Mayor rendimiento de producción en invernaderos

Más rendimiento

 

Hace tres ciclos, cuando se iniciaba la construcción de invernaderos de vidrio en Querétaro y el Estado de México, se corrieron apuestas acerca de la posibilidad de alcanzar rendimientos de 100 kg/m2 en estos modernos y eficientes sistemas.

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Las estimaciones no sólo se basaban en la instalación de los canales colgantes de cultivo, que permiten el interplanteo, sino en la posibilidad de contar con híbridos capaces de asimilar la elevada luminosidad que caracteriza a estas regiones.

 

En la actualidad, el híbrido conocido en los Países Bajos como Idool, está siendo sometido a diversas pruebas que integran iluminación artificial, junto con ilimitadas cantidades de CO2, producto de los sistemas de cogeneración y un sistema semi-cerrado de invernaderos, donde lo más importante es poder extraer el exceso de humedad que limita la transpiración y la producción de biomasa de las plantas.

 

Producción intensiva

Bajo estos conceptos, el modelo holandés desarrollado para alcanzar altos rendimientos en el cultivo de tomate, ha sido puesto en marcha en algunos de los invernaderos de vidrio, como es el caso de DP&A en el Estado de México.

Estos invernaderos cuentan con un sistema de canales elevados de cultivo que recoge el agua de drenaje y los fertilizantes lixiviados para reutilizarlos (previo tratamiento de desinfección). Otra ventaja de los canales suspendidos, es que facilitan la aeración del sustrato, y los riegos son muy homogéneos gracias a la regulación y el control de la pendiente.

Al estar ubicados a una altura de 90 cm, estos canales permiten un manejo adecuado de la planta y un menor riesgo de contaminación de plagas y enfermedades, al estar alejados del suelo. De hecho, uno de los objetivos de este sistema es facilitar el interplanteo para estar en condiciones de cosechar tomates durante los 12 meses del año.
Pruebas realizadas en los Países Bajos con un sistema similar, con una densidad inicial de 2.6 tallos/m2, han logrado terminar el ciclo con 2.9 tallos/m2, con una cosecha que se acerca a los 80 kg/m2.

 

Mayor potencial productivo

Por ahora, continúan realizándose las pruebas en los Países Bajos, con iluminación artificial de 400 W/m2, aunque es obvio que muy pronto tratarán de aplicar este sistema en México, donde la luminosidad es mucho mayor que en la nación europea, y de esta manera aprovechando las características del híbrido.

La posibilidad de obtener rendimientos de 100 kg/m2, se basa sobre todo en cosechar la planta hasta el racimo 17, y realizar el interplanteo en marzo para obtener un mayor vigor y poder cosechar un racimo por semana. En la actualidad, con los híbridos holandeses, se puede llegar a cosechar hasta 39 racimos (en algunos casos, 42 racimos) con un promedio anual de ocho racimos por semana.

Si consideramos que las aportaciones de CO2 son ilimitadas, y que el invernadero dispone de un sistema semi-cerrado para garantizar la temperatura y la humedad relativa idónea, se puede obtener un rendimiento promedio de 2.0 kg/m2 por semana, lo cual es igual a 20 toneladas a la semana y 840 toneladas en un ciclo de 42 semanas.
Aun si se obtiene un rendimiento promedio de 1.8 kg/m2 por semana, estaríamos hablando de 18 toneladas a la semana, que representan aproximadamente 3,214 cajas de exportación por semana, para un total aproximado de 134,000 cajas de 5.6 kg/ha.

 

Incremento en costos

Sin embargo, podemos ver que aun estos elevados rendimientos están seriamente amenazados por el aumento del 50% en el precio de fertilizantes y otros insumos. Por ejemplo, con un rendimiento de 450 toneladas por hectárea, se estimaba un costo de $60,000 dólares por hectárea para los fertilizantes — ahora, con el incremento, este costo se eleva hasta $90,000  dólares por hectárea, es decir $83,000 pesos mensuales. Un productor de Chihuahua, que cuenta con un invernadero de tecnología holandesa, reportó que durante la última semana de marzo del 2008, los gastos de fertilizantes sumaron $70,000 pesos por hectárea, mientras que el año pasado se ubicaban en $35,000 pesos a la semana.

Incluso mencionó que, aunado al problema de los fertilizantes, la amortización de un crédito de 3.5 millones de euros, se ha incrementado de tal forma que no se puede pagar la anualidad aun con altos rendimientos.

Aunque la crisis del incremento de los fertilizantes afecta a los productores de todo México, en las regiones del centro existe una tendencia a incrementar las inversiones, apoyados en menores costos de producción.

Digamos, en el lenguaje común de los empresarios, que los tiempos de crisis, lo son también de oportunidades. Así que, mientras algunos productores no podrán soportar el incremento en el precio de los insumos o del acero que impacta los presupuestos de construcción, otros con mayores capitales y visión de mediano plazo, están acelerando el ritmo de sus inversiones. Sin embargo, las apuestas, no son de resistencia, sino de capacidad para obtener un mayor rendimiento con un menor costo de producción.