¡Mercadea tu producto!

¡Mercadea tu producto!

Diferencia tu producto de la competencia. La Agencia de Manejo de Riesgos del Departamento de Agricultura de EUA te presenta una guía práctica a seguir para mercadear tu producto, apropiada y efectivamente.

1. Hazte experto de lo que vende

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• Es más que un producto, sino un bulto de las cosas valiosas que son apreciadas por tus clientes.

2. Conoce a tu cliente

• Cada cliente tiene sus propias características y necesidades. Tienes que adaptar tu enfoque de ventas para satisfacer al cliente, de acuerdo a sus necesidades específicas.
 

3. Da a conocer tu historia

• Tu historia es lo que hace tu negocio único y especial — lo que agrega valor a tu producto.
• Tu historia debe mostrarse en todo lo que tus clientes ven y en todo lo que haces.
• Debes ser capaz de contar tu historia en el tiempo que le toma al cliente hacer su compra y recibir su cambio. Cada cliente es un inversionista potencial en tu negocio.

4. No hagas suposiciones

• No des por hecho la viabilidad de tu idea de negocio ni la conducta de tus clientes. Encuentra alguna manera de probar tus teorías antes de implementar estrategias de negocios.
 

5. Oriéntate hacia el cliente, no hacia el producto

• Cambia tu manera de pensar de: “Produzco lechuga, ahora necesito un comprador,” a “Mi cliente necesita lechuga, cómo puedo ofrecérsela de una manera que mi cliente pueda apreciar.”

6. Vende las características y los beneficios de tu producto

Si tu producto satisface las demandas de un mercado nicho, tal como la lechuga roja, asegúrate de resaltar los aspectos de tu oferta. Por ejemplo, ¿es un producto orgánico? ¿viene de un rancho familiar? ¿acaso la variedad tiene mayor contenido de propiedades nutritivas?

7. Mantente competitivo, a pesar del precio

Si vendes un producto que no se puede distinguir de la oferta de otro productor, no podrás controlar el precio. Asegúrate de buscar una estrategia para vender tu producto adecuadamente, y no salir perdiendo.

8. Diversifícate para mejor manejo de riesgos

• Cultiva varios productos para diferentes clases de clientes, a fin de reducir tus riesgos de pérdidas.
• Mantén un equilibrio entre la diversidad para manejar el riesgo y la administración del tiempo a fin de no comprometer la calidad de calidad del producto (y sin causar demasiado estrés).
 

9. Comienza pequeño y aprende del mercado

• Entra poco a poco en el mercado, con la idea de aprender sobre la dinámica del mismo. Expande tu producción cuando hayas establecido un sistema competitivo en el mismo.