La ingesta de chiles picosos podría activar el metabolismo y mitigar el apetito

Este problema, tratado ya de epidémico por la Organización Mundial de la Salud (OMS), afecta a numerosos países en todo el mundo.

Considerado en su día como un estigma de países con altos ingresos per capita, ha diversificado su área de actuación, afectando cada vez más a regiones en desarrollo.

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Según la OMS, “el aumento mundial del sobrepeso y la obesidad es atribuible a varios factores, entre los cuales destacan la modificación mundial de la dieta, y la tendencia a la disminución de la actividad física.”

En esta industria de producción y comercialización de hortalizas tenemos algunas claves para dar un giro al problema de la obesidad. Promover el consumo entre la población, sobre todo entre los más jóvenes, cumple la doble misión de hacer prosperar el negocio y la salud de nuestros semejantes. Afortunadamente, cada día se descubren más propiedades beneficiosas en frutas y hortalizas, que podrían ayudarnos en esta labor de difusión.

Por ejemplo, la American Dietetic Association y otras organizaciones, llevan años recomendando la incorporación de chiles picosos en la dieta, ya que al mejorar el sabor de carnes y pescados, limitan la necesidad de agregar sal y grasas. Además, estos frutos son ricos en fitoquímicos que al parecer poseen propiedades antiinflamatorias.

Por otra parte, estudios preliminares indican que la capsaicina — sustancia presente en los chiles y responsable del característico ardor palatal — podría actuar como anticoagulante y analgésico, por citar algunas propiedades beneficiosas para la salud.

Por si esto no fuera suficiente, más buenas noticias poblaban los medios hace apenas dos meses, cuando unos investigadores de la famosa Universidad de California en Los Angeles (UCLA) realizaron experimentos con una sustancia relacionada con la capsaicina — el dihidrocapsiato (DCT).

Sabíamos que la ingesta de chiles picosos podría activar el metabolismo y mitigar el apetito, pero no todos los consumidores los toleran en su dieta, debido a su fuerte sabor. Pues bien, el DCT, al parecer posee propiedades termogénicas — activa la calefacción humana quemando calorías extra después de su ingestión — y no provoca el típico picor.

Todavía queda mucha investigación por realizar y los científicos prevén que el DCT actuará más bien como complemento a una dieta saludable, tal es el caso del té verde y otros alimentos, y no como única panacea, pero es sin duda otro gran aliciente para promover el consumo diario de chiles.

Las autoridades sanitarias condenan el abuso de comida basura y abogan por una vuelta a la cocina tradicional para paliar el problema creciente de la obesidad y el sobrepeso. Hay pocos alimentos tan tradicionales en México como los chiles así que, al menos parte de la solución está en nuestras manos. ¿A qué estamos esperando?

 

Reho es la Editora del Grupo Horticultura de Meister Media Worldwide