Producción orgánica en Cuba

Cuando Fidel Castro dimitió como Presidente del Consejo de Estado de Cuba el mes pasado, declaró que quería continuar luchando “como soldado de las ideas.” Aunque su hermano Raúl asuma oficialmente el cargo supremo — que ya venía ocupando provisionalmente desde 2005, cuando la salud de Fidel comenzó a decaer — se cree que la influencia de Fidel sobre los asuntos de Cuba continuará siendo fuerte.

Pero los vientos políticos están cambiando. Raúl ha insinuado que él es partidario de un sistema capitalista controlado por el Estado, al estilo chino. En EUA, los ocho años de la Administración Bush y su estricta política hacia Cuba están a punto de concluir. La política oficial estadounidense hacia Cuba podría volverse en breve más conciliadora.

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El embargo económico de Cuba por EUA cesará un día de éstos, sin importar si los cambios políticos en ambos países conducen o no a unas relaciones más cálidas entre estos vecinos. En 1962, EUA cortó el comercio con Cuba, y nueve gobiernos consecutivos en EUA han mantenido la relación congelada desde entonces — algunos de los cuales han llegado incluso a penalizar a otros países por hacer negocios con Cuba.

Durante unos treinta años la Unión Soviética había apoyado la economía cubana, suministrando a Cuba combustible a bajo precio y adquiriendo azúcar cubano a más de ocho veces su precio promedio en el resto del mundo.

En algunos años, los soviéticos llegaron a contribuir con un cuarto de los ingresos nacionales de Cuba. Pero en 1991, la mano dadivosa de su hermano mayor desapareció de repente cuando la URSS colapsó.

Rápidamente, Cuba se sumió en un declive económico acompañado de una severa escasez de alimentos. Castro respondió dividiendo las enormes granjas estatales de Cuba en cooperativas más pequeñas, y permitió a los granjeros vender los excedentes producidos sobre la cuota destinada al gobierno en el mercado abierto.

Con escasez y racionamiento de casi todo tipo de recursos, los granjeros cubanos hubieron de arreglárselas sin fertilizantes ni plaguicidas comerciales.

En su lugar, desarrollaron técnicas de producción orgánica y se han vuelto expertos en producción intensiva de cultivo de hortalizas durante todo el año, normalmente con fertilizantes naturales desarrollados a partir de vermicultura y compostaje. Incluso han dominado la técnica de cultivo “organopónico.”

Al mismo tiempo, las ventas de alimentos orgánicos en EUA han estado creciendo a un ritmo constante del 20% anual y superado $17 mil millones de dólares en 2006. La mayor categoría orgánica corresponde a hortalizas y frutas frescas — el 40% de las ventas de alimentos orgánicos en EUA.

Gracias en parte al largo embargo económico de EUA hacia Cuba, la nación más grande del Caribe es ahora una de agricultores orgánicos. Cuando EUA abra finalmente sus puertas a los productos cubanos, los consumidores estadounidenses se apresurarán a adquirir hortalizas y frutas orgánicas de Cuba en grandes cantidades, a precios de lujo.