Diferenciando tu producto del resto

 

 

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En un mercado tan competitivo como el de producción y comercialización de hortalizas, es necesario buscar un segmento donde puedan demostrar su excelencia.

Hace unos meses les comentaba sobre las preferencias de ciertos consumidores estadounidenses por productos locales, lo cual les sitúa a ustedes en desventaja.

Pero pueden competir desde otro flanco — ¿Qué me dicen de la producción orgánica?

Este sector, al que muchos auguraban pocos años, en calidad de moda pasajera, ha llegado para quedarse. O al menos así lo demuestran las estadísticas más recientes procedentes del norte.

Lo que sí está cambiando es el perfil del consumidor. Si de veras opinan que este sector es para ustedes, deben saber en todo momento quién compra estos productos.

La demanda por productos orgánicos en Estados Unidos se ha incrementado constantemente desde 1990; hasta que en el 2000, por primera vez los supermercados vendieron más alimentos del grupo de orgánicos que de cualquier otro. Según la Asociación de Comercio Orgánico (OTA, por sus siglas en inglés), en Estados Unidos, las ventas de alimentos orgánicos rozaron 17 mil millones de dólares en 2006, y se estima que alcanzarán 23.8 mil millones en 2010.

Hortalizas y frutas representan la mayor cuota dentro de la categoría de alimentos orgánicos, cuyas ventas representaron el 39%. Esto significa que ustedes tienen la oportunidad de competir por un mercado cuyo valor promedio de ventas al consumidor supera los nueve mil millones de dólares. Parte del éxito en ventas se atribuye a los nuevos estándares en etiquetado de alimentos orgánicos instituidos en 2002 en EUA, así como a la extensión de la venta de productos por parte de establecimientos convencionales.

La percepción popular atribuía la adquisición de productos orgánicos en Estados Unidos a un perfil de consumidor euroamericano, opulento y con niños pequeños en su unidad familiar, pero los últimos estudios apuntan hacia una mayor diversidad en su grupo de consumidores potenciales.

Estudios realizados en 2002 por Hartman Group concluyeron que la mitad de los encuestados que adquieren productos orgánicos, con frecuencia cuentan con ingresos anuales inferiores a $50,000 dólares, y que consumidores afroamericanos, de origen asiático, e hispano, adquieren más productos orgánicos que sus homólogos euroamericanos.

Si nos centramos en la categoría de hortalizas y frutas frescas orgánicas, datos de Nielsen Homescan del 2001, sugieren que los consumidores estadounidenses de origen asiático gastaron más per capita que cualquier otro grupo poblacional. En cambio en 2004, el gasto de dicho grupo descendió en favor del de afroamericanos, que ocupó el primer lugar, seguido del de origen hispano.

Si analizamos el consumo por región, se observa que los pobladores de los estados suroccidentales (California, Arizona, Nuevo México) adquieren más productos orgánicos que en otras regiones.

Pero ¿cuáles son los productos más favorecidos por los consumidores orgánicos? De nuevo, buenas noticias para ustedes — tomates, papas, zanahorias, cebollas, lechuga, manzanas, naranjas, plátanos, uvas y fresas se clasificaron como las hortalizas y frutas preferidas en esta escala de consumo.

La demanda de orgánicos crece a un ritmo más acelerado que la oferta, por lo que los precios al consumidor siguen siendo más altos. ¿Cuanto? Desde un tímido 9% en naranjas a un exorbitante 78% en papas.

Es cierto que los precios constituyen un importante factor en las decisiones de compra del consumidor, pero no tanto en este caso. Según los nuevos consumidores orgánicos, la diferencia merece la pena.

Reho es la Editora del Grupo Horticultura de Meister Media Worldwide