Biosistema, una alternativa viable en producción

Biosistema, una alternativa viable en producción

La producción de hortalizas se ha llevado a cabo en regiones con climas adecuados y es una de las actividades agrícolas más rentables, debido a su alto valor y consumo.

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Como todos los cultivos, actualmente se encuentra en un gran dilema, ya que su producción masiva requiere el uso de plaguicidas químicos y altas cantidades de fertilizantes, lo cual contamina suelos, medio ambiente y por ende afecta a la salud humana. Asimismo, la producción hortícola estará sin duda afectada en los próximos años por el cambio climático, lo que influirá en encontrar métodos para mejorar los sistemas de producción de las mismas.

¿En qué consiste un biosistema agrícola?

La degradación y/o contaminación de los suelos agrícolas ha ocasionado pérdida de su fertilidad, en parte debido a las aplicaciones excesivas o incorrectas de fertilizantes y plaguicidas. La comunidad científica, consciente del problema de degradación de suelos en algunas regiones, ha centrado sus esfuerzos en lograr el llamado biosistema agrícola — un concepto que engloba una serie de alternativas viables para la producción de alimentos nutritivos, saludables y en armonía con el medio ambiente. Pero, ¿qué es precisamente un biosistema agrícola?

Este concepto integra todos los factores que intervienen para que una planta logre expresar todo su potencial genético, considerándolo como un todo. Es decir se basa en la relación suelo-planta-ambiente. Entre los factores o partes a considerar destacan microorganismos, nutrientes y ácidos orgánicos, los cuales describimos a continuación.

Microorganismos benéficos

Un suelo virgen contiene gran cantidad y variedad de microorganismos, los cuales realizan las mismas funciones que usted y yo — nacen, se alimentan, desechan sustancias al exterior, crecen, se reproducen, pueden enfermarse y/o morir de viejos.

Entre ellos están el 90% de las bacterias, hongos y actinomicetos. Estos microorganismos son benéficos para el suelo, ya que son los seres vivos encargados de transformar casi cualquier tipo de material de origen orgánico (formado principalmente por carbono) a esos seres vivos incapaces de verse a simple vista, pero de tamaño ideal para que pueda ser tomado por las plantas. El 10% restante de los microorganismos son los patógenos, ya que causan algún tipo de efecto negativo para los seres vivos, desde el más leve hasta la muerte.

En un suelo agrícola explotado tradicionalmente con agroquímicos agresivos, los microorganismos benéficos podrían haber desaparecido para dar lugar a microorganismos que potencialmente causarían enfermedades a las plantas y a quienes las consumen. Para revertir este efecto negativo de la agricultura tradicional, el biosistema considera la incorporación de grupos de microorganismos benéficos al suelo agrícola.

Nutrientes, alimentos necesarios

Se refiere a los alimentos necesarios para que los microorganismos benéficos incrementen su actividad, se multipliquen y generen redes alimenticias.

Normalmente, en el suelo ocurren una serie de reacciones químicas realizadas por los microorganismos o sustancias producidas por ellos que van descomponiendo a los individuos que mueren constantemente — ya sean animales, plantas o los mismos microorganismos — hasta un tamaño pequeñísimo que puede ser absorbido por las plantas.

Este proceso natural es alterado con prácticas agrícolas basadas en el uso de químicos diseñados para eliminar plagas, hierbas, nemátodos y hongos (plaguicidas, herbicidas, nematicidas y fungicidas, respectivamente). La paradoja consiste en que la aplicación de ciertas técnicas enfocadas a incrementar la producción de alimentos, en ocasiones destruye toda forma de vida en el suelo, disminuyendo el alimento disponible para los microorganismos. En cambio, con la integración del biosistema agrícola, se considera como parte fundamental la restitución al suelo de nutrientes tales como ácidos orgánicos y extractos de algas, entre otras sustancias naturales que estimulan y promueven el desarrollo de grupos de microorganismos positivos.

Ácidos orgánicos para formación de humus

A medida que la materia orgánica se descompone por la actividad de los microorganismos, se producen grandes cantidades de sustancias como dióxido de carbono (CO2) y ciertos ácidos orgánicos (ácido húmico, fúlvico y huminas) componentes del humus.

El CO2, al disolverse en el agua del suelo y en acción conjunta con estos ácidos, vuelve solubles a los minerales que necesitan ser absorbidos por las plantas.

El biosistema agrícola contempla la generación de humus de forma natural y en casos severos la aplicación la incorporación del mismo al suelo o de manera foliar.

Los microorganismos benéficos, los ácidos orgánicos, y muchos otros elementos naturales más, unidos en una sola formulación, hacen el trabajo.

Condiciones ideales

El biosistema agrícola puede mejorarse mediante al incorporación al suelo de bioinsecticidas naturales obtenidos a partir de flores como ejemplo de probióticos (material a favor de la vida) para sustituir en forma gradual a productos antibióticos (en contra de la vida) de uso común.

Con todo esto se busca crear las condiciones ideales que alguna vez existieron en el suelo y restituir la fertilidad de manera natural y gradual hasta lograr un equilibrio entre las necesidades de alimento, una actividad rentable, la competitividad en el mercado y la calidad de nuestro entorno.

La aplicación del biosistema agrícola en la producción de hortalizas, sin duda ayudará a mejorar la el rendimiento y calidad de estos importantes cultivos.