Deja que tu invernadero trabaje para ti

Deja que tu invernadero trabaje para ti

 
 

 

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En esta segunda parte de nuestra serie “Deja que tu invernadero trabaje para ti,” nos enfocaremos en el diseño adecuado de invernadero. Este diseño toma en cuenta la importancia del flujo y temperatura del aire en tu invernadero, obteniendo así mejores resultados de calidad y rendimiento en tu producción.
 
En un diseño ideal para producción de tomate en invernadero, en condiciones climáticas cálidas, el invernadero está perfectamente aislado y su aire ha sido acondicionado través de unas instalaciones de proceso de aire, adjuntas al invernadero. Esto dificulta la entrada de organismos de enfermedades o insectos.
 
 
Este aire acondicionado es luego introducido a través de las aperturas del piso del invernadero, bajo cada hilera de cultivo, con el retorno de aire circulando desde un extremo en la cima del frontón del invernadero.
 

Mantén temperatura, humedad y niveles de CO2 apropiados

Al aire acondicionado al subir a través de la copa de la planta, mantiene su follaje seco, sin bolsas de aire estacionario a temperaturas variantes, humedad y contenido de CO2. Como no se pierde aire del invernadero, es relativamente fácil mantener temperatura, humedad y una concentración elevada de dióxido de carbono del aire recirculando.
 
 


Sombrear su fruto es importante

El invernadero debe estar equipado con una malla sombra interior que pueda ser fácil y rápidamente jalada sobre la copa de las plantas, para poder reducir el impacto adverso de los periodos de radiación de luz intensa, particularmente a mediodía.
 
 
 
He estado produciendo tomates hidropónicos verano en Carolina del Sur por varios años. El mejor rendimiento y calidad que he obtenido procede de aquellas plantas que reciben todo el sol de la mañana, y luego son parcialmente sombreadas desde primeras horas de la tarde, gracias a la presencia de árboles altos en la zona oeste de mis instalaciones.
 
 

 Enfriamiento efectivo

Como las estructuras de invernaderos colectan eficientemente la temperatura, es necesario tener una manera de disipar el calor para aquellos invernaderos localizados en latitudes bajas, o cuando se desarrolla la producción durante todos los meses del verano, sin importar su latitud.
 
En la mayoría de los invernaderos de tomate, obtienen el enfriamiento del aire a través de muros húmedos y ventiladores que expelen el aire del interior, situando ambos elementos, muros y ventiladores, en extremos opuestos del invernadero.
 
 

La temperatura del aire afecta el tamaño de las plantas 

En un invernadero el aire toma el camino de menos resistencia. Al abandonar el muro húmedo, el aire entra en la mata, pero luego se divide hacia arriba y sobre la cima de la copa de la planta mientras alguna cantidad de aire es empujado a través de los pasillos de servicio.
 
Las plantas más cercanas al muro húmedo terminan creciendo menos que aquellas situadas cerca de los ventiladores de escape de aire, debido al gradiente de temperatura de aire que existe de un extremo del invernadero al otro.
 
 
Las diferencias en temperatura de aire, pueden variar hasta 15°C de aquel aire que deja el muro húmedo, en comparación con el aire que deja los ventiladores. La diferencia en la temperatura de aire depende de la cantidad de energía lumínica entrando al invernadero y la distancia que viaja el aire a través del invernadero. Sin embargo, se obtiene un  enfriamiento más eficiente cuando muros húmedos y ventiladores están localizados en lados opuestos del invernadero, de manera que el aire extraído y empujado a través de las plantas recorre menor distancia.
 
 

La temperatura del aire afecta el tamaño de las plantas

En un invernadero el aire toma el camino de menos resistencia. Al abandonar el muro húmedo, el aire entra en la mata, pero luego se divide hacia arriba y sobre la cima de la copa de la planta mientras alguna cantidad de aire es empujado a través de los pasillos de servicio. Las plantas más cercanas al muro húmedo terminan creciendo menos que aquellas situadas cerca de los ventiladores de escape de aire, debido al gradiente de temperatura de aire que existe de un extremo del invernadero al otro.

Las diferencias en temperatura de aire, pueden variar hasta 15°C de aquel aire que deja el muro húmedo, en comparación con el aire que deja los ventiladores. La diferencia en la temperatura de aire depende de la cantidad de energía lumínica entrando al invernadero y la distancia que viaja el aire a través del invernadero. Sin embargo, se obtiene un enfriamiento más eficiente cuando muros húmedos y ventiladores están localizados en lados opuestos del invernadero, de manera que el aire extraído y empujado a través de las plantas recorre menor distancia.
 

 

Estrategia de enfriamiento en tu invernadero
 

La mezcla de aire en la copa de la planta puede ser parcialmente mejorada al situando ventiladores grandes sobre la misma. Sin embargo, para una mezcla óptima de aire dentro de la copa, el aire acondicionado debe ser liberado en la base de la planta.
 
 
He visitado invernaderos donde el productor había instalado tubos o conductos para el manejo de aire en la base de las plantas, de manera que el aire condicionado sea forzado hacia arriba y a través de la mata. Estos productores reportan mayor uniformidad de planta y mayor rendimiento de fruto que aquellos obtenidos cuando el aire condicionado es forzado a través del invernadero y/o dirigido por medio de los ventiladores hacia el interior de la planta desde la parte superior de la misma.
 
 
 
La próxima semana culminaremos la serie “deja que tu invernadero trabaje para ti,” examinando los efectos de humedad y dióxido de carbono sobre la producción de tomate en invernadero.
 
 

 

 

 
 
 
 
 
 

 

 

J. Benton Jones es autor del libro Tomato Plant Culture: In the Field, Greenhouse, and Home Garden, disponible en CRC, Boca Raton, Florida, EUA. Jones labora además como consultor para la empresa Grosystems, Inc.