Ley COOL etiquetando por país de origen

Arrancar una zanahoria de la tierra no tendría nada de particular para la mayoría de lectores de esta revista. Pero a menudo se me viene a la mente la excitación de un niño cuando me vio hacer precisamente esto hace unos años. ¡Su asombro era digno de ver!

En aquel entonces yo vivía en una pequeña granja de hortalizas en Wisconsin, en el norte de Estados Unidos, ubicada cerca de la capital del estado, donde desarrollábamos programas diseñados para sacar partido a la proximidad a la ciudad e involucrar a la población urbana en la granja. Uno de esos programas, el cual además nos proporcionaba una fuente de ingresos adicional, consistía en organizar visitas guiadas a la granja a grupos de niños en edad escolar. En el momento en que los niños llegaban apresurándose a bajar de los camiones, su entusiasmo se palpaba en el ambiente.

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“¡La has arrancado del suelo!” exclamó un niño de unos seis años, asombrado y emocionado al ver una enorme zanahoria surgiendo de la tierra como por acto de magia. Nunca antes se le había ocurrido cómo crecen las zanahorias. Fue una pasmosa revelación.

En Estados Unidos y en muchos otros países, existe un considerable sector de la población que nunca ha arrancado zanahorias del suelo o cortado tomates o chiles directamente de la mata.

Pero a pesar de su falta de experiencia en la producción de alimentos — o quizá debido a la conexión perdida con la fuente de su sustento — estas personas cada vez se interesan más por el origen de sus alimentos, por quiénes los producen y por cómo se cultivan.

El pasado septiembre, Estados Unidos implementó una nueva ley (COOL, por sus siglas en inglés) por la cual se exige que todo producto agropecuario fresco, vendido al detalle, sea etiquetado mostrando su país de origen. Ahora, cuando el consumidor estadounidense compra un melón etiquetado “Producto de México,” su experiencia gastronómica promociona los melones de México, casi como una marca.

El estado de Sinaloa ha dado un paso adelante al lanzar su nueva campaña promocional diseñada para diferenciar sus tomates de los de los demás estados. Su objetivo es constituir la marca “Sinaloa Safe Tomatoes” [tomates inocuos de Sinaloa] mientras se asegura a los consumidores de Estados Unidos que los tomates de Sinaloa son los más frescos, los de mayor calidad y los más inocuos del mercado.

Así que, aunque aquel niño asombrado de hace unos años, ahora un joven adulto, nunca visite una granja de Sinaloa, al menos sabrá un poco más sobre el origen de sus tomates. Los productores de Sinaloa confían en que él tenga una primera impresión positiva de sus productos. Los productores que exportan, ya sea desde Sinaloa o desde cualquier otro estado de México, tienen la oportunidad de ganarle como cliente fiel.