Georreferencias

Georreferencias

Sólo se puede administrar lo que se puede medir,” dice una conocida frase de negocios. La puesta en práctica de este principio ha resultado difícil en el sector agropecuario, debido a que existen diversos obstáculos para cuantificar los recursos disponibles. Sin embargo, hoy en día los avances tecnológicos nos permiten acceder a una gran cantidad de información que hace una o dos décadas era impensable, por no estar disponible o por su elevado costo.

Publicidad

En la actualidad, los sensores remotos (fotografía aérea, imágenes de satélite y de radar) permiten observar grandes espacios geográficos sin estar en contacto con ellos en forma reiterada a través del tiempo. Estas tecnologías, junto con los avances en informática, permiten generar información de alta calidad a costos razonables, para diversos sectores de la economía, en especial para la actividad agropecuaria.

 

 

 

Evaluación de recursos productivos

Con los sistemas de posicionamiento geográfico (GPS, por sus siglas en inglés) e imágenes satelitales, actualmente es posible evaluar los recursos productivos de una empresa agropecuaria:

• El suelo es evaluado mediante georreferenciación y determinación de zonas con diferente potencial productivo, las cuales se delimitan y miden para construir un mapa de fertilidad.

• El recurso vegetal es evaluado a través de zonificación de áreas con diferentes niveles de aprovechamiento; estas zonas se refieren a sectores con predominancia de pastos, arbustos, monte aprovechable o monte no aprovechable — zonas que son delimitadas en un plano y medidas en forma precisa.

• La evaluación de recursos hídricos se realiza a través de la determinación de las diferentes fuentes y corrientes de agua, tales como ríos, arroyos, represas y pozos; de igual manera la superficie ocupada por estos recursos es medida y delimitada.

• Adicionalmente, es posible realizar el levantamiento topográfico del terreno con equipamiento de gran precisión, desarrollándose un modelo digital del terreno (mapa en tres dimensiones), que permite conocer con exactitud la altura de cualquier punto del predio. Esto tiene múltiples aplicaciones, relacionadas principalmente con manejo de agua y control de la erosión hídrica; es posible calcular el volumen de agua potencial de una represa antes de ser construida, así como realizar un óptimo diseño de los sistemas de riego y conducciones de agua para abrevadero.

 

¿Cómo se realizan los estudios?

Los estudios se basan principalmente en el uso de GPS e imágenes satelitales; la unidad de producción es localizada en imágenes satelitales actuales para realizar una evaluación preliminar de los recursos y detectar las áreas más importantes para su posterior estudio en sitio; se realiza una visita al predio y se recorre con equipos específicos de alta precisión que permiten acopiar datos espaciales georreferenciados, así como también datos cualitativos o atributos, sobre todo de aquellas áreas detectadas como más importantes en la evaluación preliminar.

Después de la visita a la unidad de producción, se analizan los resultados de campo en conjunto con las imágenes satelitales; la información se procesa en formato digital en computadora, lo cual permite la manipulación simultánea de los datos geográficos espaciales y los atributos del campo. Esta información se utiliza para elaborar mapas que son presentados en forma de capas, donde cada capa describe un elemento característico, como puede ser la topografía, disponibilidad de aguas, hidrología, tipos de suelo, vegetación, potreros, infraestructura, etcétera.

 

Otros usos potenciales de los GIS

Además de los beneficios antes mencionados, existen otras alternativas factibles de utilización con los sistemas de información geográfica (GIS, por sus siglas en inglés), al combinar esta información con datos estadísticos.

Por ejemplo, en la agricultura de precisión, al interpolar datos de producción obtenidos por medio de imágenes satelitales con datos de campo, se busca generar pronósticos precisos de volúmenes de producción; otra aplicación, al combinar datos climáticos, edáficos, topográficos, fertilidad, vegetación e información socio-económica, es la definición de zonas agroecológicas.

Otros usos potenciales son la cuantificación y localización de áreas agrícolas de un cultivo para determinar su estado fisiológico, delimitar el hábitat potencial para la vida silvestre, monitoreo ambiental, apoyar estudios de impacto ambiental y ordenamiento territorial, entre otros.

 

Conclusiones

El uso de los sistemas de información geográfica en la toma de decisiones de las actividades agropecuarias hoy en día, es una realidad, que poco a poco lo va convirtiendo en una herramienta más de competitividad, sin embargo, la ventaja sobresaliente de los GIS es su bajo costo en relación a la cantidad y calidad de la información generada, lo que permite desarrollar nuevas estrategias de gestión e inversión en la unidad de producción al momento de la evaluación, e inclusive años después de haber realizado el trabajo.

El aprovechamiento de las ventajas de esta tecnología, depende en gran medida de la capacidad y creatividad del empresario agropecuario para generar nuevas alternativas de manejo y producción.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Fuentes:
• Chavarria Hugo, Rojas Patricia, Sepúlveda Sergio; compiladores. Competitividad: cadenas agroalimentarias y territorios rurales. Elementos conceptuales. IICA. Agosto 2002.
• Estudio Feldkamp. Los sistemas de información geográfica en la empresa agropecuaria. Servicios Técnicos Agropecuarios Satelitales. Hipólito Yrigoyen 105. Gualeguaychú (2828), Entre Ríos, Argentina. Septiembre de 2004.