Evita que la salinidad del agua reduzca tu rendimiento

tomate en sustratoLas sales reducen el potencial osmótico del agua, aumentando la necesidad de energía que requieren las plantas para extraer la humedad del suelo, volviéndolas más susceptible al marchitamiento.

Además de contribuir al estrés hídrico, algunos constituyentes de las sales como el sodio, el cloruro y el boro son tóxicos si se acumulan en las hojas u otros tejidos. Los niveles altos de sodio también pueden reducir la tasa a la que se infiltra el agua en el suelo. Los suelos regados con agua alcalina (con alto contenido de bicarbonato) pueden reducir la disponibilidad de micronutrientes como el hierro, el cobre, el manganeso y el zinc. Finalmente, las sales pueden afectar el equipo de riego al tapar los goteros y al provocar corrosión en las conexiones metálicas. Es preciso considerar todos estos efectos de la salinidad cuando se evalúa la calidad del agua de riego.

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Análisis de agua

Se utilizan diversas mediciones para caracterizar la salinidad del agua de riego. Los principales análisis incluyen:

Los Sólidos totales disueltos (TDS) representan una medida de la salinidad aparente y con frecuencia se determinan indirectamente al medir la conductividad eléctrica (CE);

La Relación de adsorción de sodio (RAS) es la proporción de sodio en relación con la suma del calcio y el magnesio; y la alcalinidad es medida en la cantidad de bicarbonato disuelto en el agua.

TDS y CE son parámetros útiles para evaluar los efectos osmóticos de las sales sobre el crecimiento del cultivo. RAS es útil para evaluar si las tasas de infiltración se reducirán o si hay posibilidades de que el sodio se acumule en el suelo. Se utilizan medidas de alcalinidad para evaluar las probabilidades de que el carbonato de calcio y el carbonato de magnesio se precipiten dentro de las tuberías y las líneas de riego por goteo, o para evaluar su efecto en el pH del suelo. Aún cuando estas tres medidas de salinidad pueden dar una idea general de la calidad del agua para la producción de cultivos, se requieren análisis para determinar los tipos de sales que se encuentran presentes en el agua.

Las sales se disuelven en el agua para formar pares de iones de carga positiva y negativa llamados cationes (de carga positiva) y aniones (de carga negativa). Los principales cationes que deben ser analizados en el agua de riego son el calcio, el magnesio, el sodio y el potasio; y los principales aniones que debe incluir el análisis son el cloruro, el sulfato, el carbonato, el bicarbonato y el nitrato. Aún cuando el hierro y el manganeso se encuentran presentes a muy bajas concentraciones, también deben ser incluidos en los análisis de agua, ya que forman óxidos que pueden obstruir los goteros de las líneas de riego por goteo. El pH del agua es un indicador del potencial de precipitación del bicarbonato y por lo tanto debe ser medido. Asimismo, el análisis del agua debe incluir el boro, debido a que este elemento puede provocar toxicidad en muchas especies vegetales. Por lo general, los resultados de los análisis se expresan en unidades de partes por millón (ppm) o mili-equivalentes por litro (meq/L). Las partes por millón son las mismas unidades que los miligramos por litro (mg/L).

¿Qué se debe preguntar al analizar los resultados?

Al revisar los reportes de calidad del agua, es necesario responder varias preguntas sobre aspectos que afectan la producción de cultivos:

¿La salinidad aparente reducirá el rendimiento del cultivo?

La publicación de la Organizacion de las Naciones Unidas para la Alimentacion y la Agricultura, (FAO, por sus siglas en ingles) “Calidad del Agua para la Agricultura” presenta una lista de los umbrales de salinidad que provocan pérdida de rendimientos en algunos cultivos hortícolas. Estos umbrales deben utilizarse como guías, ya que los valores reales podrían variar de manera significativa dependiendo del clima, el tipo de suelo, el método de riego, la etapa de desarrollo del cultivo y los tipos de sales.

Con frecuencia los cultivos pueden tolerar niveles de salinidad más altos cuando el calcio, el magnesio, el sulfato y el bicarbonato representan una porción importante de la salinidad del agua.

tomate e irrigacionEsto se debe a que el calcio y el magnesio tienden a precipitarse fuera de la solución del suelo cuando éste se seca. Las plantas pueden tolerar niveles más altos de salinidad en climas con baja demanda de evapotranspiración, como las zonas costeras. Asimismo, es común que las plantas maduras sean más tolerantes a la salinidad que las plántulas.

¿Hay ciertas concentraciones de sodio, cloruro, boro o bicarbonato que puedan resultar tóxicas para los cultivos?

El reporte de la FAO también presenta una lista de restricciones en el uso del agua, cuando hay probabilidad de toxicidad ocasionada por la presencia de ciertos iones.

El sodio, el cloruro y el boro se pueden acumular en los tejidos del tallo y las hojas hasta alcanzar niveles tóxicos. Los tejidos que pierden más agua como las hojas, serán los primeros en presentar síntomas de toxicidad.

Los cultivos de ciclo corto, incluyendo muchas hortalizas tal vez no muestren síntomas de toxicidad al sodio y al cloruro; mientras que los cultivos perenes pueden desarrollar síntomas de toxicidad después de varios ciclos. Con frecuencia la toxicidad por cloruro aparece en las hojas en forma de clorosis en las nervaduras (amarillamiento) y quemaduras en las orillas o márgenes, cuando la toxicidad es más grave. Las quemaduras en las hojas también pueden ser provocadas por la absorción de estos iones a través de las hojas durante el riego por aspersión. Traten de evitar asperjar sobre las plantas durante los periodos de tasas de evaporación altas, cuando hay mucho viento o cuando hace mucho calor.

La sensibilidad al boro varía en gran medida entre los diferentes cultivos. Los cultivos perenes como los árboles y vides son más propensos a la toxicidad provocada por el boro que los cultivos hortícolas. Los síntomas de toxicidad del boro incluyen el amarillamiento de las hojas y quemaduras en las orillas.

¿Se puede reducir la tasa de infiltración?

Los altos niveles de sodio en el agua pueden provocar que los agregados del suelo se dispersen y formen costras sobre la superficie del suelo que impiden la infiltración del agua. La mala infiltración aumenta los escurrimientos de los sistemas de riego rodado y riego por aspersión.

El agua de riego con CE elevada tiende a infiltrarse más rápido que el agua con CE baja.

¿Hay componentes salinos que provoquen el taponamiento de los goteros del riego por goteo o de los micro aspersores?

El potencial que presentan las sales en la formación de precipitados representa un problema especial para los sistemas de microrriego. La inyección de fertilizantes algunas veces ocasiona que las sales se precipiten y tapen los goteros de las líneas de riego por goteo.

El agua con alta concentración de calcio y magnesio puede formar precipitados de carbonato cuando el pH del agua se eleva mediante la inyección de fertilizantes que producen elementos alcalinos, tales como el agua amoniacal.

La inyección de fertilizantes con contenido de calcio puede provocar que se formen precipitados en el agua con alto contenido de bicarbonato.

Los fertilizantes fosforados pueden formar precipitados en el agua con altas concentraciones de calcio; asimismo, las bajas concentraciones de hierro y manganeso pueden oxidarse y formar precipitados que pueden obstruir los goteros de las líneas de riego por goteo.

Al inyectar los fertilizantes y aguas arriba del sistema de filtrado y utilizar la combinación adecuada de fertilizantes pueden evitar muchos problemas de taponamiento aguas abajo.

Evaluación del uso de agua

Es preciso evaluar la calidad del agua dentro del contexto del uso que se le pretende dar. Realizar un análisis de agua antes de diseñar un sistema de riego por goteo ayudará a evitar problemas de producción y eliminará el desperdicio de dinero.

Siempre es recomendable revisar con un consultor agrícola o con alguien que tenga experiencia en la interpretación de los análisis de agua, para garantizar que la fuente de agua que desean utilizar tenga la calidad adecuada para sus cultivos.