Selecciona el mejor sustrato para tus pimientos

En todo tipo de sistema de sustrato, la capacidad del medio para contener agua depende del tamaño, forma y porosidad de sus partículas. El entendimiento de este principio y de cómo manejarlo conduce al manejo adecuado de agua en cada sistema, ya que “la solución nutriente proporciona agua, nutrientes, y hasta cierto punto, oxígeno” para satisfacer las necesidades de la planta, según el libro de Howard Resh sobre producción hidropónica de alimentos “Hydroponic Food Production.”

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De acuerdo con este autor, el agua es retenida en la superficie de las partículas y en el espacio creado por los poros; además los materiales porosos pueden almacenar agua en el interior de las propias partículas, y de ahí su elevada capacidad de retención de agua.

Sustratos populares en cultivo de pimientos
Dos de los sustratos más utilizados en cultivo de pimiento sin suelo son lana de roca y fibra de coco, cuyas características analizamos a continuación.

Lana de roca. Uno de los sustratos más comúnmente preferidos en los invernaderos actuales de cultivo sin suelo es lana de roca — un medio de cultivo a base de roca basáltica fundida y luego deshilada para formar los bloques de sustrato. Este es el mismo material de construcción que se utiliza para aislar paredes, con la diferencia de que la lana de roca de grado hortícola es más uniforme en cuanto a su densidad, y es tratada con un agente humectante.

En esencia, entre el conjunto de características que han hecho a este material tan popular, destacan sus propiedades no reactivas con la solución nutriente y su elevada capacidad de retención de agua.

Este sustrato es adecuado para uso en germinación de semillas, trasplante en bloques y plantación en planchas de cultivo finales — un proceso que podría tomar de siete a nueve semanas en el caso de pimientos, dependiendo de la temporada.

A lo largo de su historial de uso en el sector hortícola, el sustrato de lana de roca ha evolucionado en una variedad de opciones específicas para el tipo de cultivo, tales como orientación diferente de fibras, densidad y duración, dependiendo del fabricante.

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Fibra de coco

Fibra de coco es otro sustrato muy utilizado cuya popularidad continua creciendo, particularmente en zonas nuevas de cultivo en invernadero. Este material es un sustrato orgánico, subproducto de la industria de fibra de coco, que al igual que la lana de roca puede contener gran cantidad de agua, pero también drenarla sin problemas. Sin embargo, este material tiene una capacidad de intercambio catiónico (CIC) de media a alto, y requiere un pretratamiento para lixiviar el exceso de sales.

Como es un producto natural, no fabricado, su variabilidad tiende a ser mayor que en el caso de lana de roca, dependiendo de su origen. Por esta razón, se recomienda un análisis de laboratorio de su composición en pretemporada. Por citar un ejemplo, la publicación canadiense “Growing Greenhouse Vegetables” sugiere emplear una solución nutriente para la fibra de coco con el 10% más de calcio (Ca) y 10% menos de potasio (K) comparada con la empleada en el sustrato de lana de roca.

Dado que el tamaño de partícula de la fibra de coco determina su retención de agua, es posible lograr un sustrato más vegetativo o generativo a partir de mezclas con partículas diferentes variando en función de la marca; y el programa de riego debe adaptarse en consecuencia.

El reciclaje podría ser un factor determinante a la hora de elegir un sustrato. La fibra de coco puede utilizarse para composteo, siempre que se tenga en cuenta su nivel residual de sales; mientras que la lana de roca no es biodegradable. Las regulaciones de desecho y vertido de materiales varían con el país, asi que mientras algunas leyes nacionales permiten enterrar materiales no degradables en vertederos públicos, otros exigen su incineración en plantas siderúrgicas.

Otros sustratos en cultivo hidropónico
A continuación mostramos otros tipos de sustratos empleados en hidroponía, así como sus características descritas por Resh.

Grava. Cuando se usa en sistemas de subirrigación, el tamaño de partícula ideal de las partículas de granito molido es alrededor de 13 mm de diámetro, sin partículas menores a 4 mm ni mayores a 19 mm. Las partículas no deben ser de material calcáreo con objeto de evitar cambios en pH. Si se emplea un sistema de riego por goteo, deben utilizarse partículas tamaño chícharo más pequeñas, para crear el efecto de capilaridad necesario para mover la solución nutriente lateralmente en la zona de la raíz.

Arena. Estos sustratos deben lavarse para eliminar las sales, y estar formados por un material suficientemente resistente, que no se desintegre (tal como arena de piedra caliza) y acabe compactándose en pellas por tener partículas demasiado finas. Por esta razón, la arena de mortero no debe usarse. Puede utilizarse en cambio arena de río y de playa, aunque es necesario conseguir permisos medioambientales para extraer ambos tipos de materiales.

Aserrín. Este material es un subproducto, de manera similar a la fibra de coco, con cierta popularidad en lugares donde la tala de árboles y aserraderos son actividades importantes. Las mejores fuentes de aserrín proceden de los abetos de Douglas, tsuga occidental, cedro amarillo y otras coníferas; mientras que el cedro rojo es tóxico y no puede utilizarse.

Sólo debe usarse aserrín de grado hortícola, el cual no contiene contaminantes tales como agroquímicos tóxicos utilizados como productos antifungales en la industria maderera o forestal.

Adapte su sistema al sustrato de cultivo
Además de lana de roca, fibra de coco, grava, arena y aserrín, existen en el mercado otros sustratos tales como musgo de turba, vermiculita, perlita, tezontle (roca volcánica) y espumas sintéticas, los cuales presentan un buen desempeño cuando los sistemas se diseñan específicamente para ellos.

Las características de proyecto como caudal del emisor, frecuencia de irrigación, filtrado y requisitos de mantenimiento son todas dependientes del tipo de sustrato elegido.

Cada sustrato tiene sus ventajas y desventajas, pero lo más importante es que los gerentes de producción tengan claras expectativas sobre éstos y que sepan cómo orientar el manejo cuando sea preciso.

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Cuidado con el exceso de salinidad
En el caso de ciertos tipos de sustratos tales como fibra de coco y arena, o incluso aserrín, hay que tener en cuenta que si proceden de troncos flotantes en agua marina, podrían contener altas proporciones de sodio (Na), lo cual podría ser un problema. Los pimientos son muy sensibles al exceso de sodio, resultando en peso de fruto y rendimiento reducidos.

Además del efecto específico de ion de cada nutriente, los pimientos también son más sensibles a la salinidad elevada (CE alta en la solución) que otras hortalizas de invernadero.

El valor de reducción de rendimiento por salinidad (SYD, por sus siglas en inglés), expresado en porcentaje [%] de reducción de rendimiento por unidad de CE [dS/m] sobre el valor umbral de salinidad para hortalizas cultivadas en sustrato es: 4.8 para tomate, 5.7 para pepino y 7.5 para pimiento morrón.

Requerimientos hídricos
Aunque el tipo de sustrato influye en el programa de riego, el uso del agua por la planta es determinado principalmente por los climas en el interior del invernadero y en el exterior.

En promedio, el cultivo de pimientos demanda más agua para producir 1 kg de fruta que el de tomates; pero la diferencia entre ambos varía con el sistema de cultivo. En cultivo a campo abierto, la demanda de agua puede ser tan alta como 300 L para pimientos y 60 L para tomates, mientras que en plasticultura sería de 74 L y 27 L respectivamente bajo las condiciones de Almería (España), y de sólo 25 L y 15 L en condiciones de invernadero de vidrio en los Países Bajos, con recirculación del drenaje.

Artículo escrito por Mauricio Mathias, autor independiente especializado en agricultura protegida.