Producción de minitubérculos

Con la enorme diversidad de variedades de papa en el mundo, registradas principalmente en el Instituto Internacional de la Papa con sede en Lima, Perú, resulta inconcebible que en México exista sólo un puñado de variedades, lo cual limita el crecimiento del consumo, y sobre todo genera un aporte insuficiente de nutrientes a la población.

 

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Enfoque en procesamiento

En realidad, la tecnología de híbridos de hortalizas ha sido generada básicamente por la importación de materiales. Al tener cerrada la frontera para la importación de semillas, pero no para clones, plantas in vitro, o microtubérculos, resulta increíble que la reproducción de nuevas variedades estén enfocadas sólo en la industria de papas fritas, y muy poco en la obtención de variedades para mercado fresco.

Pudiera ser que la influencia de tizón tardío, mosquita blanca, pulgón, chicharitas o paratrioza, hayan ocupado demasiado la mente y el bolsillo de los productores de papa en México; y por ello, no se han dedicado con esmero a obtener nuevas variedades, las cuales requieren de un trabajo constante de al menos cinco años.

La producción formal y profesional de una semilla de papa requiere de una infraestructura agrícola balanceada. Es decir, del soporte de institutos y centros de investigación con capacidad para analizar los requerimientos de las nuevas variedades y ponerlos a disposición de los productores.

La participación posterior de éstos indispensable para la reproducción de los tubérculos.

 

Demanda de nuevas semillas

Para generar un mayor interés de los productores de papa en la obtención de nuevas variedades para procesamiento industrial, se requiere de un cuidadoso análisis de la demanda de semilla, ya que de ello depende el éxito de la reproducción.

En términos generales, la mayoría de los productores de papa reproduce su propia semilla y sólo compra una pequeña porción de semillas nuevas. Con ello, lógicamente se limita la creación de empresas dedicadas a la producción de semilla.

Otros productores “híbridos” destinan un 35% de su producción a la generación de semilla, y el 75% restante para abastecer el mercado fresco o la industria de procesamiento. Para muchos, según sean las condiciones del mercado será el destino de su producción.

Quizás lo ideal sería que existiera un programa de validación genética y reproducción asistida para pequeñas empresas agrícolas. Esto significaría crear un programa especial para invertir en el desarrollo de investigación en las mismas fincas de producción de papa en diferentes regiones. Existe un número reducido de empresas certificadas y reguladas para este propósito, pero ello no ha generado ningún avance en la obtención de nuevos productos.

Recomendamos a los productores de papa que analicen la posibilidad de establecer pequeños módulos de invernaderos para la reproducción de minitubérculos que permitan generar una mayor calidad de semilla, y sobre todo buscar nuevas variedades para proceso, ya que el mercado está demandando un cambio muy importante para mejorar la dieta de los consumidores.

 

¡Falta diversidad!

Aunque se reconoce el incremento del volumen de producción — ha pasado de 1.2 a 1.5 millones de toneladas gracias a la protección del mercado (especialmente del ingreso de semillas importadas) — estos factores no han sido aprovechados para desarrollar nuevas y mejores variedades que se adapten a las demandas del consumidor.

Según los especialistas, la diversidad de variedades de papa responde a la variedad de los ecosistemás en donde se cultivan los tubérculos. En otras palabras, la duración del ciclo de crecimiento, el fotoperiodo, el tipo de suelo, la altitud y la precipitación pluvial, son determinantes del tipo de papa que se puede obtener. Otros factores como almacenamiento y transporte, también influyen en la calidad.
Finalmente, el destino de la producción, ya sea para consumo en fresco o procesado, hará que exista la demanda para ciertas variedades.

Con estos factores en la mesa, resulta muy interesante preguntarse por qué en México no ha permeado la tecnología de los híbridos y el mejoramiento genético en la papa, como ha sucedido con el tomate, pimientos o incluso con berenjenas y calabacitas.

Minitubérculos

La reproducción de semilla y su mejoramiento comienza con la selección de semilla básica, a partir de la cual se pueden realizar varios métodos de reproducción — selección clonal, multiplicación in vitro, reproducción de nódulos, microtubérculos y minitubérculos.

Todos estos métodos tienen aplicaciones especiales maas o menos sofisticadas. Especialmente la multiplicación in vitro y los microtubérculos, los cuales requieren de equipos avanzados que garanticen la completa esterilización del medio de cultivo y su reproducción. Este método es más lento, pero se obtienen espécimenes libres de contaminación del suelo.

Por ello, los minitubérculos que se reproducen a partir de plantas in vitro (o microtubérculos), pueden ser plantados en pequeños módulos de invernaderos con densidad de 100 a 200 plantas/m2. Debido a la elevada densidad de plantación, los minitubérculos podrán ser pequeños, aunque se recomienda variar la densidad para obtener tamaños de 15 a 25 milímetros.

Para mejores resultados, se deberán utilizar plántulas obtenidas in vitro, de 4 ó 5 cm de altura, que pueden sembrarse directamente sobre camas de sustrato en el invernadero, o bien darles una preparación en bolsas de polietileno a fin de acondicionar la planta para el nuevo ambiente del invernadero.

Bajo condiciones normales, una plántula dará entre 2 y 4 minitubérculos en ciclo de 80 días. En condiciones adecuadas se podrán sembrar hasta cuatro ciclos por año, con una producción estimada de 3,000 minitubérculos por año.

 

Ventajas y desventajas

Después de su obtención en el invernadero, los minitubérculos pueden transplantarse directamente en campo para participar en la producción de semilla certificada.

A nivel mundial, los minitubérculos son comparados con plantas de selección clonal de segundo año, aunque en algunos países son reconocidos como semilla precertificada. Debido a la elevada tasa de multiplicación y a su tamaño, la oferta y demanda de los minitubérculos ha crecido rápidamente en los últimos años.

Entre sus desventajas están la necesidad de una mayor inversión (a diferencia de la selección clonal) y la posibilidad de vigor limitado en el primer ciclo de producción en campo abierto. Sin embargo, en zonas donde prevalece un alto grado de infecciones, los minitubérculos son una garantía, al estar libres de virus o enfermedades, por lo que constituyen una herramienta muy útil cuando se trata de producir nuevas variedades.

Finalmente, su rápida obtención hace a los minitubérculos muy recomendables para la producción de nuevas variedades para mercados dedicados al proceso de papas.

 

 

 

 

Para mayor información consultar la página de Fundación Produce Coahuilawww.fpcoahuila.org