Radiación antimicrobiana

Radiación antimicrobiana

 

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El consumidor medio probablemente asocia radiación con centrales nucleares. Quizás por eso el concepto de hortalizas y frutas sometidas a radiación como tratamiento poscosecha es difícil de vender. Es por tanto necesario difundir más información acerca de dicho método de sanitización.

La eficacia de la radiación antimicrobiana es tal, que muchos productores exigen la adopción de esta tecnología a pesar de la reticente acogida en ciertos sectores. Por otra parte, los brotes bacterianos en hortalizas frescas acontecidos en los últimos años podrían influir favorablemente en el establecimiento en el mercado de este polémico tratamiento.

 

Radiación alimentaria

El concepto de radiación en hortalizas es simple — una breve ráfaga de alta energía muta y destruye las proteínas de ADN en bacterias dañinas. Esta radiación podría ser generada por cobalto no nuclear de 60 isótopos, o mediante aceleración electromagnética de electrones, lo cual no requiere isótopos en absoluto.

En un informe de la Administración de Fármacos y Alimentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) publicado por Associated Press, la agencia asegura que la reducción de niveles bacterianos [al aplicar radiación] fue “notable.” Sebastián Cianci, un vocero de la FDA lo confirma cuando dice que “la radiación es efectiva en la reducción de niveles de (…) patógenos tales como Salmonella y E. coli, y proporcionara una herramienta adicional que podría ser de utilidad para el público.”

Dado que en Estados Unidos se consumen más de cuatro millones de toneladas de lechuga y espinacas cada año, esta norma afecta a una porción significativa del mercado — quizás sea una razón más de preocupación para los que se oponen al tratamiento.

 

¿A favor o en contra?

Numerosas entidades diferentes se han manifestado en contra de esta práctica, incluyendo Food & Water Watch (Vigilancia de Agua y Alimentos), un grupo internacional sin ánimo de lucro con sede en Washington, D.C., EE.UU., el cual afirma que “bombardear lechugas o espinacas con el equivalente a decenas de millones de Rayos-X podría arruinar su sabor, aroma, textura y color.”

Además, los detractores alegan que el contenido nutricional de los productos agroalimentarios podría verse afectado negativamente, en particular la Vitamina C. Tales afirmaciones serían suficientes para que productores y procesadores reconsiderasen este polémico tratamiento poscosecha.
Sin embargo, otros grupos conceden poca credibilidad a estas alegaciones. Christine Bruhn, una experta en radiación alimentaria de la Universidad de California, EE.UU., afirma que en pruebas conducidas entre voluntarios que probaron alimentos sometidos a radiación alimentaria, no fueron capaces de distinguirlos de los alimentos tratados con métodos de sanitización tradicionales.

Otros organismos tales como el Internacional Consultive Group on Food Irradiation (Grupo Consultor Internacional en Radiación de Alimentos) fue aún más lejos en su rebate. Aparentemente, en el transcurso de sus estudios los investigadores del ICGFI descubrieron que “las pérdidas de nutrientes [en alimentos sometidos a radiación] son pequeñas y, con frecuencia, significativamente menores que las pérdidas asociadas a otros métodos de preservación tales como enlatado, deshidratación y pasteurización en caliente.”

Con respecto a la seguridad, el aludido ICGFI apuntó que el recuento de radicales libres, frecuentemente señalados como causa potencial de envejecimiento e incluso cáncer, fue más alto en una rebanada de pan tostado que en productos irradiados.
Un amplio historial de pruebas (realizadas desde 1926) sugiere que la “radiación [de grado alimentario] no produce factores tóxicos en dietas animales.”

Valor agregado

Afortunadamente para productores y comercializadores, este proceso también podría agregar valor en el mercado. En un estudio conducido en Lyon, Francia “fresas irradiadas, empacadas en charolas de plástico recubiertas, etiquetadas como ‘Protegidas por Ionización,’ y valoradas 30% más caras que las no irradiadas, se vendieron bien.”

Con la creciente preocupación por brotes bacterianos, es posible que éste sea el momento para considerar la adopción de radiación a gran escala. Aunque el proceso siempre tendrá detractores, los resultados hablan por sí mismos.

Los defensores de la radiación recalcan la importancia de que deben tomarse precauciones adecuadas para preparar los productos frescos que han sido irradiados. Cianci afirma que su administración “continúa recomendando que los consumidores laven los productos a fondo con agua corriente antes de ingerirlos.”

 

 

 

 

Fuentes:
• Roos, Robert. “FDA approves irradiation of iceberg lettuce, spinach.” CIDRAP. 10-08-08.
http://www.cidrap.umn.edu/cidrap/content/fs/irradiation/news/aug2108irrad.html.

• “The Facts about Food Irradiation.” UW Food Irradiation Education Group. 10-8-08. http://uw-food-irradiation.enger.wisc.edu/Facts.html

• Voiland, Adam. “The Basics on the foodfight over irradiation.” US News. September 5th, 2008. http://health.usnews.com/articles/health/living-well-usn/2008/09/05/the-basics-on-the-foodfight-over-irradiation.html

• “Facts about Food Irradiation” International Consultive Group on Food Irradiation. Aug. 1999.

• “Irradiation and Vegetables Don’t Mix.” Food and Water Watch. 2008. http://www.foodandwaterwatch.org/food/foodirradiation/irradiation-and-vegetables-nomix