MIP efectivo combina bioplaguicidas y productos convencionales

 

Un mito a contrarrestar en la lucha del control de plagas es que productos químicos convencionales y bioplaguicidas son mutuamente excluyentes.

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Defensores de MIP (Manejo Integrado de Plagas) admiten que es fácil ver cómo comenzó este mito. Los productores orgánicos utilizan bioplaguicidas porque la mayoría de estos productos están registrados para uso en cultivos orgánicos.

 

Así que los bioplaguicidas son asociados con la producción orgánica. Pero en realidad, la producción orgánica representa sólo un pequeño porcentaje del uso de bioplaguicidas. Considerando todos los factores — economía, eficacia, sustentabilidad, y calidad de cultivo — los productores tradicionales están aprendiendo que un programa que utiliza bioplaguicidas junto con productos convencionales, es mucho más efectivo.

 

En la rotación está el gusto

El manejo de resistencia es sólo una pieza del rompecabezas. El Dr. Alton Sparks, entomólogo en la Universidad Estatal de Georgia, EE.UU., ha trabajado en control de Palomilla dorso de diamante en cultivos de repollo desde 1989. Entonces, los productores utilizaban organofosfatos para control, pero la plaga desarrolló resistencia. Años más tarde, una nueva generación de química sintética entró en el mercado y Sparks observó que “al principio funcionaban maravillosamente, pero ahora vemos resistencia de las plagas a estos productos.”

Para prolongar la eficacia de plaguicidas sintéticos, debe efectuarse rotación. La recomendación para la mayoría de productos es que no deben ser empleados más de dos veces. Los productos han de ser rotados con otros productos que contengan diferentes modos de acción. Sparks, opina que “no se deben someter generaciones subsecuentes al mismo modo de acción.” Los bioplaguicidas con múltiples modos de acción son creados para rotación en programas de manejo de plagas. Por ejemplo, un bioplaguicida tal como Bt perfora el intestino de la plaga, mientras que uno convencional suelen ser neurotóxico.

 

Efectos complementarios

Michael Bravermann, gerente del Programa Bioplaguicida, Proyecto IR-4, de la Universidad Rutgers, EE.UU., reitera que “no se trata de bioplaguicidas frente a productos convencionales, sino de bioplaguicidas y convencionales.”

El manejo de resistencia no es el único beneficio. John Francis, director de servicios técnicos y mercadotecnia en BioWorks, Fairport, NY, EE.UU., menciona que con frecuencia los bioplaguicidas agregan un nivel de control mientras reducen el costo de los productores con un impacto positivo en la calidad del cultivo.

 

En el caso de un productor de invernadero, Francis recuerda cómo utilizó un fungicida sintético para controlar Pythium, Fusarium y otras enfermedades. Antes, se requerían 12 palets al año de material sintético para obtener un nivel aceptable de control. Sin embargo, al integrar un biofungicida en el programa, sólo se utiliza un palet al año.

Francis explica que el biofungicida hace un trabajo “maravilloso” en prevención de enfermedades, pero no sistemático. Así que, para asegurar la inocuidad inicial de cada cultivo o proveer control durante una presión fuerte de enfermedad, el fungicida sintético es aplicado empapando el cultivo para erradicar plagas existentes.

 

Consideraciones de aplicación

A muchos productores les aplicar cerca de la cosecha para mantener la calidad del cultivo, especialmente ante un evento climático que pudiera incrementar el potencial de plagas y enfermedades.

Otro beneficio clave de los bioplaguicidas es el manejo de residuos.

Los bioplaguicidas ofrecen a productores esa flexibilidad. Sin embargo, en la temporada, los productores tienen la opción de aplicar bioplaguicidas por sí solos, mezclados en tanque con un químico sintético, o sustituir uno biológico por uno sintético en una o más veces como parte del ciclo de aplicación.
 

 

Lo importante, aporta Dr. Tamon Georgia, gerente de negocio global en el área microbiológica para Valent Biosciences, es que los tratamientos rotacionales prueban ser menos caros a la vez que ofrecen mejores niveles de control y producen rendimientos más altos que en plantas tratadas con insecticidas sintéticos solamente.

Michael Dimock, director de desarrollo y tecnología para Certis USA, recalca que “casi ningún producto biológico está hecho para que se use solo, sino para que todos los insumos trabajen mejor.”

 

 


Moore es un escritor independiente del sur de California. Más información en:[email protected]