Consumo de hortalizas de invernadero

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Pregunte al consumidor típico estadounidense si le gusta comer hortalizas cultivadas en condiciones protegidas y lo más probable es que le dirija una mirada extraviada. No es que no le importe — todo lo contrario. Los consumidores se interesan cada vez más sobre el origen de sus alimentos. Lo que ocurre es que no están familiarizados con el concepto de “hortalizas de invernadero,” por lo que la industria debe difundir esta información.

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Por supuesto, la calidad es la primera prioridad. Y el ambiente controlado de un invernadero de plástico o vidrio, casas sombra, macro o microtúneles — y cualquier otro sistema cerrado de producción — permite que los productores dicten ciertas variables que determinan la calidad final del cultivo.
 
“Las hortalizas producidas en invernadero cuentan con buen sabor consistente debido a que los elementos de producción pueden ser controlados, incluyendo temperatura, humedad, ciclo de luz, nutrientes y agua,” afirma Karen Caplan, presidenta y directora de Frieda’s Specialty Produce en Los Ángeles, California, EUA.
 
La estructura o ambiente independiente también les ofrece a los productores más herramientas con respecto al manejo de plagas, incluyendo las que no incluyen productos químicos. Y eso sí atrae a los consumidores de hortalizas de hoy en día.
 
“Al controlar el ambiente, son menos las plagas que pueden atacar. Y aun cuando lo logran, la introducción de insectos benéficos es más eficiente que en campo abierto,” dice Dorian Gallegos, director de suministro para Frieda’s. “Digamos que los áfidos están atacando un cultivo de tomates en invernadero. Si uno introduce catarinitas, se produce un control eficaz. Por el contrario, cuando se libera un grupo de catarinitas en campo abierto, sólo puedes cruzar los dedos para que se queden a terminar su trabajo.”

 

La educación es clave

“Transmitir este mensaje al consumidor no es fácil, pero es posible tener éxito con una campaña constante y repetitiva,” opina Nancy Tucker, VP de Desarrollo Global de Negocios para la PMA, la Asociación para el Mercadeo de Productos Agrícolas Frescos en EUA.
 
“Educar a 300 millones de consumidores sobre los aspectos positivos de productos de invernadero es una tarea de enormes proporciones. Hay que identificar al segmento más conectado con este sector, saber por qué las hortalizas de producción protegida les atraen e identificar los retos,” explica Tucker. “Entonces se crea una campaña para llegar a ese público, capitalizar en lo que les atrae e intentar suprimir lo que les disgusta.
 
Por ejemplo, para vender buen sabor, no hay nada mejor que ofrecer pruebas del producto en el supermercado.” Tucker recalca la importancia de mantener varias fuentes de productos sanos, de buen sabor y alta calidad, porque “mientras el consumidor aprende sobre productos de invernadero, goza de su seguridad y opciones, ambos factores muy relevantes en el mercado de hoy día.”

Kantz es un autor independiente de Amherst, Nueva York (Estados Unidos).