Promueve el desarrollo generativo en pimientos después de la propagación

 
A lo largo de la vida de cualquier cultivo, el objetivo principal del productor debe ser el desarrollo y mantenimiento de una planta fuerte y generativa. El primer paso para lograrlo comienza con el propagador o en el área de propagación de su agrícola.
 
Recuerde que el tamaño de la planta, en relación con el volumen del sustrato en el cual la planta joven se está desarrollando, se incrementa muy rápidamente durante las primeras semanas.
 
 
En respuesta a este rápido crecimiento, el productor debe ser muy receptivo y actuar con premura para satisfacer las necesidades — continuamente cambiantes — de agua y mantener el equilibrio vegetativo/generativo requerido para encauzar a la planta en la ruta adecuada.
 

Vida en la celda

Mientras las plantas jóvenes están todavía en la fase de propagación de su desarrollo y se encuentran en una charola con celdas o en bloques independientes de lana de roca, el volumen radicular es muy pequeño. Es recomendable que en esta etapa del desarrollo, el productor emplee pequeños volúmenes de agua durante cada sesión de riego y aplique dichas sesiones con frecuencia.
 
 
Como las plantas sólo crecen en un pequeño volumen, el productor deberá regar de manera que permanezca más agua cerca de las raíces y se drene menos cantidad durante cada sesión de riego. Deben registrarse los valores de Conductividad Eléctrica (CE) en el sustrato, ya que esta medida puede utilizarse como una herramienta para modular el desarrollo vegetativo/generativo.
 
 

Sustratos sedientos

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Una vez situada la planta joven en la bolsa de sustrato, es importante asegurarse de que la altura de la columna del sustrato no absorba toda el agua de la masa radicular de dicha planta. Inmediatamente después de la plantación en el sustrato, las sesiones de riego deben ser frecuentes y de pequeño volumen (tabla 1) durante los primeros siete a 10 días.
 
Cuando las raíces de la planta joven comiencen a desarrollarse y adentrarse en el sustrato, debe incrementarse el volumen de cada sesión de riego en relación al tamaño de la planta. Asimismo la frecuencia de riego debe disminuir con el fin de proporcionar una influencia generativa en las plantas e inducirlas a producir raíces y buscar el agua.
 
El objetivo durante los primeros días después de la plantación en el sustrato consiste en disminuir el contenido de agua para promover penetración y desarrollo de raíces rápida y completamente. Las sesiones de riego deben ser pequeñas y aplicarse cada cuatro o cinco horas sólo durante los 7 ó 10 primeros días. Esto depende mucho de la temperatura de la tubería y del aire, del uso de una pantalla energética, de las condiciones de iluminación externas y del Diferencial de Presión de Vapor (DPV) interna y externa.
 
En los próximos números veremos estrategias de manejo de agua en la primera etapa del desarrollo de otros cultivos de importancia económica, tales como tomate y pepino.       
 
 
Tablas 1 y 2 disponibles en el artículo impreso, revista Productores de Hortalizas, edición de julio, 2009 pag. 8-9.
 
Pueden encontrar más información sobre este tema y otros artículos del mismo autor en línea. Visiten www.hortalizas.com o escriban a: [email protected]

El autor es experto en tecnología de invernadero y actualmente labora como consultor privado para productores de hortalizas y otros cultivos. Para más información escriba a [email protected]