Crecimiento exponencial de superficie protegida

 

Si tomamos como base el destape de la crisis financiera a principios de octubre 2008, podemos ver que las pérdidas cambiarias han sido comparativamente las más altas de los últimos 10 años, no sólo en nuestro país, sino en otros más equilibrados como Brasil, Alemania, Reino Unido y Canadá.

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La anunciada historia de la inminente debacle del dólar, a cambio de formar el Amero, que circulaba en ese mes de octubre negro, parecía a nuestro juicio algo posible debido a las condiciones de la economía norteamericana. Aunque el actual Presidente de EUA, Barak Obama había ganado de manera contundente la elección estadounidense, se especulaba bastante sobre la necesidad del rescate financiero más grande de la historia. 

Bajo este ambiente de reflectores sobre la crisis financiera, solo unos pocos — como Pepsico — se atrevían a decir que los mexicanos estaban sacando el dinero de la bolsa. Increíblemente, las millonarias pérdidas de las bolsas mundiales se escondían de la opinión pública. Incluso empresarios que habían vendido recientemente acciones de sus empresas, se habían identificado como grandes perdedores de la Bolsa de Nueva York.

Entre los signos vitales más comentados a finales del 2008, eran sin duda el crecimiento económico del sector agrícola, con un balance positivo en las exportaciones y la necesidad de aumentar los apoyos para reforzar la autosuficiencia alimentaria.

 

Crecimiento del 20%

Por ello, no resulta nada extraño que durante los últimos 4 meses, las inversiones en el sector de los invernaderos estén alcanzando su nivel máximo. Los datos indican que, a pesar de la crisis, durante 2008 se observo un crecimiento del 19% en la superficie de tomates, mientras que el pimiento aumento en 35% y los pepinos bajo agricultura protegida crecieron un 29%. Estos datos de consultor es especializados revelan que a pesar de la crisis financiera y el alza de los precios de los insumos, la producción intensiva esta al alza.

Por ejemplo, la asociación de horticultura protegida (AMHPAC) indica en su reporte del inventario de invernaderos que los estados con mayor superficie son los del eje Oeste — Baja California Norte y Sur, Sonora, Sinaloa y Jalisco, que en conjunto representan una superficie de más de 2,400 ha de invernaderos de baja tecnología; mientras que en el eje del Este, se encuentran Chihuahua, Nuevo León, Coahuila, Zacatecas, San Luis Potosí, Guanajuato, Michoacán, Querétaro y México, sumando 950 ha de invernaderos con empleo de tecnologías más eficientes que generan mayores rendimientos.

Haciendo un recorrido por los estados del eje Este, encontramos que durante el 2008 se ubicaron nuevos proyectos en Nuevo León, Coahuila, Chihuahua, Guanajuato, Querétaro y México, con inversiones que alcanzaron 85 millones de dólares, aplicados en la creación de nuevas empresas y en ampliación de empresas exitosas.

Durante el 2008 se observó un crecimiento del 19% en la superficie de tomates, mientras que el pimiento aumentó 35% y los pepinos bajo agricultura protegida crecieron un 29%

Entre los proyectos ubicados en estas regiones, destacan las de empresarios del acero y la construcción en Nuevo León, Coahuila y Chihuahua; o bien las ampliaciones de superficie de los mayores productores agroindustriales de Guanajuato y el estado de México, y finalmente la entrada al mercado de empresarios textiles y de productos químicos como principales accionistas del parque agroindustrial Agropark de Querétaro. En todos estos proyectos, sin duda el objetivo es lograr una mayor productividad para reducir el impacto del tremendo incremento en el costo de combustibles, fertilizantes e insumos especializados. 

 

 Baja rentabilidad

Por otra parte, en el eje del Oeste, la dinámica ha sido lograr una mayor integración de tecnologías, en sustitución de las grandes superficies de campo abierto. Aunque no dudamos de la capacidad de los empresarios de esta región, sin duda existe una problemática debido a la falta de planeación de grandes inversiones ubicadas en esta zona de gran influencia para el sector agrícola.

Digamos que en términos generales, en Baja California y Sinaloa, se da preferencia a la magnitud de las superficies, sin preocuparse de los problemas asociados a la agricultura intensiva.

La consolidación de embarques ha generado que México pase a ocupar el liderazgo en la producción de invernaderos en Norteamérica.

Un productor de invernaderos de esta región, comentaba que en realidad las necesidades de la producción de invernaderos, no se duplican con respecto a la agricultura tradicional, sino que estos se multiplican de manera proporcional a la superficie cultivada. Por ello, en estos proyectos se observa una baja rentabilidad asociada con el incremento de los costos de los insumos. En otras palabras, los grandes proyectos hacen sumas alegres, pero a la hora de aplicar los recursos generalmente quien tiene grandes superficies tiene grandes problemas.

En cambio, los pequeños proyectos que se están realizando en Sonora y Jalisco, están dando mayores frutos que aquellos que se basan en la magnitud y no en la eficiencia productiva. Otro ejemplo del éxito de las pequeñas y medianas empresas se da también en los megos proyectos de alta tecnología, cuyos resultados saltan a la vista, con muy poca rentabilidad y demasiados problemas para sostener los costos de producción. 

La receta del crecimiento es la planeación adecuada, tal como lo han venido implementando las empresas agroindustriales del centro del país, cuyo crecimiento ha sido constante y seguro. 

 

Consolidación de embarques

Otro factor que está impulsando las inversiones, es el hecho de que los grandes distribuidores mayoristas de Estados Unidos, están unificando los criterios de productividad y seguridad alimentaria que se aplican tanto en Canadá y Estados Unidos, como en las empresas más innovadoras de nuestro país.

 

En opinión de los consultores especializados, la consolidación de embarques que se viene realizando desde hace por lo menos cinco años, ha generado que México pase a ocupar el liderazgo en la producción de invernaderos en Norteamérica, superando a Canadá y Estados Unidos, debido a factores asociados a las ventajas del clima y la diversificación de productos y zonas productoras. 

 

En números redondos, se estima que la producción de tomates de invernadero de México suma un volumen mayor a 300,000 toneladas, de las cuales el 85% se destina a las exportaciones. De este volumen, los productores del eje Este, agrupados en el GIAT (Grupo de invernaderos de alta tecnología) aportan por lo menos 120,000 toneladas, con una superficie de 350 has, que les da un promedio de producción de 342 toneladas de tomate por hectárea.  La influencia de este grupo en la producción y la consolidación de embarques, esta permeando hacia grupos de pequeños productores con muy buenos resultados.

Por lo anterior, el pronóstico es que durante el 2009, los apoyos anunciados por Sagarpa, canalizados nuevamente por FIRCO, se enfocarán en detonar proyectos de tamaño medio, cuyas inversiones estén planificadas de manera adecuada.

En una reciente declaración del Secretario de Agricultura, se comento que en cada estado se apoyaran hasta 150 proyectos de invernadero con capacidad para producir mensualmente 65 toneladas de tomates en cada uno de los módulos seleccionados para recibir el apoyo.