Futuro de la industria agroalimentaria

El futuro de la industria

Analistas de Investigaciones Agrícolas y Asesoría de Agronegocios y Alimentos Rabobank, (FAR, por sus siglas en inglés) pronostican un futuro positivo de la industria agroalimentaria. Sin embargo, aconsejan a las empresas desarrollar productos de especialidad que refuercen su posición en el mercado, y mantener los niveles de deudas bajos, para poder así emerger como líderes del mercado.
 
“La recesión no ha afectado a la industria de frutas y hortalizas frescas tan fuertemente ya que la mayoría son consumidas a nivel de minoristas y mayoristas y no a nivel de servicio de distribución de alimentos o foodservice,” menciona la vicepresidente de FAR, Marieke de Rijke. “Esto significa que los hábitos del consumidor están cambiando de comer fuera a preparar comidas en casa.”
 

Oportunidades de consumo

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Ken Shwedel, gerente de FAR en México, al igual que Rijke, mencionaron que mientras la industria de frutas y hortalizas frescas ha sido menos afectada que otras industrias, pero para poder mantenerse competitivos, los productores deberán alterar sus estrategias de negocios.

Una solución es invertir en consumidores de otros países cuyos mercados aún no han alcanzado madurez.
 
Por ejemplo, México es el segundo socio comercial más importante para EUA, seguido por Canadá. De acuerdo a Shwedel, “México necesita importar alimentos para poder alimentar su población.” Esto significa que la población mexicana gasta aproximadamente 30% de cada peso en alimentos, mientras que los estadounidenses gastan aproximadamente 12% por dólar.
 

Competencia por el mercado mexicano

Los productores estadounidenses se enfrentan a competencia de Canadá y Chile por el mercado mexicano.
 
Shwedel menciona que para que los productores puedan expandir sus negocios, necesitan analizar su cuota del mercado. Por ejemplo, a fin de satisfacer a los consumidores que buscan reducir costos al comprar alimentos, los productores podrían analizar la oportunidad de expandir su selección de productos bajo etiquetas privadas.
 
“Para poder competir los productores necesitan volver a analizar su estrategia de agronegocios,” concluye.