Organismos del suelo

 

Una hectárea de mantillo viviente — la capa superficial del suelo — contiene aproximadamente 400 kg de lombrices de tierra, 1,000 kg de hongos, 700 kg de bacterias, 60 kg de protozoos, 400 kg de artrópodos y algas, e incluso pequeños mamíferos. Por tanto, tiene sentido considerar el suelo como una comunidad viva en vez de una masa inerte.
 
 
La materia orgánica del suelo contiene además organismos muertos, materia vegetal, y otros compuestos orgánicos en diferentes fases de descomposición. Humus, el material orgánico oscuro en las últimas etapas de descomposición, es relativamente estable. Tanto la materia orgánica como el humus sirven como reservorios de nutrientes y ayudan a construir la estructura del suelo, entre otros beneficios.
 
 

Suelo sustentable

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El tipo de suelo viviente sano requerido para sustentar a la humanidad, ahora y en el futuro, debe poseer nutrientes y humus en equilibrio, así como una vasta diversidad de organismos del suelo. Este suelo producirá plantas sanas con mínima presión de malezas, enfermedades y plagas. Para conseguir esto, es necesario trabajar en armonía con los procesos naturales y optimizar sus funciones para sustentar las operaciones agrícolas.
Algunos se preguntaran cómo se mantienen las praderas y los bosques en la naturaleza en ausencia de labranza y fertilizantes.
 
 
Estos suelos son labrados por organismos del suelo, en vez de maquinaria agrícola. También son fertilizados, pero estos fertilizantes se utilizan una y otra vez y nunca abandonan el lugar. Los suelos nativos se cubren de una capa de residuos de plantas y plantas en crecimiento a través del año.
 
 
Bajo esta superficie, una rica complejidad de organismos del suelo descompone los residuos de plantas y las raíces muertas, y luego libera sus nutrientes almacenados lentamente a lo largo del tiempo. De hecho, el mantillo es la parte más diversa de la tierra, biológicamente hablando.
 
 
Los organismos que residen en el suelo liberan minerales y los convierten en compuestos digeribles para las plantas. Estos organismos reciclan los nutrientes una y otra vez a partir de la muerte y pudrición de cada nueva generación de plantas.
 

Trabajadoras modelo

Existen muchos tipos diferentes de criaturas que residen sobre o en el interior del mantillo. Cada una de ellas tiene su función y trabaja con el productor en su beneficio, siempre que éste siga un manejo que promueva su supervivencia. Aunque una gran variedad de organismos contribuyen a la fertilidad del suelo, lombrices, artrópodos y ciertos microorganismos merecen una atención especial. En esta ocasión les mostramos algunas de las acciones beneficiosas de las lombrices.
 
 
Lombrices de tierra. Sus madrigueras favorecen la filtración de agua y la aireación del suelo. Los suelos “labrados” por estas trabajadoras criaturas pueden absorber a un ritmo de 4 a 10 veces mayor que en suelos sin lombrices. Esto reduce el escurrimiento y recarga las reservas de agua superficial.
Los túneles verticales bombean aire en la profundidad del suelo, estimulando el ciclo de nutrientes microbianos. Ademas, las lombrices consumen residuos de plantas muertas de la superficie y ayudan a redistribuir la materia orgánica y los nutrientes a traves de la capa de mantillo.
 
 
En periodos de sequía, los túneles excavados por las lombrices permiten la penetración profunda de las raíces en zonas del subsuelo con mayor contenido de humedad.
 
 
Además de materia orgánica, las lombrices consumen tierra y microbios del suelo, de manera que las pellas de tierra expulsadas de sus sistemas digestivos proporcionan material nutriente soluble y estimulantes del crecimiento vegetal.           
 
 
 
Fuente: Servicio Nacional de Información de la Agricultura Sustentable de ATTRA, administrado por el Centro Nacional para la Tecnología Apropiada (NCAT) y financiado por una subvención del USDA.