Un entorno en contra de enfermedades: estrategias de corto plazo

El manejo del ambiente para evitar enfermedades no debe descuidarse durante la temporada de producción, aunque hayas tomado acción en la implementación de estrategias de largo y mediano plazo.

Manejo de agua

Mantén el follaje seco y el suelo no muy mojado a través de riego apropiadamente aplicado. Por ejemplo, el riego por goteo ayuda a prevenir la difusión de Antracnosis de la fresa al limitar la dispersión de las esporas.
 
Evita trabajar en el campo cuando las condiciones del área sean húmedas. Los patógenos se esparcen fácilmente y el suelo podría ser compactado, lo que disminuye la aireación y el drenaje – favoreciendo la ocurrencia de la enfermedad.

Manejo de fertilidad

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La adición de nutrientes en el momento equivocado podría provocar la incidencia de ciertas enfermedades. Por ejemplo, el nitrógeno puede favorecer un crecimiento vegetativo excesivo que a su vez incita la iniciación de patógenos causantes de la roya cenicilla polvorienta (o mildiu polvoso), y tizón de las manzanas.
 
Por el contrario, la disponibilidad de los nutrientes adecuados en el momento preciso puede lograrse a través de un manejo balanceado de largo plazo de programas de fertilización, lo cual en general ayuda a evitar infecciones. Los nutrientes para un crecimiento vigoroso y temprano permiten a la planta superar su susceptibilidad a caída de plántulas (damping off) y podredumbre de plántulas.

Acolchado

El material que cubre el suelo de tus plantas para que estas crezcan puede ayudar a controlar la enfermedad, pero en algunos casos también la atrae. Los acolchados orgánicos pueden promover microbios benéficos y favorecer la formación de suelos supresores de enfermedades (suelos que inhiben el desarrollo de ciertas enfermedades generadas en el suelo), y además, retrasar la dispersión de inóculos que son salpicados con el agua de lluvia.
 
Ser consciente de la importancia del tiempo. Temprano en la temporada, el acolchado podría favorecer la caída de plántulas al evitar que el suelo se caliente y se seque, especialmente en el caso de tallos jóvenes. Pero más adelante, el acolchado podria favorecer a algunos cultivos tales como tomates y cucurbitáceas, al mantener sus frutos sin contacto con el suelo y evitar así la pudrición.