Control coordinado de plaguicida y biocontroles en producción protegida

La decisión de reducir o eliminar el uso de los neonicotinoides y otros plaguicidas ha llevado a aumentar el interés en los controles biológicos como solución viable para el control de plagas, en especial los áfidos, la mosquita blanca y los piojos harinosos. Los productores que se esfuerzan por iniciar un programa de control biológico aprenden con rapidez que no hay ningún método fácil para tener éxito.

Todos los programas varían, dependiendo de la plaga, la presión de la plaga, las plantas y las variedades, los microclimas y las prácticas de producción.

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La combinación de varios factores hace que algunas veces sea necesario realizar programas individualizados para cada uno de los diferentes invernaderos dentro de la misma operación.

Asegúrate de la calidad de su control biológico

Como ocurre con cualquier otro programa de manejo de plagas, los programas de control biológico inician con la identificación correcta de la plaga, la determinación de la presión de la plaga y el reconocimiento del nivel de tolerancia que tiene el productor ante la infestación y el daño. La comprensión de los microclimas y las prácticas de producción que producen microclimas también son factores importantes.

La combinación del conocimiento sobre la identificación de las plagas y las especificaciones de producción les ayudarán a comunicarse adecuadamente con sus proveedores y a seleccionar los mejores agentes de control biológico para cada caso.

Cuiden la calidad de los organismos benéficos y contacten a su proveedor de inmediato si estos organismos no sobreviven adecuadamente o se comportan de manera anormal a su llegada. Vale la pena trabajar con proveedores que están dispuestos a apoyarlos y guiarlos durante todo el proceso. Tal vez tendrán que trabajar con varios proveedores para desarrollar un programa de control biológico integral que incluya los distintos productos. Asimismo, es probable que deban realizar varios cambios, o puedan estar a punto de darse por vencidos muchas veces, antes de definir un método probado y eficiente, así es que deben ser flexibles y pacientes.

Muchas operaciones que utilizan controles biológicos de manera preventiva han tenido éxito al cultivar productos de alta calidad con pocos insumos químicos.

Cuando ocurre algún brote, ya sea porque la especie de esa plaga no puede ser controlada mediante el programa de control biológico existente, o porque la presión de la plaga es demasiado alta para que los organismos benéficos la puedan controlar de manera efectiva, los productores tendrán que recurrir nuevamente al uso de plaguicidas convencionales. Asimismo, un productor tal vez necesite aplicar plaguicidas si desean reducir la densidad de la plaga antes de liberar o aplicar los organismos benéficos.

Cuida de sus organismos benéficos

Los plaguicidas tienen como objeto eliminar o suprimir el crecimiento de los organismos vivos, ya sean insectos, ácaros, hongos, malezas, nematodos, u organismos benéficos; por lo tanto pueden tener efectos directos e indirectos sobre los organismos benéficos. Los efectos directos incluyen la toxicidad residual o aguda; así como la mortalidad, cuando los organismos benéficos son expuestos a una dosis letal; o pueden presentar una reducción en su eficiencia a largo plazo, en la fecundidad, en su patrón de alimentación, o en la supervivencia de la progenie cuando son expuestos a residuos sub-letales que puedan haberse quedado en la superficie de las plantas, en el hospedero o en su presa.

Manténte actualizado sobre investigaciones

Se están llevando a cabo proyectos de investigación con distintos sistemas de cultivo para intentar responder a preguntas comunes de compatibilidad entre plaguicidas y agentes naturales de control. Por ejemplo, Roberto López, Profesor Asistente y Extensionista Especializado en Floricultura de la Universidad Purdue (EUA) junto con sus colegas, reportaron que el acaricida fenpiroximate, incluso a 0.125 veces la dosis de la etiqueta recomendada para la producción de pimiento bell en Florida podría reducir un 30% los números de A. swirskii adultos y un 45% los números de huevecillos producidos, 24 horas después de la aplicación.

No obstante, la toxicidad se redujo cuando el residuo se añejó y se disminuyó la dosis de aplicación.

Existen incontables proyectos de investigación similares que combinan distintas especies de plagas, diferentes especies de organismos benéficos, así como diferentes ingredientes activos, concentraciones residuales y tiempos residuales. Los fabricantes de plaguicidas corren pruebas de manera rutinaria para evaluar la compatibilidad de sus productos como parte del proceso de evaluación del producto. Un estudio patrocinado por BASF para evaluar los impactos agudos y residuales del agroquímico Sultan sobre las tasas de supervivencia y reproducción de A. swirskii y P. persimilis se está llevando a cabo en los invernaderos de la Universidad de Florida (Lance Osborne), la Universidad de California (Jim Bethke), y en la Universidad Clemson (J.C. Chong).

Procedan con cautela

Por lo general los plaguicidas son incorporados a las listas de productos que se pueden utilizar tomando como base sus niveles de toxicidad o la mortalidad de los organismos benéficos al entrar en contacto directo con los plaguicidas o sus residuos. Cuando requieran aplicar algún plaguicida, utilicen siempre el producto más compatible. Es importante reconocer que las bases de datos no están completas y puede ocurrir que no estén registradas las diversas combinaciones de plaguicidas y organismos benéficos. En ese caso, consulten con sus proveedores y procedan con cautela.

Hay varias formas de lograrlo. De hecho, hay varias empresas que están realizando su propia investigación sobre la compatibilidad entre sus productos más populares y los organismos benéficos. El propósito de estos estudios es cerrar las brechas de conocimiento en las bases de datos, así como determinar las mejores soluciones para sus operaciones.

Cómo seleccionar sus productos

Cuando sea necesario utilizar un plaguicida, seleccionen el producto que tenga el efecto residual o la persistencia más corto, de tal suerte que puedan liberar los organismos benéficos poco después de la aplicación del plaguicida.

La aplicación del plaguicida utilizando un método de aplicación indirecto o selectivo, como la inmersión o el baño al cuello de la plantas (drench), siempre que sea posible, también ayudará a reducir
la exposición.

El tratamiento localizado puede reducir la proporción del área afectada, o de los organismos benéficos afectados, pero también es importante asegurarse de que el plaguicida sea aplicado en un área del invernadero donde no haya deriva (así es, también hay deriva dentro de los invernaderos) y pueda llegar a afectar alguna área donde los organismos benéficos estén trabajando de manera activa.

Finalmente, siguiendo una tendencia cada vez más reconfortante para las operaciones de acabado que practican el control biológico, los propagadores están empezando a utilizar organismos benéficos.

Trabajen junto con sus propagadores para garantizar la obtención de materiales que sean producidos con controles biológicos o con plaguicidas compatibles; ya que esto puede ser la piedra angular para el establecimiento de un programa de control biológico con más éxito en sus invernaderos.

Consecuencias no intencionales del uso de plaguicidas

Los efectos indirectos de los plaguicidas sobre los organismos benéficos reciben menos atención de los investigadores y los productores; sin embargo son tan importantes como los efectos directos.

La aplicación de plaguicidas puede reducir las poblaciones de plagas hasta niveles tan bajos que los organismos benéficos no pueden sustentar una población viable y efectiva. Los productores que utilizan control biológico en sus invernaderos, contrarrestan este efecto liberando organismos benéficos de manera periódica para mantener la densidad poblacional a un cierto nivel, o al proporcionar suplementos alimenticios (por ejemplo presas alternativas o polen sobre plantas trampa).

Julie Faucher Delisle de la Universidad de Montreal (Canadá) y sus colegas mostraron que los suplementos de polen de manzana aumentaron el control del trips occidental de las flores por medio de A. swirskii, en la producción de crisantemo de invernadero. Vivek Kumar y sus colegas del Departamento de Entomología y Nematología de la Universidad de Florida (EUA), identificaron que el pimiento ornamental (en especial la variedad “Red Missile“), es una excelente planta trampa y fuente de polen para A. swirskii. En realidad ya hay varios proveedores en el mercado de sistemas de plantas trampa.

A fin de desarrollar un programa de control biológico que considere los efectos directos e indirectos de la aplicación de plaguicidas sobre los organismos benéficos, es preciso planificar con todo detalle.

El conocimiento y la experiencia de otros productores, proveedores e investigadores, les ayudará tanto a los productores que apenas incursionan en el control biológico, como a los productores con experiencia, a lograr el éxito con sus programas de control biológico.



Artículo escrito por Por Juang-Horng Chong. Chong es Profesor Asistente del Departamento de Entomología en Clemson University, Artículo originalmente publicado en American Vegetable Grower, revista hermana de Productores de Hortalizas, ambas marcas de Meister Media Worldwide.