MIP: Incrementa el rendimiento y calidad de frutos

 

Las plantas cultivadas están expuestas a los efectos negativos de diversos agentes vivientes y no vivientes que alteran su estado de crecimiento.
 
En los últimos veinte años ha cobrado popularidad el concepto de Manejo Integrado de Plagas (MIP) de los cultivos, el cual promueve con enfoque permanente la utilización concertada — en tiempo y espacio — de las estrategias de manejo reconocidas como efectivas; a manera de minimizar los posibles riesgos económicos, sanitarios, fitosanitarios y ambientales derivados de la utilización exclusiva de determinadas herramientas.
 
 

Fitopatología básica

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La utilización exitosa del MIP exige un buen conocimiento de los conceptos básicos de fitopatología, de los cuales los más importantes se describen a continuación.
 
Se considera una planta sana aquella que es capaz de realizar todas sus funciones al máximo de su capacidad genética. Luego, cualquier factor que interfiera en los aspectos señalados será un agente incitante de enfermedad en la planta, la cual se expresará por cambios de mayor o menor notoriedad (síntomas) en apariencia y funciones y, eventualmente, efectos que disminuyen el valor económico del cultivo al reducir la calidad y cantidad del producto obtenido.
 
 

Desarrollo de patógenos

Las enfermedades infecciosas se caracterizan por la habilidad del organismo que las causa para crecer y multiplicarse rápidamente en plantas enfermas y diseminarse de ellas a plantas sanas.
 
 
Los patógenos atacan las plantas porque en su evolución han desarrollado la habilidad de nutrirse de sustancias elaboradas por ellas, y algunos dependen de estas sustancias para su supervivencia. Los organismos que se ajustan a este patrón son denominados parásitos.
Cuando un parásito extrae nutrientes, agua y sustancias elaboradas de la planta huésped, conduce a una reducción de la eficiencia de crecimiento normal de la planta, con efectos negativos en el desarrollo y la reproducción de ésta.
 

Factores influyentes

La presencia y severidad de una enfermedad son resultado de la interacción entre varios factores:
• Planta hospedera. Grado y estacionalidad de su susceptibilidad.
• Prevalencia del patógeno. Cantidad, viabilidad y persistencia del inóculo.
• Virulencia. Medida de su patogenicidad.
• Medio Ambiente. Persistencia y magnitud de factores ambientales (temperatura, radiación solar, etc.).
Cada factor puede ser cuantificado, y tomando en cuenta todos o parte de ellos se puede predecir el efecto que el patógeno tendrá en el hospedero. Estos factores están íntimamente interrelacionados y si cualquiera de ellos está ausente, al menos en las condiciones o magnitud apropiadas, la expresion de la enfermedad es mínima o nula.
 
 

Éxito a su alcance

Existen diferentes estrategias para manejo de enfermedades.El grado de éxito en la prevención y control de problemas fitopatológicos muestra una relación positiva con la intensidad y la oportunidad con que se recurre a la utilización de diferentes estrategias para su manejo.
 
 
Los casos más exitosos de manejo de enfermedades usualmente incluyen un amplio abanico de estrategias probadas, por lo cual los agricultores deben dedicar particular atención a identificar qué estrategias existen para los problemas que afligen a sus cultivos.      
 
 

 

Recopilación del artículo publicado por el Departamento de Protección Vegetal de FHIA, Honduras. Para más información escriba a [email protected]