Selecciona la malla adecuada para tus necesidades

mallas

 

Publicidad

 

La primera función de las mallas es proteger el cultivo de la entrada de plagas indeseables y controlar factores térmicos generados por la radiación y la velocidad del viento. Las mallas pueden reducir la entrada de la luz (malla sombra) o proteger a los cultivos de cambios del clima (mallas térmicas).

Las dos primeras funciones están correlacionadas por el tipo de materiales que emplean las llamadas mallas sombra, junto con las mallas antivirus (áfidos) y antitrips. Por su parte, las mallas térmicas requieren de materiales diversos que no son compatibles con la función de protección contra la entrada de plagas, pero sí en cambio protegen de la radiación excesiva y los cambios del clima.

Otra diferencia es que las mallas antitrips y mallas antivirus se mantienen siempre fijas sobre la estructura para evitar la entrada de plagas, aunque dependiendo del gramaje (tejido) van a tener una influencia sobre la entrada de la luz y la velocidad del viento hacia el interior de los invernaderos. En cambio, las mallas sombra y las mallas térmicas, generalmente cuentan con un sistema retráctil que les permite extenderse y retraerse de acuerdo a las necesidades del cultivo.

Para una buena selección de las mallas es importante tener en cuenta la naturaleza de Los problemas de plagas, pero tambien observar lo que sucede en cada región.   

 

Sinaloa, Sonora y Baja California

La tendencia de las mallas que se utilizan en estas regiones para proteger los cultivos de hortalizas se ha ido transformando rápidamente. Hace tan sólo cinco años se observaban estructuras completas de mallas color cristal en los cultivos de tomate, pimiento y pepino, que sin embargo, presentaban problemas de acumulación de polvo en la misma malla y permitían la entrada de la lluvia, generando una gran cantidad de problemas.

Actualmente, las estructuras de mallas en estas regiones han cambiado radicalmente, utilizando una cubierta superior de polietileno opaco (para evitar la entra de la lluvia y el polvo), con paredes de malla antitrips de color oscuro, que además de proteger de la entrada de plagas sirven para amortiguar la temperatura mediante un efecto de sombreo.

 

Jalisco y Colima

En estas regiones, el concepto de la malla, se utiliza también de forma híbrida, ya que predominan los invernaderos de tipo parral que disponen de cubiertas de plástico, con mallas cristalinas en las paredes. Cabe mencionar que, además del tomate y el pimiento, en estas regiones se está observando una gran aplicación de mallas para la construcción de túneles para cultivos de fresa, zarzamora y frambuesa (berries). 

Michoacán, Querétaro, México, Zacatecas y Chihuahua

En las regiones templadas y frías, donde la presión de las plagas es menor, los productores utilizan los invernaderos cerrados para proteger al cultivo de los cambios del clima. En este caso, la ventilación se realiza a través de ventilas cenitales y cortinas laterales, cubiertas con mallas de color transparente.

Finalmente, es importante realizar monitoreos con trampas alrededor de los cultivos para detectar la presencia y el número de insectos-plaga, así como establecer medidas de control adicional, tales como eliminación de los residuos de cultivos, y limpieza de los canales y áreas circundantes al invernadero.

Las mallas son una buena herramienta, pero recuerden que su eficiencia depende del monitoreo y la aplicación de otras prácticas culturales.

 

 

 

 

Existen tablas con características específicas de las mallas, por la Universidad Autónoma de Sinaloa. Control de plagas de las hortalizas, 2006. Información en [email protected]