Realiza mejor aprovechamiento de trasplantes

La producción de trasplantes es un proceso lógico que debe seguirse paso a paso y en el que es necesario considerar muchos factores para producir plantas de calidad.

Ajay Nair, profesor asistente y extensionista especializado en horticultura de la Universidad Estatal de Iowa nos ofrece ocho sugerencias para cultivar trasplantes saludables y aprovechar al máximo su producción.

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Compren sus semillas de fuentes confiables. “Muchas enfermedades llegan a través de las semillas” advierte Nair. “Los distribuidores hacen un buen trabajo al mantener las semillas limpias y sin enfermedades. Si están tratando de ahorrar en las semillas, asegúrense de desinfectarlas utilizando un tratamiento de agua caliente.”

El tiempo lo es todo. El tiempo adecuado para la siembra es esencial para garantizar que los trasplantes están listos para ser trasplantados.

Si siembran demasiado temprano, los trasplantes se quedarán en las charolas durante más tiempo y se estirarán. Si retrasan la siembra, los trasplantes no alcanzaran la etapa óptima para el trasplante.

“Lo más importante es saber cómo crece el trasplante y cuánto tiempo le lleva crecer. Cuiden los detalles y realicen su investigación. Si no cuentan con esta información simplemente estarán experimentando,” agrega Nair.

El tamaño lo es todo. Antes de cultivar sus trasplantes, necesitan definir de qué tamaño los quieren.

Las charolas tienen 50, 72, 128, 256 celdas o más y conforme explica Nair, en las charolas más pequeñas producirán trasplantes más grandes.

Por ejemplo, si están utilizando una charola de 50 celdas, la charola retendrá más del sustrato y tendrán plantas más grandes, aún cuando el espacio se vea comprometido. “Debe existir una mezcla armoniosa entre las celdas; no deben ser pocas, ni demasiadas celdas.”

Controlen de manera estricta su medio ambiente. Asegúrense de que el área de producción de trasplantes tenga flujo de aire suficiente, comenta Nair.

Si se saltan este paso, pueden abrir la puerta a las enfermedades como resultado del alto nivel de humedad. “Instalen un pequeño ventilador que circule el aire en interior. Mantengan el aire siempre en movimiento,” dice Nair. En cuanto a las temperaturas, Nair sugiere que el rango ideal para las hortalizas de invierno es entre 21°C y 22°C. Para los cultivos tolerantes al frío como las brásicas y las lechugas, mantengan las temperaturas entre 15°C y 18°C explica Nair.

Rieguen suficiente. Nair sugiere que cuando pongan las semillas en las celdas apliquen suficiente humedad para mantener la celda húmeda, sin que se remoje. Durante la emergencia de las plantas, el medio de cultivo se secará con más rapidez y requerirá riego más frecuentemente.

Compren el medio de cultivo correcto. El medio de cultivo es responsable de la calidad de los trasplantes, dice Nair. “Los mejores medios de cultivo son los que tienen un buen drenaje. Deben retener la humedad pero evitando el exceso y será necesario proporcionar muy buena aireación.”

Muchos sustratos contienen “peat moss” y perlita y vermiculita también; las cuales proporcionan aeración, permiten un mejor drenaje y regulan la temperatura de los medios de cultivo.

Desarrollen un buen plan de nutrición. Nair sugiere que empiecen a fertilizar los trasplantes cuando hayan emergido; alrededor de dos o tres semanas después de la siembra. “La mezcla de crecimiento casi siempre tiene un fertilizante iniciador, además de proporcionar los nutrientes necesarios durante cierto tiempo,” añade Nair.

Para los tomates en particular, la primera fertilización se aplica tres semanas después de la siembra y los productores deben aplicar 150 partes por millón (PPM) de nitrógeno, dos o tres veces durante la tercera semana. Para la cuarta semana, apliquen 200 ppm dos o tres veces; y en la quinta semana reduzcan a la fertilización a 150 ppm, para que los trasplantes empiecen a fortalecerse. Para la semana seis, los trasplantes estarán casi listos para ser llevados al exterior del invernadero donde
se fortalecerán.

Programen correctamente para evitar ocasionar un shock a los trasplantes. “Después de cultivar sus trasplantes, deben pasarlos al exterior, bajo sombra para que se aclimaten. De otra forma experimentarán un shock,” dice Nair. “Necesitan acostumbrarse a la brisa y a las temperaturas del día y la noche.”

Asimismo, un día antes de sembrar los trasplantes en el suelo, Nair sugiere que apliquen fertilizante a la charola para que las plantas absorban algunos nutrientes que las ayudarán a sobreponerse del shock. Agreguen aproximadamente 200-300 ppm de nitrógeno utilizando una solución fertilizante de 20-20-20 (N-P2O5-K2O).