Control de Cáncer bacteriano por biofumigación y solarización

Control de Cáncer bacteriano por biofumigación y solarización

En el proyecto titulado “Transferencia de Tecnología en Horticultura Protegida para el estado de Guanajuato,” se evalúa la biofumigación con solarización como estrategia de control de Cáncer bacteriano en tomate (Cmm) producido en invernadero.

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En México, en los últimos años la superficie destinada a la producción agrícola bajo condiciones protegidas ha crecido en forma acelerada. El desarrollo fue de 1727 % en 9 años, pues se trata de un sistema de producción que permite un uso muy eficiente del agua y de los demás insumos y por lo tanto propicia un aumento de productividad y rentabilidad.

Sin embargo, los principales problemas a los que se enfrentan los productores que trabajan bajo agricultura protegida, son las enfermedades y plagas de raíz que limitan la producción de hortalizas en suelo.

 

Efectos de la enfermedad

Existe poca información de las pérdidas económicas que estas plagas y enfermedades ocasionan, la epidemiología y su control o manejo.

En Guanajuato se ha detectado que la producción de hortalizas en invernadero tiene como principal limitante la presencia en el suelo de patógenos como la bacteria Clavibacter michiganensis subsp. Michiganensis, que generó pérdidas por más de 40 millones de dólares entre el 2006 y 2007, sólo en la región noroeste del país.

Esta bacteria es la causante del Cáncer bacteriano, una de las enfermedades más devastadoras en cultivo de tomate, debido a sus efectos que van desde la disminución en el rendimiento, hasta la muerte de la planta, con lo que los productores se ven severamente afectados.

 

Alternativas a químicos fuertes

Para el control de patógenos como la mencionada bacteria, se han utilizado productos altamente tóxicos y algunos de prolongada persistencia en el suelo y en el ambiente. Actualmente algunos de estos productos, como el bromuro de metilo, están restringidos y prohibidos.

Ante esta situación, la biofumigación y solarización surgen como una excelente estrategia alternativa de control biológico en lo suelos contaminados con microorganismos fitopatógenos como Clavibacter michiganensis subsp. Michiganensis. En este proyecto se ha evaluado el efecto de la biofumigación combinado con la solarización para el control de Cmm en suelo bajo condiciones protegidas.

  

Métodos y evaluación

Al momento se han evaluado 3 diferentes niveles de mezclas de concentración de brócoli y estiércol, en una superficie de 400 m2, dividida en 18 parcelas experimentales para manejar ocho tratamientos con su repetición y un control al cual sólo se le aplicó la solarización.

 

Para la integración del material biológico con el suelo se procedió al rastreo de toda la superficie. Para lograr una mejor integración del estiércol y el brócoli con el suelo, se realizaron subsoleos a 30 cm de profundidad. También se hizo el marcado y aporcado de los surcos definitivos y se acamaron para terminar la distribución e integración del brócoli y estiércol en los suelos de estudio.

Para determinar la disminución del patógeno se muestreó suelo 12 días antes de aplicar los tratamientos (muestras control solarización) y cada semana después de aplicados los diferentes tratamientos. Tras los experimentos se pudo observar una reducción de colonias bacterianas en los tratamientos 2, 3, 4, 5 y 6.

El costo por hectárea de esta tecnología, es de 27 mil 700 pesos contra el uso de bromuro de metilo que es de 51 mil 636 pesos. La diferencia, de 23 mil 936 pesos, representa un importante ahorro para el productor.

 

 
Otras ventajas que se obtienen al aplicar esta tecnología son:

• Mejoramiento de las características químicas y físicas del suelo.

• Incorporación de nutrimentos a la tierra.

• Eliminación del uso de bromuro de metilo, factor que influye en la destrucción de la capa de ozono, reduciendo el impacto al ambiente.

• Suspensión del uso de desinfectantes del suelo que impactan sobre su fauna y flora benéfica.

• Garantía al consumidor, de frutos libres de bactericidas que impactarían en su salud.

• Cubrir uno de los requisitos de seguridad alimentaria señalados para las hortalizas producidas en invernadero.
 

 

Para una mejor precisión en el tratamiento a aplicar y las recomendaciones a seguir, es importante consultar al especialista.

Para más información, escribe directamente a: M.C. Heriberto Godoy Hernández, [email protected]
 


 

Fuente: Innovador Agropecuario 138, Fundación Produce Guanajuato, 13 de agosto, 2010. Subscríbete al boletín aquí.