Sustrato de coco

La era del coco

La era del coco está en su apogeo. El uso de este sustrato orgánico se ha extendido lo mismo en los Países Bajos que en España, Israel, Japón, Turquía, Corea y por supuesto México.

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Las ventajas de sus aplicaciones se relacionan con un ahorro del 30% en el consumo de agua y nutrientes, así como la facilidad de manejo, ya que se pueden sembrar grandes superficies en un tiempo considerablemente menor utilizado con las bolsas de tezontle.

Otra característica favorable del sustrato de fibra de coco, es la capacidad de retención de humedad, combinada con una porosidad adecuada y la capacidad de expansión de sus fibras. 

Una ventaja adicional de estos materiales es la reutilización de los contenedores de siembra hasta por tres ciclos de producción. Incluso, al desechar el material, se puede utilizar para regeneración de suelos y no tiene el inconveniente de contaminación del sustrato de lana de roca.

Carrera de relevos

En el cultivo de pimiento, el sustrato de fibra de coco ha reemplazado al de lana de roca y al tezontle, gracias a la aireación que permite un mejor desarrollo de las raíces, con un ahorro en el consumo de agua y nutrientes. En el pasado, el pimiento se cultivaba en sustratos de gran porosidad, tales como arena y tezontle, ya que se considera a este cultivo como resistente al estrés hídrico.

No obstante, el ahorro de recursos aunado a las características de porosidad del sustrato de fibra de coco, han generado un cambio masivo en las preferencias de los cultivadores de pimiento.

Uno de los factores generadores del cambio, ha sido la facilidad de dosificar los riegos de acuerdo con el desarrollo de la planta. Un buen sustrato de fibra de coco, permite aplicar el agua y los nutrientes en la zona de las raíces, sin causar acumulación de humedad en las bolsas, ni un drenaje excesivo, como sucede con los sustratos de lana de roca o tezontle. 

Igualmente, el sustrato de fibra de coco puede secarse rápidamente, sin cuartearse, ni crear áreas de vacío, lo cual significa una rápida recuperación de la humedad, después del lavado de las sales. Algunos productores de pimientos, han observado que al tener una porosidad adecuada (50 al 63% de aire) el sustrato de fibra de coco permite un mejor desarrollo de las raíces pequeñas que favorecen el desarrollo del cultivo con un mayor rendimiento.   

Control de calidad

Sin embargo, hay que resaltar que estas ventajas del sustrato de fibra de coco se obtienen únicamente con una adecuada combinación de fibras cortas y largas, con los aglomerados (chips).

Actualmente, muy pocas empresas fabricantes de este sustrato pueden ofrecer una composición adecuada, la cual se obtiene mediante un riguroso proceso de producción que incluye lavado, secado, tamizado, clasificado y compresión de las mezclas que son introducidas en las bolsas de cultivo, también llamadas ladrillos (slabs). El proceso de lavado elimina las sales que generalmente se acumulan en las fibras expuestas a un proceso de secado al aire libre.

Por ello, el control de calidad y el proceso de manufactura resulta un punto clave en la selección de los materiales. Pruebas realizadas en Francia por la empresa Biogrow, establecen que un buen sustrato de fibra de coco debe tener suficiente capacidad de expansión (15 L/kg), 8-12% de fibra, 2-5% de aglomerados, 35 a 40% de agua disponible y de 50 a 62% de aire. 

Estas características se pueden combinar para elaborar diferentes mezclas que se adapten a las condiciones del clima y los requerimientos del cultivo. De esta forma, Biogrow produce un sustrato de calidad con cuatro fórmulas que se pueden presentar en ladrillos o bolas de cultivo (planter-bags).

De acuerdo con Steve Ledoux, distribuidor autorizado de Biogrow en Norteamérica, la manufactura del sustrato es de gran importancia para ofrecer un sustrato de calidad, y ello se obtiene mediante procesos muy rigurosos basados en proveedores de fibra certificados.

Agrega Ledoux que al aumentar la demanda global de este sustrato, lo más común es contratar la maquila de fibras en talleres de temporada ubicados en Sri Lanka, Indonesia o Vietnam, que sin embargo, no garantizan la calidad de los materiales.

Recomendaciones de selección

La recomendación para seleccionar un buen sustrato de fibra de coco, es realizar pruebas de retención de humedad y drenaje, midiendo la rapidez de absorción y los lixiviados. El tema de los orificios del drenaje es también importante, ya que éstos deben permitir una correcta aireación de la bolsa, y para ello se deben realizar cortes específicos en
los costados.

Las mezclas regulares de sustratos de fibra de coco, deben contener 42% de agua, con 51% de aire, 10% de fibra, 4.2% de aglomerados y 14% de capacidad
de expansión.

Si el sustrato contiene únicamente fibras largas, tendrá un drenaje excesivo; el contenido de partículas de sustrato molido (polvo) causaría una retención excesiva de la humedad y por consiguiente, acarrearía problemas de saturación y formación de hongos patógenos. Por lo anterior, se deben evitar los sustratos que contengan polvo y/o fibras largas.  
 

Densidad de siembra

Un sustrato para pimientos, deberá contar con una capacidad (en litros) relacionada con la densidad del cultivo. De tal forma, las bolsas de 17 a 28 litros, deberán seleccionarse de acuerdo con la densidad del cultivo. A mayor densidad, se requiere mayor capacidad de las bolsas para asegurar que la planta obtenga la humedad y los nutrientes de forma fácil y segura, evitando los excesos o las limitaciones.

Otra de las opciones para la producción intensiva, es el empleo de bolsas con una capacidad de 8 litros por bolsa. Éstas se están utilizando principalmente para el íntercultivo, el cual se facilita mediante el empleo de las bolsas.                            

La importancia de la aireación y el drenaje del sustrato es vital para el cultivo de pimiento, incluso en las horas nocturnas, cuando la temperatura del invernadero debe promover un crecimiento sostenido.

Por otra parte, un sustrato mal acondicionado — con partículas de polvo — puede provocar un exceso de humedad que causaría problemas durante la floración y el amarre de los frutos. Igualmente, un sustrato con fibras largas causaría un estrés hídrico que se podría traducir en una reducción del rendimiento.

Por lo anterior, el sustrato de fibra de coco debe permitir siempre una aireación adecuada, manteniendo la humedad disponible en la zona de las raíces, lo cual se logra combinando fibras cortas en la parte superior del sustrato, aglomerados en la parte media, y fibras largas en la parte inferior del bloque.

Con estas condiciones, el sustrato le dará un buen resultado, ahorrando agua y nutrientes, con un sano desarrollo de su cultivo.