En la cúspide de nuevas tecnologías para el campo

El constante cortejo por parte de los sectores de inversión y tecnología a la industria agrícola en los últimos tres o cuatro años, se hizo patente en la última Cumbre Mundial de Innovación en Tecnologías Agrícolas (World Agri-Tech Innovation Summit) celebrada en San Francisco, CA. El evento tuvo más de 500 participantes, la mayor asistencia que se haya tenido, de acuerdo con los organizadores de la Conferencia.

Sin embargo, los esfuerzos para integrar por completo la tecnología a la agricultura, han sido frustrantes para ambas partes. El sector de la tecnología ha desarrollado gran cantidad de innovación digital: – sensores, inteligencia artificial, Conectividad para el Internet de las Cosas (IoT), robótica y más; pero todavía resta por responder a la pregunta que está pendiente: ¿cuándo adoptará la agricultura todas esas tecnologías por completo?

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En la cúspide de nuevas tecnologías para el campo

Entretanto, la industria agrícola espera que esas tecnologías demuestren su valor a nivel de campo. Las nuevas tecnologías deben ser probadas en el mundo real y es preciso definir las formas concretas en las que ayudarán a los productores a hacer sus trabajos mejor. Una encuesta desde el podio de conferencias reveló que una gran cantidad de participantes consideraba que la adquisición de $930 millones de The Climate Corp. por parte de Monsanto, era otro “unicornio” de la agrotecnología.

No obstante, hay un consenso respecto a que la agrotecnología está a punto de efectuar un cambio. Por supuesto, la industria agrícola se toma su tiempo para cambiar. Kip Tom, un productor estadounidense y orador de la conferencia magistral hizo notar que el tractor se introdujo en la agricultura estadounidense en 1920, sin embargo hasta 1955 prevaleció el uso de caballos y mulas en los campos de cultivo.

Los continuos descubrimientos en Silicon Valley, entre otros lugares; los menores costos de muchas de las tecnologías digitales, aunados al cambio generacional de los Baby Boomers a la Generaxión X y los Millennials; así como la muy discutida necesidad de alimentar a una población mundial en crecimiento, apuntan a un aumento en el uso de tecnologías de agricultura de precisión y producción digitalizada.

Teniendo éxito en el mundo real

En un hecho significativo que refuerza lo anterior, Blue River Technologies de Silicon Valley recibió la mayoría de los votos sobre otras 13 empresas “start-ups” para ser nombrada ganadora del Premio a la Innovación Disruptiva. La tecnología “See & Spray” de la compañía utiliza el reconocimiento de imágenes, máquinas que “aprenden” e inteligencia artificial para resolver un problema real que enfrentan los productores en el sur de los Estados Unidos: resistencia a los herbicidas en el almizcle. La máquina literalmente ve y asperja solo la maleza, dejando intactos los cultivos.

En una industria afectada por escasez crónica de mano de obra y una tendencia perpetua a “escuchar” lo que el cultivo quiere para mejorar su desempeño, hay un gran interés en la robotización y los sensores, así como en la columna vertebral del Internet de las Cosas que se requiere para desarrollar la producción agrícola digital. Verizon asistió al evento, ya que ha identificado a la agricultura como una de las cinco áreas de crecimiento estratégico para sus negocios del Internet de las Cosas (IoT).

Sin embargo, la innovación, como bien dijeron los asistentes al evento, va más allá de Silicon Valley y las regiones ricas en frutas y hortalizas que se encuentran a sólo unas horas de distancia en automóvil de dicha zona al norte del estado de California. La tecnología tiende a ir hacia donde hay capital de riesgo y un buen número de productores, es decir a Inglaterra, Francia y otras regiones desarrolladas del mundo; no necesariamente a los lugares donde hay más necesidades agronómicas, mencionó Damien Lepoutre de Geosys.

Nuevo flujo de recursos financieros hacia Latinoamérica

También es el caso de Latinoamérica. La región representa un cuarto de las tierras arables del mundo y sus exportaciones de alimentos a Estados Unidos representan $150 mil millones de dólares, sin embargo está rezagada en comparación con Estados Unidos y Europa en cuando a inversiones en tecnología agrícola. Poco a poco la región empieza a cobrar impulso gracias al “capital paciente”, dijo Yuri Soares del Fondo de Inversiones Multilaterales. Con sociedades más abiertas, democráticas y a favor del mercado, “esta es una región completamente distinta” a lo que era hace una década, añadió.

En los últimos años, Latinoamérica ha tenido sus primero ejemplos de inversiones de capital de riesgo, incubadoras y aceleradoras tecnológicas, y ahora Brasil, México, Argentina y Colombia, en ese orden, han atravesado por umbrales importantes en las evaluaciones que miden el interés de los inversionistas de capital de riesgo.

Para muchos países en vías de desarrollo que están siempre bajo presión para reducir costos, “la tecnología es de vital importancia”, dijo Federico Trucco de Bioceres. En Latinoamérica, “se alcanzarán algunas de las tasas de adopción más altas en algunas de las tecnologías disruptivas”, dijo.


Este artículo apareció en inglés en la revista Crop Life, una marca de Meister Media Worldwide.