Avances en la industria agroalimentaria

 

 

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He decidido que el lunes sea mi día favorito de la semana, por dos buenas razones: En caso contrario, el domingo por la tarde sería deprimente, y porque ese día permite la oportunidad de comenzar de nuevo (al menos según mi jornada laboral). Pero además, es el día que muchas culturas dedicaron a la luna — un satélite de polémica relevancia para la agricultura.

Otros 24 satélites — éstos artificiales — han venido transformando desde hace unos años la ejecución de numerosas actividades, entre ellas la agricultura, con el Sistema de Posicionamiento Global (GPS) y el Sistema de Información Geográfica (GIS). Pero hubo un tiempo en el que los agricultores sembraban y cosechaban según las fases de la luna.

 

Cien años de agricultura

Hace un siglo, los agricultores obtenían, en el mejor de los casos, apenas un tercio de los rendimientos actuales. Desde entonces, varios hitos han perfilado el panorama de la agricultura actual — aunque aparentemente, ninguno de ellos se debe a un mejor entendimiento de la luna.

Los elementos principales responsables del desarrollo agrario en los últimos 100 años han sido, según los expertos, las legislaciones de los gobiernos, que establecieron programas educativos en cuanto a la creación de estaciones experimentales y a la difusión del conocimiento; la hibridación de cultivos, encabezada por el maíz; los tractores accionados por gasolina; los créditos y subsidios para agricultores; las políticas de conservación de suelos; la electricidad en el medio rural; los agroquímicos — plaguicidas, herbicidas y fertilizantes; la biotecnología, y la agricultura de precisión.

 

Cultivos inteligentes

Para los que piensan que ya está todo escrito — nada más lejos de la verdad. Entre las previsiones de avances en la industria agroalimentaria para los próximos años destacan los nutrigenómicos — la posibilidad de generar el código genético personal en cuestión de horas para diseñar dietas personalizadas que combatan enfermedades a las que un individuo esté genéticamente predispuesto.

Otro progreso significativo se basa en el desarrollo de cultivos farmacéuticos. Con la tecnología del apilamiento de genes podría ser posible la inserción de GCH (Gonadotropina Coriónica Humana) — una sustancia que controla varios tipos de cáncer — en un cultivo.

De la Tecnología de Identificación por Radiofrecuencia (RFID), a cultivos capaces de detectar minas explosivas, algunos desarrollos parecen más bien temas de ciencia ficción que aplicaciones agrarias. Eso mismo debieron pensar en su día nuestros abuelos.

Pero entre todos estos avances que están marcando el nuevo siglo, destaca paradójicamente el impresionante resurgimiento de la agricultura orgánica o ecológica. El crecimiento de este sector ha sido de un constante 20% anual en los últimos años.

Algunos productores orgánicos aplican el concepto biodinámico, en el que la luna, entre otras fuerzas de la naturaleza, vuelve a desempeñar una función protagonista.

Por tanto, piénsenlo bien antes de utilizar la palabra “lunático” de manera peyorativa, porque, ya sea ciencia o superstición, la influencia de la luna sigue guiando muchas actividades, y algunas de ellas muy lucrativas.

Reho es la Editora del Grupo Horticultura de Meister Media Worldwide