Reducción de riesgo

Resistencia a fungicidas es un rasgo hereditario estable por el cual un hongo reduce su sensibilidad a un fungicida — una habilidad surgida de procesos evolutivos. Los fungicidas con modo de acción monositio presentan alto riesgo relativo al desarrollo de resistencia en comparación con los multisitio. A pesar de ello, la mayoría de fungicidas desarrollados hoy día son monositio, ya que esto va asociado a un menor potencial de impacto negativo en el ambiente, incluyendo organismos no objetivos.

Tipos de resistencia
Cuando la resistencia a fungicidas procede de la modificación de un único gen principal, las subpoblaciones de patógenos son sensibles o altamente resistentes al plaguicida. En este caso, la resistencia es vista como una pérdida total de control que no puede recuperarse con el empleo de dosis más altas ni aplicaciones más frecuentes. Este tipo de resistencia se denomina resistencia cualitativa.

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Cuando la resistencia al fungicida procede de la modificación de la interacción de varios genes, los aislados del patógeno presentan un rango de sensibilidad al fungicida dependiente del número de cambios genéticos. La variación de sensibilidad dentro de la población es continua. La resistencia en este caso es vista como un desgaste en el control de enfermedades que sí puede ser recuperado utilizando dosis más elevadas o incrementando la frecuencia de aplicaciones. Este tipo de resistencia a fungicidas se denomina resistencia cuantitativa.

Los aislados fungosos resistentes a un fungicida suelen ser resistentes a otro fungicida estrechamente relacionado, aunque no hayan sido expuestos a dichos fungicidas, ya que éstos poseen un modo de acción similar. Esto se denomina resistencia cruzada. Resistencia cruzada negativa raramente ocurre entre fungicidas no relacionados entre sí, porque el cambio genético que confiere la resistencia a un fungicida hace al aislado resistente más sensible a otro fungicida.

Pautas para el manejo de resistencia de fungicidas

  • Obtener información sobre ocurrencia de resistencia actual y riesgo del fungicida para la enfermedad objetivo así como los fungicidas que van a emplearse. (www.frac.info/frac/).
     
  • Emplear prácticas de manejo de resistencia con la mayoría de los fungicidas, excepto con los multisitio.
  • Sembrar variedades resistentes a la enfermedad, y emplear otras prácticas de manejo adicionales.
     
  • Iniciar aplicaciones de fungicida muy temprano en el desarrollo de la enfermedad, o antes de que los síntomas aparezcan.
     
  • Reducir el uso de fungicidas con riesgo, empleándolos sólo cuando sean absolutamente necesarios y alternando con otros de código FRAC diferente. El momento más crítico para aplicar un fungicida con riesgo para control de enfermedad y manejo de resistencia es temprano en la epidemia cuando la población del patógeno es reducida. Fungicidas de contacto multisitio deben aplicarse solos más tarde en la temporada, donde han probado proporcionar control de la enfermedad suficiente.
     
  • Alternar fungicidas. Cuando un cultivo podría servir como fuente de inóculo para el siguiente, deben alternarse fungicidas con riesgo en cultivos sucesivos, de manera que el primer fungicida aplicado a un cultivo pertenezca a un grupo diferente de resistencia cruzada que el último fungicida con riesgo aplicado al cultivo anterior.
     
  • Mezclar en tanque fungicidas con riesgo, con fungicidas multisitio con bajo riesgo de resistencia. Los fungicidas multisitio controlan cualquier rasgo resistente con el cual entren en contacto.
     
  • Maximizar cobertura de aplicación mediante el ajuste de métodos (boquillas, volumen de rocío, velocidad de avance) y aplicar cuando no haya viento. Cuanto mejor sea la cobertura, especialmente en el envés de las hojas, mayor será la contribución de los fungicidas multisitio al control y menor será la presión de selección para el desarrollo de resistencia. Emplear papel sensible al agua para evaluar la cobertura.
     
  • Seguir pautas de manejo de resistencia adicionales especificadas en la etiqueta (rotación de productos, mezcla en tanque, límites en la cantidad aplicada y número permitido de aplicaciones por temporada).
     
  • Evaluar el control de la enfermedad y reportar cualquier pérdida de eficacia potencialmente relacionada con la resistencia a los técnicos o especialistas en extensión.

Programas de manejo
Con objeto de facilitar el manejo de resistencia, el Comité de Acción de Resistencia de Fungicidas (FRAC, por sus siglas en inglés) desarrolló Códigos de Grupo de fungicidas (www.frac.info/frac/). Los fungicidas con el mismo código tienen modos de acción similares y podrían presentar resistencia cruzada.

El objetivo principal del manejo de resistencia es retrasar su desarrollo. En consecuencia, los programas de manejo de resistencia deben ser implementados cada vez que un fungicida nuevo aparece en el mercado.

La estrategia para el manejo de resistencia es minimizar el uso del fungicida con riesgo sin sacrificar el control de la enfermedad. Esto se consigue utilizando el fungicida con riesgo junto con otros fungicidas y con medidas de control no químicas en un programa de manejo integrado de enfermedades.


Información por M. Tuttle McGrath, Department of Plant Pathology, Cornell University ([email protected])