Amplía la fertilidad de tu suelo con materia orgánica

Figura 1

La materia orgánica del suelo es un importante factor en su fertilidad. Es aquí donde se encuentran las reservas de los nutrientes de la planta. Además, contienen una Capacidad de Intercambio Catiónico (CIC) alta, amortiguan el pH del suelo y quelatan micronutrientes. La materia orgánica existe en diferentes formas en el suelo, desde organismos vivos a residuos de plantas frescos y recién descompuestos, hasta el humus, el cual es muy estable y resistente a mayor degradación. 

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Entre los organismos vivos del suelo se encuentran bacterias, hongos, nemátodos, actinomicetos, lombrices de tierra, ácaros e insectos. Éstos representan la red alimentaria del suelo, encargados del ciclo biológico de los nutrientes.

Fácilmente olvidadas como parte de la biomasa de organismos vivos en el suelo son las raíces de las plantas. Los nutrientes se reciclan activamente a través de la materia orgánica viva o recientemente descompuesta. La descomposición produce aglutinantes, polisacáridos (azúcares), entre otros elementos que sirven de “pegamento” para los agregados del suelo, siendo estables en el agua y necesarios para la buena estructura del suelo.

La estabilidad del humus contribuye al suministro a largo plazo de nutrientes y es una materia orgánica con una alta CIC.

La quelatación es la habilidad de compuestos orgánicos solubles de formar complejos con metales micronutrientes que los mantienen en solución y disponibles para ser absorbidos. En suelos orgánicos (turbas y residuos) los trazos de metales complejos con materia orgánica pueden ayudar a reducir su disponibilidad.

Importancia del ciclo
El ciclo de los nutrientes de la planta a través de la materia orgánica del suelo suministra una porción significativa de las necesidades nutritivas de un cultivo en crecimiento.

Otro aspecto de este proceso cíclico es que la materia orgánica no sólo contribuye a la fertilidad del suelo, sino que de igual manera, un suelo fértil contribuye a la producción de materia orgánica.

Una de las mejores maneras de agregar materia orgánica al suelo es de mantener la fertilidad del mismo y producir cultivos sanos que aporten grandes cantidades de residuos de plantas.

Ciclo de nutrientes
La fertilidad del suelo puede ser mantenida cuando los nutrientes son eficientemente reciclados a través de la red alimentaria del suelo y del sistema suelo-planta-animal.

  • Ciclo básico de plantas. El ciclo básico de nutrientes de plantas realza la función principal de la materia orgánica del suelo. El ciclo de nutrientes de plantas, especialmente N,P, S y B siguen de cerca partes del Ciclo de Carbono. Los residuos de plantas y estiércol de animales que fueron alimentados con granos, forraje y otros derivados de plantas, regresan al suelo.
    Esta materia orgánica fuente de compuestos de carbono se convierte en alimento para bacterias, hongos y otros descomponedores. A medida que la materia orgánica es desglosada en compuestos más simples, los nutrientes de plantas son liberados en formas listas y disponibles para ser absorbidas por raíces, volviendo a iniciar otro ciclo. Ya disponibles para las plantas, K, Ca, Mg, P, S y algunos micronutrientes, son liberados cuando se disuelven minerales y precipitados del suelo [Fig. 1].
  • Ciclo de nitrógeno. El ciclo de N es el ciclo de nutrientes más complejo (el ciclo S es igual de complejo). N existe en muchas formas, en diferentes estados físicos, así como en compuestos orgánicos e inorgánicos. Por ende, las transformaciones entre estas formas hacen que el ciclo N refleje un laberinto en vez de un círculo. Transformaciones bioquímicas de N tales como nitrificación, desnitrificación, mineralización, inmovilización (asimilación), y la fijación de nitrógeno, son llevadas a cabo por una variedad de organismos que habitan en el suelo. Transformaciones físicas de N incluyen varias formas de gases, los cuales se mueven libremente entre el suelo y la atmósfera. A pesar de que el ciclo N es muy complejo, es probablemente el más importante, por dos motivos:

1) N es el nutriente que usualmente limita más el crecimiento de la planta en ecosistemas terrestres — frecuentemente incitando una respuesta de alto cultivo-rendimiento a la aplicación adicional de N. y

2) N, en su forma de nitrato, es muy soluble y uno de los nutrientes de la planta más móbiles en el suelo, lo que significa que puede ser fácilmente perdido en el campo y convertirse en un contaminante de la superficie o aguas subterráneas.

Balance de nutrientes
El reciclado de nutrientes no es 100% eficiente. Siempre existen pérdidas o fugas en los ciclos, incluyendo en los ecosistemas naturales. En sistemas agrícolas, donde los productos son comprados y vendidos, el balance entre la entrada y salida de nutrientes es fácilmente desplazado de dirección.

Cuando el balance entre la entrada y salida es cuantificado, se puede calcular un presupuesto de nutrientes. Estos presupuestos pueden ser determinados a diferentes escalas, desde lotes sencillos a campos enteros, de huertos a regiones más amplias.

Estrictamente hablando, el ciclo sigue una pauta circular, cerrada. Existen ciclos dentro de éste que además incluyen otros componentes que reflejan un movimiento de flujo de nutrientes hacia dentro o fuera de microsistemas. El presupuesto de nutrientes o el examen detallado del balance de nutrientes detallan estos flujos entre los distintos sistemas.