Exportación de hortalizas de invernadero

Pronóstico de crecimiento

Con una falta de planificación y consenso, la producción en invernadero en México y Canadá comienza a dar muestras de su debilidad ante la caída de los precios que sin duda ayudaron a levantar.

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Puede ser que la producción de campo abierto y mallas en México se esté beneficiando de un menor costo de inversión, pero en verdad a nadie puede resultar positivo la caída de los precios del tomate en este año, y mucho menos el pronóstico de las próximas temporadas, donde el pimiento podría ser también arrastrado hacia una oferta excesiva que rebajaría los precios.

De acuerdo con las cifras del Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA, por sus siglas en inglés), el volumen de producción en invernadero en México y Canadá alcanzó un ritmo de crecimiento del 40% entre los años 2002 y 2006, hasta completar más de 300 mil toneladas, que representaron el 32% de las importaciones totales de tomate en Estados Unidos en ese mismo periodo.

Aunque la cifra global de importaciones de tomate (campo abierto e invernadero) sólo aumentó un 3% — al pasar de 931,972 toneladas en 2005 a 951,786 toneladas en 2006 — las autoridades responsables de la evaluación del comercio internacional han indicado que las producciones de invernadero se han diversificado en gran manera.Esto ha propiciado una oferta abundante, no sólo en Nogales y San Diego, sino en Laredo, Detroit, Seattle y Bufalo.

Es decir, que las exportaciones de tomate de invernadero han logrado cambiar exponencialmente la oferta de tomates, tanto en volúmenes importantes como en diferentes ubicaciones.

 

 

Empuje de las fronteras

Para darles una idea, los datos publicados recientemente por el USDA revelan por ejemplo que, durante la temporada 2005-2006 en Nogales cruzaron 82,614 toneladas de tomate de invernadero, mientras que en Detroit la cifra fue de 74,485 toneladas. De manera sorprendente, Laredo contó con la tercera posición, al sumar 63,444 toneladas de tomate de invernadero, que representan el 59% del total de los tomates que cruzaron por esa frontera. Seattle aparece con 43,264 toneladas, y posteriormente San Diego reportó 19,624 toneladas, y Buffalo 17,775 toneladas distribuidas por esta frontera.

Es decir, que se están formando grupos de gran empuje en las diferentes fronteras.

Por lo que se refiere al pimiento, datos del Servicio de Agricultura Extranjera del USDA (FAS, por sus siglas en inglés) revelan que existe una tendencia a revertir los precios, ya que el volumen de importaciones de chiles y pimientos desde México creció un 45%, al pasar de 322,626 toneladas en el 2002, a 463,656 toneladas en el 2006.

Con relación al año anterior, la exportación creció un 14%. Al mismo tiempo, las exportaciones de pimientos de invernadero de Canadá hacia Estados Unidos también crecieron un 35%, con tasas anuales del 8.7%, ya que éstas pasaron de 41,545 toneladas en 2002, a 63,731 toneladas en 2006.

Por su parte, las exportaciones de los Países Bajos tuvieron una reducción del 32%, motivadas principalmente por el empuje de las inversiones de invernaderos holandeses en México.

 

Certificación de invernaderos

Para los especialistas en la producción de invernadero, la situación de la falta de registros en mallas e invernaderos de baja tecnología resultan en una afectación considerable, ya que de acuerdo con las condiciones y los pronósticos del mercado, el control de los costos de producción será un factor determinante en la rentabilidad de los proyectos nuevos, así como el mantenimiento de los ya establecidos.

Aunque se habla de una cifra de más de 6 mil hectáreas de invernaderos en México, está claro que existen aproximadamente 2,300 hectáreas de invernaderos con alta y mediana tecnología, mientras que la superficie de mallas podría ser de 3,000 hectáreas.

En las pláticas más recientes sobre los nuevos proyectos, se habla de inversiones de $120 dólares por metro cuadrado en invernaderos holandeses, mientras que los invernaderos de empresas españolas y francesas se ubican en $80 dólares por metro cuadrado cuando se habla de tecnologías avanzadas.

En cambio, los invernaderos de empresas canadienses y estadounidenses ofrecen presupuestos de $40 dólares por metro cuadrado — muy a la par de las empresas proveedoras originarias de México.

Con estos costos de inversión, el productor está obligado a obtener un alto rendimiento, así como a tener una administración muy eficiente para alcanzar costos de producción que sean competitivos.

Actualmente, los rendimientos más altos en tomate son de 75 kilogramos por metro cuadrado, con alta tecnología, y de 45 y 50 kilogramos promedio por metro cuadrado en tecnologías intermedias.

En el caso de los pimientos, los rendimientos se ubican entre 18 y 26 kilogramos por metro cuadrado,  en invernaderos de alta tecnología, mientras que en invernaderos de baja tecnología y mallas, los rendimientos pueden ser de 12 kilogramos por metro cuadrado.

 

Resultados en 2006-2007

En este año, los productores de pimiento y pepino tuvieron un mejor resultado gracias a los buenos precios, mientras que el tomate tuvo una dramática reducción en los precios, generando un mayor interés en los proyectos de pimientos.

Sin embargo, dadas las nuevas inversiones que se están realizando en San Luis Potosí, Jalisco, Sonora y Sinaloa, tanto en invernaderos como en mallas, es muy probable que se observe una disminución importante en los precios del pimiento para el próximo ciclo; ya que del promedio de $1.23 dólares por kilogramo obtenidos en 2005 con un volumen de más de 400 mil toneladas (incluye chiles picosos) en 2006, el precio promedio fue de $1.12 dólares por kilogramo de pimientos.

Por lo anterior, las nuevas inversiones debieran enfocarse en la obtención de altos rendimientos para obtener una rentabilidad adecuada, y por supuesto lograr la certificación de las diferentes tecnologías empleadas. Esto permitiría, no sólo obtener evaluaciones de los costos de producción, sino orientar la producción de invernadero hacia otros cultivos y tecnologías.

Por ejemplo en Canadá, para evitar la caída de precios buscan alternativas de producción orgánica en hidroponia en los invernaderos experimentales de la Universidad de Laval.

En opinión de algunos productores de Sinaloa, los invernaderos del futuro deberán estar enfocados hacia la producción orgánica para obtener una rentabilidad adecuada.