Rentabilidad en la producción de cebollas en México

El notable incremento en el precio de fertilizantes está generando un cambio en las prácticas de producción de cebolla en México. Mientras algunos productores buscan variedades con mayor resistencia a enfermedades, otros inician sistemas de producción orgánica, los cuales basan su rentabilidad en la calidad del suelo y el empleo de nutrientes y productos de protección de cultivos.

 

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Tendencias de producción

Según algunos productores de trasplantes, en los últimos años la producción de cebollas se ha reducido gradualmente para dar paso a sistemas de agricultura protegida para cultivo de tomates y pepinos; mientras que en campo abierto se percibe una mayor diversificación (ejote, chícharo, tomate de cáscara, calabaza, chile y cebollas). Sin embargo, el crecimiento de la oferta de estos cultivos, combinado con incremento en precios de los insumos, está generando que algunos productores se inclinen por el cultivo de hortalizas orgánicas.

Tradicionalmente, en el estado de Morelos la cebolla se ha reconocido por su elevada pungencia y gran tamaño, mientras las variedades de color rojo alcanzan mayores precios debido a su calidad y sabor.

Algunos productores se han dado cuenta de que con los sistemas de producción orgánica, su cosecha de cebolla podría alcanzar precios maas altos en los mercados de exportación.

La cebolla, por tratarse de un bulbo, exige unas condiciones de suelo que deben cumplir con los requisitos de las certificadoras. Por ello, la tendencia apunta a utilizar productos biológicos, tales como humus de lombriz, ácidos húmicos, fúlvicos y compostas mejoradas con enzimas, para obtener un mayor rendimiento.

 

Control biológico

La lista de productos orgánicos para cultivo de cebolla, comienza con microbicidas e inoculantes para obtener trasplantes con mayor resistencia a las enfermedades.

Se emplean fungicidas formados por hongos que colonizan las raíces de las plantas estableciendo una relación simbiótica, cuya acción inoculante natural protege a los bulbos contra el desarrollo de enfermedades de la raíz causadas por Fusarium, Sclerotinia, Verticillium, Pudrición blanca, Phytium y Botritis. 

Existen desinfectantes del suelo, fungicidas y nematicidas que contienen esporas de Bacillius subtilis y Thricodermas adicionados con extractos vegetales inhibidores de nemátodos. Estos productos tienen un amplio espectro de acción sobre nemátodos fitoparásitos de la cebolla y promueven un mayor crecimiento y protección de las raíces.

En cultivo orgánico, con la adecuada protección del bulbo el crecimiento del tallo es muy vigoroso, creándose mayor resistencia al ataque de plagas — trips, minador de la hoja y gusano cogollero.   

Al aplicar productos biológicos, es necesario evaluar las poblaciones de insectos benéficos (catarinitas, avispas, chinche pirata) indicativos del mejoramiento de las condiciones naturales del cultivo.

Para evitar la presencia de plagas se recomienda utilizar un programa de control mediante repelentes e insecticidas biológicos con complejos de extractos vegetales (ajo, clavo, pimienta o Neem), combinados con cepas de Bacillius thurigiensis. Éstos pueden utilizarse para control de larvas lepidópteras, así como de insectos masticadores y chupadores.

Dada la importancia de enfermedades causadas por hongos patógenos, las aplicaciones de biofungicidas son un escudo de protección que se relaciona con la resistencia sistémica por adición de bacterias antagónicas (B. subtilis, B. liqueniforme) con bicarbonato de potasio y extractos vegetales que actúan como inhibidores de hongos y bacterias que afectan bulbos, hojas y tallos. Para la aplicación de estos productos es importante identificar la acción sistémica o de contacto que permite controlar el hongo en sus diferentes etapas.

 

Biofertilizantes y acondicionadores

Un punto clave en producción de cebollas es el manejo de nutrición y riegos, ya que de ellos depende el rendimiento y la calidad de los bulbos. Existen nuevos fertilizantes biológicos que podrían impulsar el cambio hacia una agricultura más sustentable.

Hay quienes opinan que la falta de homogeneidad en las mezclas puede ser determinante, pero existen en el mercado productos con extractos de algas y ácidos provenientes del composteo que favorecen la fijación y absorción de nutrientes. Pueden emplearse productos que contienen extractos de algas marinas, así como aminoácidos y carbohidratos provenientes de extractos solubles de pescado.

Para finalizar, una lista de biofertilizantes nitrogenados, fertilizantes líquidos a base de potasio y magnesio, fertilizantes foliares con fierro multiquelatado y bioestimulantes con micronutrientes.  

Con este paquete integral de productos de origen natural, los productores de cebolla en Morelos inician un proceso de transformación que seguramente tendrá buenos resultados a corto plazo.

 

 

Se agradece la información proporcionada por empresas formuladoras de los productos biológicos aludidos: Green Corp, PhytOrganic y Plant Health Care (PHC).