Solución nutritiva para el tomate

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La solución nutritiva en suelo va menos concentrada que en sustrato, pues al tener menos pérdidas por drenaje, los nutrimentos se aprovechan con mayor eficiencia. Eso significa la oportunidad de ahorrar en fertilizantes y en agua.

Consumo de nutrientes por el cultivo

Los consumos diarios de nutrimentos son más bajos al inicio del cultivo, sin embargo, la cantidad de agua que consume el cultivo también es menor, por lo que la concentración de nutrimentos en la solución nutritiva a lo largo del ciclo es relativamente similar.

No obstante, al inicio de la cosecha la demanda de nutrimentos se incrementa como resultado del alto rendimiento que se genera en esta etapa.

Basado en esta lógica de balance y consumo — así como en el volumen de agua de riego en que se aplican estos nutrimentos — se recomiendan diferentes concentraciones en la solución nutritiva de acuerdo a la etapa en que se encuentra el cultivo.

Recomendaciones de nutrición

En la primera etapa —durante los primeros 75 días después del trasplante (DDT) — los requerimientos nutrimentales son menores; en la segunda etapa — de los 75 a los 125 DDT — cuando inicia la cosecha, se tienen rendimientos altos y la extracción es mayor. En la tercera etapa la producción empieza a disminuir junto con la demanda de nutrimentos.

Es muy importante recalcar que se deben de considerar las características nutrimentales del abono orgánico que se aplica, al menos en cuanto al suministro de P y K.

Ademas, es importante notar que conforme la planta va creciendo e incrementa su follaje, la evapotranspiración es mayor y requiere riegos más abundantes y frecuentes. Por ello se tiene un aumento paulatino en el riego que va desde los 8 hasta los 40m3 por ha al día, para el periodo de los 0 a los 75 DDT.

La cantidad de agua fertilizada que se aplica debe de considerar los datos de consumo de nutrimentos procurando no rebasar estos niveles, pues en días calurosos se pueden aplicar dosis excesivas de fertilizantes por la alta demanda hídrica y contribuir a la salinización del suelo.

Esto se corrige regando con agua sola, por ejemplo al inicio y al final del riego.

Cálculo de la solución nutritiva

Se enumeran los pasos que se deben seguir para elaborar la solución nutritiva para el cultivo de tomate en suelo, de acuerdo con Fernández y Camacho, 2007:

  1. Disponer del análisis químico del agua.
  2. Ordenar cationes y aniones, de acuerdo a su importancia en la nutrición.
  3. Destruir bicarbonatos hasta dejarlos en 1.0 me/L, usando ácidos.
  4. Completar los macronutrimentos.
  5. Dejar los ajustes de sulfatos para el final; de acuerdo a la solución recomendada nos permite estar en un rango de 3 a 6 me/L.
  6. Realizar la elección de fertilizantes y pasar las unidades de me/L a unidades de peso y/o volumen.
  7. Ajustar micronutrimentos.
  8. Distribuir en los tanques de solución adre, según el sistema de fertirriego.
  9. Programar los riegos.

 Solución nutritiva para el tomate

Normalmente los nutrimentos útiles a las plantas que contiene el agua de riego son calcio y magnesio, pues las cantidades de nitrógeno, fósforo y potasio contenidas en el agua son insignificantes y no se contabilizan en el cálculo de la fertilización, salvo situaciones muy especiales de aguas contaminadas con nitratos que son más bien la excepción que la regla.

El cálculo de la tabla presentada en este artículo, se hizo para la etapa de alta producción (75 a 125 DDT) del cultivo de tomate y con calidad de agua promedio del estado de Guanajuato.

Fuente: “Manual de Producción de Tomate en Invernadero,” editado por Javier Z. Castellanos. Capítulo por Javier Z. Castellanos y José Luis Ojodeagua.