada originalmente en el oeste de EUA, se caracteriza por inyectar sustancias tóxicas causantes de amarillamiento de las plantas, y por ser un vector de fitoplasmosis.

Se considera una plaga endémica en el norte y noroeste, especialmente en Chihuahua, Coahuila, Baja California y Sinaloa, así como en el occidente y centro, donde ha causado daños severos. Se ha detectado en casi todas las zonas donde se cultiva papa, tomate y chiles.

 

Hábitos de comportamiento

En opinión de los investigadores del INIFAP, Dr. J. A. Garzón Tiznado y MC M. Avilés González, esta plaga cuenta con un amplio rango de hospedantes; sobrevive en ambientes de 7 a 35º C (ninfa, huevo y adulto), y máximo 40 ºC (adulto); sus hábitos migratorios le permiten volar a una altura de hasta 1.5 km y por tanto sobrevuela amplias zonas de cultivo; aunque se desconoce cómo pasa el invierno, puede emigrar a grandes distancias para evitar temperaturas extremas, y prefiere arribar a los cultivos en las primeras horas de la mañana y cuando se presentan vientos dominantes del Norte.

 

Tipo de daños

La plaga posee gran capacidad de adaptación, cuyos daños pueden ser directos (amarillamiento o raquitismo producido por inyección de toxinas por las ninfas), o indirectos (efecto transmisor de fitoplasmas). Su asociación con daño permanente del tomate y punta morada de la papa está plenamente comprobada en México.
    • Daño permanente.
Las plantas infestadas muestran clorosis de brotes y enrollamiento de hojas inferiores, que adquieren textura quebradiza y color verde intenso y brillante. Según estudios realizados por INIFAP, el fitoplasma provoca aborto de flores y achaparramiento de la planta, con fungosis de la raíz, causada por el debilitamiento de la planta y mayor suceptibilidad al ataque de otros patógenos. Igualmente, han logrado determinar la relación entre temperatura y desarrollo del fitoplasma, con daños del 30 al 95% de plantas infectadas.
    • Punta morada. Se transmite vegetativamente (por la semilla) y mediante vectores (paratrioza o chicharritas). Generalmente los síntomas aparecen de 75 a 80 días de la siembra, y consisten en raquitismo de plantas, con hojas acartonadas y dobladas hacia el haz, y abultamiento de yemas axilares de en tallos. Se presenta aborto prematuro de la floración y coloración morada en la punta de las hojas apicales, con amarillamiento del resto del follaje. Se ha observado además, acortamiento de entrenudos, reducción de rendimiento, necrosis vascular y manchado del tubérculo.

 

Manejo integrado

Se recomienda establecer una estrategia regional que incluya control legal: ordenamiento de la fecha de siembra, rotación o supresión de cultivos y manejo de residuos; uso de semilla certificada de papa, y verificación de trasplantes de tomate para evitar utilizar plantas o injertos contaminados.

También se pueden tomar medidas de control agronómico, como rotación de cultivos y poda de hojas, cuando se pronostica la presencia de la plaga.

Otro aspecto importante es el control biológico, con insectos benéficos en áreas circundantes en condiciones cálidas, y aplicaciones de hongos entomopatógenos bajo condiciones de elevada humedad.  

 

Umbral económico

Se recomienda establecer un riguroso monitoreo con trampas de color naranja o amarillo, así como trampas de agua (Maericke); muestreo de hojas y foliolos, y el uso de redes entomologicas para detectar la presencia de la plaga.

Si no se ha logrado prevenir la infestación, implementar un programa de aplicaciones foliares con insecticidas de diferentes formas de acción. Entre los ingredientes para el control de paratrioza están los neonicotenoides (Imidacloprid), con la ventaja de protección prolongada, cloronicotilinos (Thiacloprid) con actividad sistemica y traslaminar, o bien una combinacion de piretroides y neonicotenoides, que trabajan con dosis bajas y son de efecto inmediato. Para control químico puede utilizarse productos cuyo ingrediente activo es Spiromesifen, que actúa por contacto sobre insectos y ácaros, con mayor seguridad para insectos benéficos y proporcionando una herramienta muy útil en manejo de resistencia.

 

 

 

Referencias: Boletín técnico de Paratrioza o pulgón saltador del tomate y la papa. Ramirez Ornelas, D. (Tomate); Cambero Ramirez, L.M., Bayer CropScience 2006. www.bayercropscience.com.mx