De campo abierto a casa sombra

Bajo sombra

 

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Hace pocos años, algunas compañías semilleras se enfrentaban a una difícil decisión. Durante más de una década habían establecido relaciones con productores prominentes en México mediante la efectiva y simple estrategia de proporcionar la “semilla correcta” a sus clientes, al ofrecer las variedades más adecuadas para las diferentes zonas productoras del país.

Pero algo nuevo se cernía sobre el horizonte — lentamente, el paisaje se llenaba de casas-sombra e invernaderos. El giro de alta tecnología de la producción a campo abierto a la producción protegida estaba a punto de producirse, y ello tendría drásticas consecuencias para el negocio de semillas. Esta tendencia de producción en invernadero desembocó en una lluvia de solicitudes de variedades de semilla de pepinos, tomates y otros productos más adecuados para preparar el camino hacia este mercado de rápida expansión.

 

No “si,” sino “cuándo”

En aquellos días, los agrónomos se percataron de las bondades de la producción protegida. Se sabía que era muy eficiente, pero muy pocos poseían datos de mercado para reforzar la teoría — los avances en tecnología y nuevas prácticas iban a probar pronto que la producción en invernadero no era simplemente una novedad, sino una fuerza de mercado real que habría que considerar.

Para muchas semilleras, lo difícil de la decisión no era determinar “si” casas-sombra e invernaderos iban a proporcionar mejores cultivos — esto era un hecho. La cuestión era “cuándo” estaría listo el mercado para tomar el drástico giro hacia la producción en invernadero. Y lo más complicado ¿cuándo la producción protegida demostraría ser rentable a larga escala? ¿cuánto tiempo tomaría hasta que los productores que se habían apresurado a adoptar este sistema de producción vieran un retorno de inversión con rapidez suficiente para hacer que el costo de instalación inicial mereciera la pena? ¿podría la industria de semillas encontrar y dominar los requerimientos técnicos de productos adecuados para este mercado de rápido crecimiento?

Como la mayoría de negocios agrícolas, es necesario echar mano de todos los recursos disponibles para anticiparse a las tendencias con años de antelación, de manera que la oferta de productos sea sostenible a largo plazo.

Las semilleras se enfrentaban a una importante decisión —¿deberían invertir sus recursos en desarrollo de nuevas variedades, o esperar hasta que el mercado hubiera adoptado completamente este sistema de producción?

Evidentemente, las compañías que decidieron incrementar la inversión en desarrollo y pruebas de variedades de invernadero tomaron la decisión correcta.

 

Rendimiento excepcional

La decisión de cambio para servir a los productores con sistemas protegidos requirió desarrollar algunos programas desde la base, como los propios invernaderos. Cuando iniciaron las pruebas, se desconocía en mayor o menor medida la población o densidad perfecta, la manera correcta de podar o estimular el crecimiento. Muchas semilleras comenzaron prácticamente desde cero — pero aprendieron rápidamente, junto con los productores.

El advenimiento de un mercado estable de producción en invernadero ha alterado radicalmente el panorama de la agricultura mexicana. Por ejemplo, se estima que el 90% de los pepinos exportados a EUA son cultivados bajo sombra.

El número de hectáreas de invernadero y casa-sombra construidas en los primeros años fue muy alto. El crecimiento fue exponencial e imprecedente — por todas partes los agricultores transformaban su producción de campo abierto a protegida. Hoy, no cabe duda que la inversión en producción protegida fue sabia, no sólo para las semilleras, sino para casi el total de sus clientes, así como para la industria en general.

 

¿A qué esperan?

Todo esto origina un dilema — si la producción bajo sombra ha probado ser más que una tendencia pasajera, y los resultados económicos han demostrado que es realmente la manera más eficiente de cultivo, ¿por qué todavía hay productores que se niegan a cambiar?

Quizás la inversión inicial es una perspectiva demasiado abrumadora. Unos cuantos productores se han preguntado si los mercados están listos para pagar más por cierto tipo de productos. Quizás no han encontrado un socio que les ayude a encontrar la semilla adecuada para las nuevas realidades de producción bajo sombra en México. Una cosa está clara — los invernaderos ya no son un interesante experimento, sino que han cambiado todo lo relacionado con la manera de hacer negocios y han hecho posible predecir con más certeza los cultivos que obtendrán el rendimiento más alto.

 

Semilla correcta, elección correcta

Mientras la duda persiste en algunos productores, la industria de semillas continúa alerta en la búsquela de nuevas variedades e investigación de las mejores prácticas para producción protegida porque creen que ése es el futuro de la  agricultura en México.

 

 


Recopilación del artículo por Kevin Ahern, Ahern Internacional Seeds, San Diego, California.