Equilibra tu suelo para cultivos de calidad

Equilibra tu suelo para cultivos de calidad

No existe una sola receta para crear el ambiente ideal de suelo. Sin embargo, se debe comenzar con el examen de la compactación del suelo y el drenaje. Si el drenaje no es adecuado, se debe determinar si el suelo ha sido compactado debido al tráfico de construcción. Es posible que haya que hacer un labrado profundo para poder aflojar la tierra.

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En situaciones de suelo muy compactado o de erosión grave del mismo, puede ser más fácil comprar la capa superficial del suelo (mantillo) y comenzar de cero. Desafortunadamente, no existen estándares del suelo comercializado como capa superficial.

Puede ser que termine comprando restos de malezas o residuos de químicos en su tierra. Además es posible que se encuentre con problemas adicionales de drenaje de agua. Cuando el agua se mueve de un nivel de suelo a otro totalmente distinto, puede ser que no pueda moverse libremente en el mismo.

Manejo adecuado de suelos arcillosos y arenosos
El problema principal del suelo arcilloso es su excesiva retención de agua, la facilidad de éste para sufrir de compactación y su limitada capacidad de aireación. Se recomienda no labrar ni cultivar cuando su suelo esté excesivamente húmedo, y minimizar la compactación del suelo al reducir el tráfico cuando el suelo esté mojado. Aunque agregar arena para mejorar el drenaje suena como una solución lógica, en realidad la arena puede disminuir el drenaje del suelo.

La combinación de partículas grandes de arena y las pequeñas partículas de la arcilla con frecuencia crean un suelo con menos aireación y drenaje. Por otra parte, agregar musgo de turba sólo incrementará la capacidad del suelo de retener la humedad, la cual ya es elevada en suelo arcilloso.

El problema principal del suelo arenoso es su baja capacidad de retener el agua y sus nutrientes. Es posible que se necesiten aplicaciones frecuentes de fertilizantes y agua. El añadir materia orgánica a un suelo arenoso mejora la capacidad de retener el agua y los nutrientes. Enmiendas orgánicas tales como composta, estiércol y corteza de pino son alternativas más económicas que vermiculita, musgo de turba, arena, mantillo o perlita.

Utlización de enmiendas
Se recomienda aplicar de siete a 15 centímetros de materia orgánica al suelo. La materia orgánica debe ser descompuesta antes de que las plantas puedan usar sus nutrientes. La tasa de descomposición de materia orgánica por organismos del suelo es afectada por humedad, temperatura, tamaño de partícula, relación carbono a nitrógeno (C:N), así como disponibilidad de nitrógeno.

Hace falta un balance apropiado de carbón y nitrógeno para que se produzca la rápida descomposición, al igual que temperaturas medias-altas y humedad adecuada. Cuando se utilizan paja, hojas, o aserrín (materiales que contienen altos niveles de carbono) va a hacer falta agregar fertilizante de nitrógeno mientras el material esta descomponiéndose.

El nitrógeno es utilizado por los microbios del suelo durante la descomposición, por lo que podria no estar disponible en cantidad suficiente para el uso de
las plantas.