Detecta los síntomas visuales de deficiencias nutricionales

tomate bola nutrientes

 

Publicidad

El viejo dicho de “no juzgue al libro por las tapas” es muy práctico y útil en la vida cotidiana, pero a veces en el campo, juzgar al libro, o en concreto al cultivo, por su aspecto exterior podría ahorrar mucho tiempo y en definitiva daños costosos al productor.

Estar ojo avizor en cuanto a la detección de síntomas visuales de enfermedad y desnutrición en sus cultivos es una manera relativamente fácil y asequible de evaluar y diagnosticar problemas potenciales en el campo.       

Claro que para obtener un diagnóstico más preciso, lo ideal sería enviar una muestra al laboratorio para su análisis, pero el objetivo de la observación visual es que los productores utilicen esas herramientas que siempre llevan consigo (sus ojos) para estar más alerta sobre la manera en se comportan sus plantas bajo ciertas condiciones nutricionales.

Se recomienda enviar una muestra de tejido foliar al laboratorio. Asegúrese de que la muestra haya sido extraída de la parte de la planta que el laboratorio requiera. Este tipo de prueba es una manera de analizar problemas potenciales y descubrir qué porcentaje o ppm (partes por millón) de nutrientes contiene su planta exactamente, de manera que pueda realizar ajustes para mejorar la salud del cultivo.     

 

Nitrógeno Es uno de los nutrientes más importantes para la planta de tomate, y es esencial para el crecimiento celular de la planta así como de la clorofila y es utilizado por las hojas y otras partes verdes de la planta. La carencia de nitrógeno conduce generalmente a un crecimiento lento y débil de las hojas, así como el amarillamiento de las hojas más viejas.
Fósforo Es esencial para la salud de las raíces así como para la maduración del fruto. Una deficiencia de fósforo conduce a un crecimiento débil de la planta y se percibe una tonalidad verde azulada en las hojas, las cuales comienzan a desprenderse del tallo. Los frutos y las flores son muy pequeños o tardíos.
Potasio Es un nutriente absolutamente vital para el crecimiento de flores y frutos. Si hay una carencia, las plantas de fruto se vuelven improductivas y las hojas más viejas se queman, es decir, se vuelven color café y se enrollan en sí mismas y apuntando hacia abajo.
Magnesio El magnesio fortalece las paredes celulares de la planta, permitiéndole absorber los otros nutrientes que necesita. Adicionalmente contribuye a la germinación en semillas, fotosíntesis y al desarrollo de frutos y semillas.
Calcio Como el magnesio, también es esencial en la fortaleza de la estructura de paredes celulares de la planta y además es necesario para mantener la salud y el crecimiento adecuado de la planta.

 

A continuación les mostramos algunos síntomas visuales específicos de varias partes de la planta, los cuales se corresponden con carencias nutricionales.

 

 Síntomas Carencia:
  Las hojas 
1 Crecimiento raquítico y débil, hojas encorvadas, enrollamiento hacia el tallo y desarrollo de tonalidades rojizas y opacas. Fósforo
2 Amarillamiento de las hojas más viejas que se extiende hacia la parte superior de la planta a hojas más jóvenes. Las hojas viejas se desprenden prematuramente. Las venas de las hojas jóvenes se ven rojizas en el envés cuando la carencia es acusada. Nitrógeno
3 Moteado o marmoleado clorótico intervenal en las hojas más viejas, extendiéndose a las hojas jóvenes a medida que la carencia se vuelve más grave. Suelen aparecer zonas amarillas hacia el centro de la hoja mientras que los bordes es lo último que amarillea. En algunos cultivos, a las manchas intervenales amarillas sigue una coloración de naranja viva a roja. Magnesio
4 Las hojas maduras inferiores muestran clorosis intervenal, manchas necróticas marginales que avanzan hacia dentro y arriba a medida que la carencia se vuelve más acusada. Potasio
5 Comienza con un moteado clorótico intervenal en hojas inmaduras y presenta un aspecto similar al de carencia de hierro; las zonas moteadas se vuelven necróticas y las manchas necróticas aparecen normalmente en el tejido intervenal. Manganeso
6 Los bordes de las hojas aparecen enrollados y las hojas más viejas muestran manchas cloróticas intervenales y se vuelven cóncavas y gruesas, con las puntas secas. Esta enfermedad raramente se observa en tomates de invernadero. Molibdeno
  El fruto 
7  Maduración dispareja, con parches verdes y amarillos junto a zonas rojas en la superficie del fruto. En ocasiones el fruto se desprende de la planta antes de madurar.  Potasio
8  Frutos rugosos o con hoyos y zonas acorchadas en la superficie, maduración dispareja.  Boro
9  Pudrición apical.  Calcio
  En general 
10  Crecimiento raquítico, con tallos delgados y hábito erecto con tallos y peciolos rígidos; hojas de color verde pálido con tonalidades rojizas esporádicas.  Nitrógeno
11  Muerte del extremo de crecimiento y zonas necróticas en el tallo principal desde la punta hacia abajo; hojas secas avanzando desde los ramilletes terminales hasta los florales y frutales.  Calcio

Alexander es Editora de Contenido de la revista Productores de Hortalizas, Meister Media Worldwide