Opciones de sustratos para el pimiento

Opciones de sustratos para el pimiento

El pimiento es uno de los cultivos hortícolas bajo invernadero con mayor superficie cultivada. La demanda de los mercados de pimientos frescos durante todo el año, ha crecido espectacularmente y ha tenido como consecuencia el desarrollo del cultivo en invernaderos.

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Bajo el esquema de producción intensiva en invernadero, el manejo de sustratos es de vital importancia en la producción del cultivo, debido a que este elemento determina en gran medida el éxito del mismo. Sin embargo, antes de pensar en tipos de sustratos, se debe tener presente la interacción de una serie de factores o propiedades para optimizar la funcionalidad y el papel que debe desempeñar un sustrato en el sistema de cultivos sin suelo.

Un sustrato debe reunir un conjunto de características que lo hagan apto para el cultivo. Por otra parte, no siempre un sustrato reúne todas las características deseables; por ello, en ocasiones se recurre a mezclar diversos materiales, buscando que la mezcla resultante reúna las características idóneas.

Retención de humedad La retención de humedad por el sustrato, en cantidades adecuadas y en forma homogénea, determina la posibilidad de la planta de utilizar el agua como vehículo para sus funciones metabólicas. Dicha retención es función de la granulometría del sustrato y de la porosidad de las partículas que lo componen.

La retención de humedad expresada en peso nos indica la cantidad de agua que es capaz de retener un kilogramo de sustrato, mientras que la retención de humedad expresada en volumen nos indica la cantidad de humedad que puede retener la unidad de volumen de sustrato. Por ejemplo 100 gramos de cascarilla de arroz pueden retener 40 g de agua mientras que 100 mililitros de cascarilla pueden retener 11 mL de agua.

Los materiales de textura gruesa, con tamaño de partí­cula superior a 0,9 mm y poros grandes, retienen cantidades reducidas de agua, pero están bien aireados. Por el contrario, los materiales finos, con partí­culas inferiores a 0,25 mm y tamaño de poros pequeño, retienen grandes cantidades de agua difí­cilmente disponible y están mal aireados.

Asi, el mejor sustrato se define como aquel material de textura media a gruesa, con una distribución del tamaño de los poros entre 30 µm y 300 µm, equivalente a una distribución del tamaño de las partí­culas entre 0,25 mm y 2,5 mm, que retiene suficiente agua fácilmente disponible y presenta, además, un adecuado contenido en aire.

Aireación del sistema radicular La combinación de empleo de un sustrato con estructura estable muy poroso y aireación complementaria de la solución, evita el peligro de la falta de oxígeno en la zona radicular, siendo ésta aún mejor que la obtenida en los suelos naturales.

El espacio poroso de un sustrato se subdivide de acuerdo con el tamaño de los poros en macroporors, (> 200 μm), mesoporos (200 – 30 μm) y microporos (< 30 μm).

El agua gravitacional circula ampliamente por los macroporos y aun por los mesoporos.

El movimiento se va restringiendo paulatinamente a medida que disminuye el tamaño de los poros y finalmente el agua retenida en los poros menores de 30 µm es de muy poca circulación. Estos son los poros que retienen el agua. Cuantos más pequeños sean, retendrán el agua con mayor fortaleza.

Estabilidad física La estabilidad física será la que determine si se mantiene con el tiempo una porosidad correcta, dependiendo de la velocidad de disgregación y descomposición del material. Ésta deberá ser lo más lenta posible.

Los materiales más inadecuados son aquellos que se disgregan fácilmente con la acción del agua.

Inerte químicamente Desde el punto de vista químico, el sustrato también deberá satisfacer ciertas condiciones deberá ser químicamente inactivo; o sea, no absorber ni suministrar ningún elemento nutritivo, puesto que esto representaría una alteración en la solución nutritiva.

El aserrín de ciertas maderas, podría suministrar taninos, los cuales son tóxicos para las plantas, algunas veces por excesivo contenido de cloruros y otras, simplemente por la presencia de taninos.

Buen drenaje Todo tipo de recipiente y de sustrato que se está utilizando, deberá permitir un buen drenaje.

Cuando una planta hidropónica requiere mayor cantidad de agua, debemos aplicar mayor frecuencia de riegos, pero nunca debemos inundar el sustrato con el fin de ahorrar riegos, ya que esto va contra la disponibilidad de oxígeno.

Capilaridad Esta propiedad consiste en la capacidad que tiene un sustrato absorber agua a través de los microporos y de transportarla en todas las direcciones.

La más crítica de las direcciones es la vertical, ya que en ella se realiza el transporte de agua en contra de la gravedad.

pH Este parámetro nos informa de necesidades inminentes. Así­ los valores bajos requieren de un encalado para subirlo. En el caso contrario, puede utilizarse sulfato ferroso para bajarlo.

Los valores adecuados oscilan entre 5.0/5.5 y 6.0

Bajo peso El sustrato debe será liviano. El peso del sustrato determina, obviamente, la resistencia del montaje hidropónico, los tipos de camas o canales, los soportes para manejar columnas y en general el valor de la infraestructura, de acuerdo con el tipo de construcción.

Disponibilidad En muchas ocasiones el sustrato ideal no está recursos de la región, que finalmente podrían reemplazarlo.

Bajo costo Generalmente este factor determina, antes que otras condiciones, el sustrato a utilizar, y usualmente el principal factor de costos es el de transporte, lo cual nos lleva a analizar, dentro de las posibilidades y las condiciones del sitio de cultivo hidropónico, cuál es la escala de costos que implica uno u otro sustrato.

Factores a tomar en cuenta Varios son los sustratos que han sido probados en los sistemas de producciÓn de pimiento en invernadero e hidroponía, cuyos resultados difieren de acuerdo a la naturaleza de éstos.

La granulación (dimensión de las pequeñas partículas de las que está compuesto el sustrato) ha de ser tal que permita la circulación de la solución nutritiva y del aire. Un sustrato excesivamente fino se vuelve compacto, en especial cuando está húmedo, e impide el paso del aire. En general la experiencia señala como mejores aquellos sustratos que permiten la presencia del 15 al 35 % de aire y del 20 al 60 % de agua en relación con el volumen total.

Propiedades necesarias del sustrato

  1. Retener humedad de forma homogénea
  2. Permitir buena aireación
  3. Tener buena estabilidad física
  4. Ser inerte químicamente
  5. Tener buen drenaje
  6. Tener capilaridad
  7. Contar con pH inferior a 7.0 y ser adecuado al tipo de cultivo
  8. Ser liviano
  9. Ser de bajo costo
  10. Estar disponible

Entre estos materiales podemos citar lana de roca, que es un producto mineral transformado industrialmente por temperaturas elevadas. Se trata de un silicato de Al (aluminio) con presencia de Ca (calcio) y Mg (magnesio) y trazas de hierro (Fe) y manganeso (Mn). Este sustrato se utiliza principalmente en países europeos como Países Bajos, Francia, Reino Unido o Dinamarca.

Es un material con una porosidad total elevada (superior al 95%), una alta capacidad de retención de agua fácilmente disponible y gran aireación; sin embargo, desde el punto de vista químico, es prácticamente inerte, sin ninguna capacidad tampón, lo que exige un perfecto control de la nutrición hídrica y mineral .

Otro sustrato utilizado es la perlita, un silicato de origen volcánico que se comercializa bajo distintos tipos que se diferencian en la distribución del tamaño de sus partículas y en su densidad. Presenta buenas propiedades físicas, sobre todo el tipo denominado B-12, lo que facilita el manejo del riego y minimiza los riesgos de asfixia o déficit hídrico.

Numerosos resultados derivados de trabajos de investigación muestran los buenos rendimientos de la perlita, empleada como sustrato, en la producción de pimiento y otras hortalizas. Un estudio comparativo de perlita, lana de roca y arena en la producción y calidad del melón, mostró resultados similares al emplear perlita o lana de roca.

Conclusiones Varios sustratos se han utilizado solos en la producción de pimiento, Sin embargo, algunas mezclas de ellos han sido probadas con éxito, en diferentes proporciones. Así­ por ejemplo, las proporciones 50% “peat moss” (musgo de turba) + 25% perlita + 25% vermiculita y 45% (peat moss) + 30% perlita + 25% composta, cumplen con los requisitos de un buen sustrato y han generado buenos resultados.

Ha sido ampliamente documentado que los materiales compostados son capaces de asegurar el aporte de nutrientes y mejorar las condiciones físicas del medio de crecimiento del cultivo, con el consiguiente incremento en la retención y disponibilidad hídrica.

Dr. José© Marín Sánchez y Dr. Pablo Delgado Sánchez son Profesores Investigadores adscritos a la carrera de Ingeniero Agrónomo en Producción en Invernaderos de la Facultad de Agronomía y Veterinaria de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí­, México. Para más información escriban a: [email protected]; [email protected].

 

Este artículo fue publicado originalmente en agosto de 2013 y ha sido actualizado en julio de 2015.