Cubiertas de vidrio y polietileno

¿Vidrio o polietileno?

Con inversiones que suman por lo menos 120 millones de dólares, en tan sólo dos años los invernaderos con cubiertas de vidrio han generado una expectativa muy interesante en el sector de la producción intensiva. Sin embargo, las condiciones que se han presentado son como aquella imagen del dragón que se quema con su propio fuego. Las razones de esta paradójica situación son las siguientes:

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• No existe una verdadera justificación para invertir sumas de $1.2 millones de dólares por hectárea para producir tomates en México, debido a que las condiciones de luminosidad y temperatura son realmente distintas a las que se presentan en los países donde las cubiertas de vidrio son una herramienta esencial, como en Canadá, Finlandia, Japón, o Países Bajos.

• Las temperaturas y la radiación son tan elevadas en México, que en muchas regiones resulta necesario enfriar los invernaderos, en vez de calentarlos, como sucede en los países mencionados anteriormente. Los problemas más serios de la producción de invernadero en México se relacionan más con elevadas temperaturas que con la necesidad de calentar.

 

 

Resultados diversos

El fenómeno de los invernaderos de vidrio, ha sido generado por resultados adversos al instalarlos en regiones que no disponen de infraestructura adecuada, y más aun por el hecho de modelos de invernaderos holandeses con cubierta de polietileno que no dieron el resultado esperado.

Los primeros proyectos de invernaderos de vidrio ubicados en Sonora no dieron el resultado esperado, y sólo sirvieron de experimento para buscar zonas con mejores condiciones de infraestructura en el centro de México. Por ejemplo, una de las empresas pioneras en las inversiones de cubierta de vidrio en Sonora, decidió realizar nuevas y mayores inversiones en Querétaro, donde la disponibilidad del gas natural les ha permitido hacer más rentable el negocio. En resumen, las condiciones han mejorado y el cambio de región fue justificado. Presentemente, las nuevas inversiones han llegado a una superficie total de 20 ha de vidrio en Querétaro (con dos módulos de 10 ha cada uno) y 11 ha en Sonora.

Por otra parte, algunos diseños holandeses de invernaderos de polietileno construidos entre 2001 y 2003, han presentado serios problemas técnicos en proyectos de Chihuahua, México, Quintana Roo y San Luis Potosí, donde fueron instalados. En el caso de Quintana Roo y San Luis Potosí, se han tenido que cambiar los cultivos que fueron seleccionados inicialmente, para buscar mayor eficiencia. En el caso del Estado de México, los invernaderos de cubierta sencilla de polietileno, no dieron el resultado esperado, y los problemas técnicos relacionados con estos diseños han redirigido la atención hacia los invernaderos con cubiertas de vidrio.

 

Inversión en vidrio

Nadie duda de la eficiencia de este material de cubierta ni se ignora la mayor duración de la vida útil del invernadero o la reducción en los costos de mantenimiento, o la ventaja de poder absorber mayores niveles de luminosidad en zonas con nublados frecuentes. Incluso, algunos creen que los invernaderos de vidrio tienen un mayor potencial productivo — que podría llegar a 800 toneladas de tomate por hectárea, pero como todas las inversiones, tienen sus limites de competitividad.

En el caso de estos modelos de vidrio, el costo de inversión puede ser de $102 a $120 dólares/m2, de los cuales aproximadamente el 55% corresponde a la estructura y cubiertas, mientras que los equipos de calefacción, pantallas térmicas, mallas antiáfidos, ventiladores, riego, instalaciones eléctricas, sistemas de control automatizado, almacenamiento de agua y drenajes, pueden representar hasta el 39% del costo de inversión.

Por lo que se refiere al flete y la supervisión de la construcción, estos pueden representar el 6% del monto total de inversión. Por ello, para tener una rentabilidad acorde con los niveles de inversión, los proyectos de invernaderos con cubiertas de vidrio requieren de una elevada productividad para poder recuperar la inversión en plazos que van de 5 a 7 años. Incluso, se menciona entre los especialistas que un invernadero de alta tecnología puede considerarse rentable a partir de un rendimiento mínimo de 500 toneladas de tomate por hectárea, o de 250 toneladas de pimiento por hectárea.

En el caso del tomate, la superficie instalada de invernaderos de vidrio, es de 80 hectáreas, que se ubican en los estados de Sonora, Querétaro y México; mientras que para el pimiento se han instalado 10 hectáreas en Baja California Sur y 7.5 hectáreas que se están terminando de instalar en Querétaro. Para concluir este análisis, presentamos una tabla donde se muestran los costos de inversión para dos invernaderos con cubierta de vidrio cuya diferencia es que en una mayor superficie el precio por metro cuadrado es mas competitivo. Estos análisis deben tomarse sólo como referencia, ya que los precios reales son siempre ajustados de acuerdo con las necesidades del proyecto.